Bienvenidas todas las personas que visiten a este blog, el cual difunde información histórica, económica, cultural y social de la Sierra de Guerrero. También se incluyen textos literarios que ayudan a promover a esta maravillosa parte del mundo que la creación nos dio. Los datos cualitativos y cuantitativos que se ofrezcan serán de acuerdo al alcance de nuestras investigaciones. Reciban un fuerte y caluroso abrazo sierreño. Fraternalmente: Esteban Hernández Ortiz.

lunes, 29 de febrero de 2016

Mario Mejía Catalán: Un agricultor apasionado en El Paraíso.

Mario Mejía Catalán: Un agricultor apasionado en El Paraíso.
Esteban Hernández Ortiz.

Mario Mejía Catalán comenta que cerca de la mojonera de Tepetixtla alzados -la cual marca una colindancia entre el ejido El Paraíso y las tierras de Tepetixtla- él se encontró en una ocasión un hacha de piedra tallada y bien fabricada que sin duda alguna fue una herramienta fabricada por los pueblos prehispánicos que vivieron por la zona.

Mario Mejía también comenta que un amigo suyo, de nombre Constantino, encontró una figura de hombre en las mismas tierras y que cómo su amigo es de un pueblo autóctono de la región de La Montaña de Guerrero, le hacía rituales a la figura que se encontró.

Dice Mario Mejía que otro de sus amigos encontró unos granos de cristal muy preciosos por el punto conocido como “las papas”, cerca del Puerto del Gallo, en lo más alto de la sierra de Guerrero.

Mario Mejía recuerda los tiempos de la época de oro del café, cuando su papá, el señor Margarito Mejía los despertaba a las cinco de la mañana para que se fueran al corte de café. Dice que en los patios de La Finquita, con rumbo a La Pintada llegaban a despulpar hasta 350 latas de café cereza, pues cuando el café se despulpaba y se lavaba duraba un periodo máximo de seis días asoleándose y ya quedaba listo para encostalarse y venderse. El tiempo de secado dilataba más cuando el  café se extendía en los asoleaderos sin haberse despulpado y lavado-lo que se conoce como café capulín-
Dice también que en la huerta que su papá tenía en La Pintada llegaron a cosechar mucho café en una extensión de casi veinte hectáreas.

Con agrado nos platica cuando en épocas que no eran de cosechas de café, su papá también los levantaba a las cinco de la mañana para ir de El Paraíso a La Finquita para ordeñar las vacas que hubiesen parido recientemente. “Así teníamos requesón, quesos y leche con qué alimentarnos, pero además teníamos que estar aquí en la casa ya de regreso a las siete y media, para poder entrar a las ocho de la mañana a clases con el profesor Salvador Morlet Mejía y su esposa, la profesora María Isabel Andrew León”. También agrega: “Yo pensaba que mi papá no nos quería porque nos raspaba mucho a trabajar, pero hoy sé que mi padre nos inculcó con buena fe el gusto por el trabajo y vivo muy agradecido con él”.


Actualmente Mario Mejía Catalán sigue cultivando el café, pero alterna sus actividades diarias con los cultivos de maíz, plátano, naranja y mamey; también se dedica a la crianza de vacas.

Chulada de vivienda de madera en san Vicente de Benítez, municipio de Atoyac de Álvarez, Guerrero, México.



domingo, 28 de febrero de 2016

La última visita de “El Sid Pérez” a El Paraíso.



La última visita de “El Sid Pérez” a El Paraíso.
Esteban Hernández Ortiz.

Nereida Marcelo Figueroa cuenta que Isidro Pérez Jiménez llegó de visita a  casa de su padre, el señor Vicente Marcelo Vega, el día 25 de mayo de 2012 y que se fue del pueblo el día 14 de junio del mismo año. 

Agrega que el ex boxeador le cantó las mañanitas a ella el día dos de junio por ser el día de sus cumpleaños. Nereida Marcelo agrega que su primo Isidro le comentó que él tenía ganas de establecer un gimnasio en El Paraíso y empezar a entrenar a muchos jóvenes para el boxeo.

En este domicilio vivió muchos años la señora Trinidad Vega, mamá del señor Vicente y de la señora Margarita, quien fuera la madre del ex boxeador que llegó a ser campeón mundial peso mosca de la Organización Mundial de Boxeo.

La señora María del Carmen Figueroa Trujillo, esposa del señor Vicente dice que el ex boxeador vino a El Paraíso para tratar de despejarse por el agobio que le invadía, pues varios meses antes había fallecido su hijo también llamado Isidro Pérez, junto a su joven esposa en Puerto Marquez. Dice “doña Carmen” que el ex boxeador se sentía más deprimido por que no alcanzó a llegar a tiempo al sepelio de su hija y su nuera.

Cuando el ex campeón mundial de boxeo falleció fue trasladado a Puerto Marquez, municipio de Acapulco, donde fue sepultado. De El Paraíso acompañaron al sepelio varios familiares entre otros: los señores Vicente Marcelo Vega y su esposa María del Carmen Figueroa Trujillo; también el señor Héctor Pérez Rojas, hermano del ex pugilista.

