Una reliquia de la creación. Las aguas de la poza verde. Balneario donde muchos paraiseños y paraiseñas bañaron en su niñez, adolescencia y juventud. Prohibido ir y no darse un chapuzón, podriamos recibir un castigo celestial si vamos y no nadamos en estas aguas.

Un joven bañando en estas cascadas que se ubican 20 metros arriba de la poza verde.

Caudal de agua, veinte metros arriba de la poza verde, en El Paraíso.

La poza verde, en las afueras de El Paraíso. Regalos de la naturaleza.

Un joven disfruta las aguas del río que baja de La Siberia. Unos veinte metros arriba de la poza verde en El Paraíso.

La poza verde. Aguas que bajan de La Siberia y siguen su cruce aun lado del antiguo INMECAFÉ. Hermosura de naturaleza en El Paraíso. Por estos cauces aún no está contaminada el agua, lamentablemente, al entrar al pueblo recibe las descargas de aguas negras.

La casa de "El Sol" de El Paraíso. En Octubre de 1986 llegó a la huerta de Mario Hernández, un visitante de barba, ojos verdes, cabello largo y amarrado en una coleta, sujeta con ligas, Traía a las espaldas un enorme equipaje y luego de saludar modestamente al señor Mario, anotando en un cuaderno, le pidió permiso para acampar ahí por unos días. Estuvo varios años viviendo en El Paraíso hasta que un día del año 96 llegaron agentes de Migración a El Paraíso y se lo llevaron. Mas relatos sobre "El Sol" pendientes y vendrán en el libro.