Bienvenidas todas las personas que visiten a este blog, el cual difunde información histórica, económica, cultural y social de la Sierra de Guerrero. También se incluyen textos literarios que ayudan a promover a esta maravillosa parte del mundo que la creación nos dio. Los datos cualitativos y cuantitativos que se ofrezcan serán de acuerdo al alcance de nuestras investigaciones. Reciban un fuerte y caluroso abrazo sierreño. Fraternalmente: Esteban Hernández Ortiz.

viernes, 14 de abril de 2017

UN HASTA LUEGO A DON MARTÍN ARAUJO NÁJERA.


UN HASTA LUEGO A DON MARTÍN ARAUJO NÁJERA
ESTEBAN HERNÁNDEZ ORTIZ.

Ayer fue sepultado en el panteón de El Paraíso, el señor Martín Araujo Nájera, quien un día llegó procedente de su pueblo natal, Los Hoyos, Municipio de Heliodoro Castillo (Tlacotepec), Guerrero. Fue dos veces comisario municipal en una de las varias rachas de dificultades y hasta de tensión, que El Paraíso ha vivido desde su fundación a principios del siglo XX. Formó parte de un equipo de trabajo que en esta comunidad se mantuvo por algunos años, junto a señores como Eduardo Sotelo, Magdaleno Pino y Silvano Domínguez, entre otros más. Fue fundamental que el profesor Salvador Morlet Mejía se avecindara en El Paraíso para cimentar la escuela primaria Cuauntémoc. El profesor Morlet contó con el respaldo de don Martín Araujo Nájera y varios señores más que siempre apoyaron en las gestiones para beneficio de la comunidad. Don Martín participó en la Comisión que fue a la Ciudad de México para gestionar la "partida militar", pues el pueblo vivía en vilo. Otro señor que participaba en las gestiones se llamó Gregorio Morales Hernández y vivía frente al Jardín de Niños Ignacio Zaragoza, en la colonia Guadalupana.

Don Martín fue uno de los primeros barreteros que hubo en El Paraíso, junto al señor Pedro Bernal, quien por muchos años vivió en la Colonia Guadalupana.

En uno de los periodos en que don Martín fue comisario le tocó hacer frente a una situación de inseguridad que se vivía en el pueblo, en la que hubo un comandante de la policía estatal de apodo "El chato", a quien mucha gente ya no soportaba por su altanera conducta  y por que en sus servicios favorecía siempre a los más pudientes.