Bienvenidas todas las personas que visiten a este blog, el cual difunde información histórica, económica, cultural y social de la Sierra de Guerrero. También se incluyen textos literarios que ayudan a promover a esta maravillosa parte del mundo que la creación nos dio. Los datos cualitativos y cuantitativos que se ofrezcan serán de acuerdo al alcance de nuestras investigaciones. Reciban un fuerte y caluroso abrazo sierreño. Fraternalmente: Esteban Hernández Ortiz.

lunes, 4 de julio de 2016

Futbol en El Paraíso.

Futbol en El Paraíso.
Esteban Hernández Ortiz.

La cancha de futbol de El Paraíso siempre ha sido la que hasta 2016 se utiliza. Desde finales de los años setenta del siglo pasado funcionaba también la escuela secundaria con aulas de madera en ese parejo, ubicado junto al beneficio de café del señor Adán Quiñones. Era el director de la secundaria el profesor Serna y se trasladó a vivir al pueblo con su esposa e hijas.

Por esos años llegaron los profesores de la secundaria Abel Balcázar y Miguel Ángel Sandoval Román, entre otros. Después el plantel educativo secundariano se trasladó a su actual sitio, frente a la huerta de café de don Santiago Aguilar, un señor que mucho acostumbraba tener caballos, allá por donde fue aterrizaje y despegue de la avioneta  que trasladaba café a la ciudad de Atoyac.

Había unas piedras enormes que dificultaban el juego del balón pié en ese campo deportivo, al lado izquierdo, cerca del beneficio de café del señor Quiñones, pero después una máquina niveló un poco el terreno y las piedras fueron sacadas del terreno futbolero.

Entre los jugadores de futbol que había a finales de los años setenta y comienzos de los ochenta se pueden nombrar a Arturo Martínez Enriquez, Manuel Castro, Amado Sotelo, Jesús Bautista (hijo de doña Aquilina), el doctor Mario Guillén Fraga, el profesor Evelio González Nava; también eran futbolistas unos hijos de don Mateo Bautista, quienes vivían junto a la familia Galván. El profesor Miguel Ángel Sandoval Román, nativo del municipio de Teloloapan, Guerrero, también jugaba futbol.

Otros jugadores del futbol eran los hermanos Benjamín y Roberto Lucena. Había un camarada al que le decían “pepe”, quien vivía frente al señor Joaquín Cortés; también jugaba Antonio, el sacristán que auxiliaba al párroco Bonifacio.

Casi siempre andaban unos gansos de la familia Galván en el terreno de futbol, obviamente cuando no había alguna cascarita de fut.

Había ocasiones en que se organizaba torneos “cuadrangulares”, en los que participaban los equipos de El Edén, Río Santiago y San Vicente de Benítez.

A mediados de los ochenta surgió otra camada de jóvenes del futbol. Entre esa palomilla se pueden nombrar a Jorge y Agustín Zenteno, hijos de doña Alicia Lucena; también Miguel Ángel Vélez, hijo de don Francisco Vélez. Había un hijo de don Marciano Adame, le decían “el tigre”. También están Marco Aurelio Adame, hijo del señor Vicente Adame y Miguel Fadel Cruz, hijo de don Gabino Fadel. En este equipo portereaba un hijo de don Sabino, un señor que tenía un billar y que vivió frente al señor Ignacio Sotelo.

Varios de estos chavos gustaban de portar una camiseta de la selección de Argentina, campeón del mundo en México 86.

Otro futbolista era Carlos, hijo del profesor Simón Bello.