A VUELO DE PALOMAS
ESTEBAN HERNÁNDEZ ORTIZ.
Nunca se acaba de aprender dicen
muchas personas, y pienso que no se equivocan. Ignorar es desconocer, no saber,
no estar enterado de algo. La ignorancia, si puede suplirse como
desconocimiento está también en las mujeres y en los hombres más letrados, pues
el conocimiento y los aprendizajes no circulan exclusivamente dentro de las
cuatro paredes de un aula. Hace algunos días escuché en el auditorio de Filosofía
y Letras de la Universidad Autónoma de Guerrero a uno de mis profesores, cuando
decía que “la escuela instruye, pero que desde la casa también nos educamos”.
Ya hace algunos años había escuchado que nosotros nos educamos en varios
círculos: la familia, la iglesia, los amigos y la escuela.
Giovani Sartori, ese reconocido
politólogo italiano, publicó su obra “Homo Videns, la sociedad reledirigida”. Ahí,
Sartori discurre su análisis en cómo la televisión incide en la capacidad
cognitiva de la especie humana, pues el niño pasa muchas horas sentado frente a
la televisión, aprendiendo lo que ese medio transmite, de forma tal que cuando
nuestros infantes llegan el primer día a preescolar ya cuentan con aprendizajes,
buenos o malos, pero ya han recibido los primeros conocimientos.
En el libro Epistemologías del Sur, coordinado por
Boaventura de Sousa, Dimas A. Massolo (2015. P. 521) dice que “El matemático
mozambiqueño Paulus Gerdes ha demostrado…que incluso en las matemáticas, al
igual que otros conocimientos técnicos y abstractos, sólo pueden aprenderse
bien con la práctica, es decir, como parte de las prácticas diarias que nos sirven
para afrontar, gestionar y transformar el mundo de la experiencia cotidiana”.
La mañana de este día tuvimos
nuestra clase de inglés y en el transcurso vimos una lectura respecto a la
utilidad de las palomas. Al realizar la traducción vimos que en 2006, un grupo
de científicos utilizaron palomas para estudiar la contaminación del aire en
California. Teléfonos celulares en miniatura fueron atados con correas a las
palomas y mientras estas volaban, las minúsculas máquinas de las mochilas
inspeccionaban qué gases estaban en el aire. Los científicos recibieron
información relevante respecto a la contaminación del aire.
La lectura también indica que las palomas pueden desempeñar diversas funciones
como ser mensajeras, colaboradoras con rescatistas y hasta en servicios de
espionaje.
En el mismo curso de inglés, hace
algunos días se nos sugirió optar por un personaje de ficción que en nuestra infancia
hayamos conocido. Este escribano prefirió deletrear en inglés sobre “Kalimán y
solín”.
Bien dijo Shakespeare que “hay
más cosas en el mundo que en toda nuestra filosofía”.