Cuenta el señor Vicente Marcelo que de la Ciudad de México viajó a Acapulco una joven para acompañar al sepelio de “El Sid Pérez”, como era conocido el ex campeón mundial de boxeo. Aquella joven estaba siendo entrenada en el gimnasio Jordán de la capital del País por nuestro paisano que llegó a ser campeón mundial de Boxeo.

Isidro Pérez Jiménez fue hijo de los señores Jesús Pérez Morales y Margarita Jiménez Vega. Don Jesús Pérez Morales fue hijo de la señora Felicitas Morales, quien por muchos años vivió en la actual colonia guadalupana en El Paraíso. Don Jesús tuvo un hermano de nombre José.

La esposa de Isidro Pérez se quedó a vivir en los Estados Unidos; se llama Alma y hoy día vive en Puerto Marquez su hermano  Humberto, quien hace varios años tenía un pequeño negocio de artesanías en el mercado que se ubica por la Diana Cazadora del bello puerto de Acapulco.

La última visita de “El Sid Pérez” a El Paraíso.



La última visita de “El Sid Pérez” a El Paraíso.
Esteban Hernández Ortiz.

Nereida Marcelo Figueroa cuenta que Isidro Pérez Jiménez llegó de visita a  casa de su padre, el señor Vicente Marcelo Vega, el día 25 de mayo de 2012 y que se fue del pueblo el día 14 de junio del mismo año. 

Agrega que el ex boxeador le cantó las mañanitas a ella el día dos de junio por ser el día de sus cumpleaños. Nereida Marcelo agrega que su primo Isidro le comentó que él tenía ganas de establecer un gimnasio en El Paraíso y empezar a entrenar a muchos jóvenes para el boxeo.

En este domicilio vivió muchos años la señora Trinidad Vega, mamá del señor Vicente y de la señora Margarita, quien fuera la madre del ex boxeador que llegó a ser campeón mundial peso mosca de la Organización Mundial de Boxeo.

La señora María del Carmen Figueroa Trujillo, esposa del señor Vicente dice que el ex boxeador vino a El Paraíso para tratar de despejarse por el agobio que le invadía, pues varios meses antes había fallecido su hijo también llamado Isidro Pérez, junto a su joven esposa en Puerto Marquez. Dice “doña Carmen” que el ex boxeador se sentía más deprimido por que no alcanzó a llegar a tiempo al sepelio de su hija y su nuera.

Cuando el ex campeón mundial de boxeo falleció fue trasladado a Puerto Marquez, municipio de Acapulco, donde fue sepultado. De El Paraíso acompañaron al sepelio varios familiares entre otros: los señores Vicente Marcelo Vega y su esposa María del Carmen Figueroa Trujillo; también el señor Héctor Pérez Rojas, hermano del ex pugilista.

Cuenta el señor Vicente Marcelo que de la Ciudad de México viajó a Acapulco una joven para acompañar al sepelio de “El Sid Pérez”, como era conocido el ex campeón mundial de boxeo. Aquella joven estaba siendo entrenada en el gimnasio Jordán de la capital del País por nuestro paisano que llegó a ser campeón mundial de Boxeo.

Isidro Pérez Jiménez fue hijo de los señores Jesús Pérez Morales y Margarita Jiménez Vega. Don Jesús Pérez Morales fue hijo de la señora Felicitas Morales, quien por muchos años vivió en la actual colonia guadalupana en El Paraíso. Don Jesús tuvo un hermano de nombre José.

La esposa de Isidro Pérez se quedó a vivir en los Estados Unidos; se llama Alma y hoy día vive en Puerto Marquez su hermano  Humberto, quien hace varios años tenía un pequeño negocio de artesanías en el mercado que se ubica por la Diana Cazadora del bello puerto de Acapulco.

Corrido de la tromba, compuesto por Vicente Marcelo Vega.



Corrido de la tromba
Autor: Vicente Marcelo Vega

Un domingo seis de octubre
Del año noventa y uno,
En el pueblo de El Paraíso
Algo triste sucedió.
Hubo un terrible aguacero
Que a mucha gente asustó.

Como a las tres de la tarde,
El aguacero empezó,
pero como era normal
ninguno se preocupó,
cuando vieron de repente
que el río pronto creció.

Un río se desbordó por la colonia oriental,
Llevándose a su paso árboles, casas y puentes,
Alambrados y corrales
Que se arrastró la creciente.

Otro  río se desbordó por la colonia Instituto,
La gente que por ahí vive
Toditos se asustaron,
Creían que era el fin del mundo,
Por esos muchos lloraron.


Un helicóptero anduvo
Para ver lo del desastre,
Vino gente de la prensa,
Con ellos el presidente
Y Unos cuantos federales
Para auxiliar a la gente.

Ya voy a finalizar
Sin ofender a ninguno,
Pero nunca olvidarán
El susto que se llevaron,
De lo que dejó la tromba
Sólo recuerdos quedaron.