Bienvenidas todas las personas que visiten a este blog, el cual difunde información histórica, económica, cultural y social de la Sierra de Guerrero. También se incluyen textos literarios que ayudan a promover a esta maravillosa parte del mundo que la creación nos dio. Los datos cualitativos y cuantitativos que se ofrezcan serán de acuerdo al alcance de nuestras investigaciones. Reciban un fuerte y caluroso abrazo sierreño. Fraternalmente: Esteban Hernández Ortiz.

domingo, 17 de enero de 2016

Relatos de El Paraíso. Forma parte de un trabajo de compilación de datos obtenido mediante entrevistas a nativas y nativos de El Paraíso.

La familia Andrés.
Hay un caso inédito en El Paraíso: Tres hermanos de la familia Andrés se casan con otras tres hermanas de la familia Rivera; Don Maximino Andrés se casa con doña María Rivera; don Pascual Andrés se casa con doña Fortunata Rivera y don Lucio se casa con doña Felipa Rivera.
Don Maximino Andrés Santos fue sepultado en el atrio de la iglesia, pues cuando él fue presidente del comisariado ejidal, se donó el terreno para la actual iglesia. Cuando fue presidente del comisariado ejidal Mario García Marcelo, les pidió a los familiares de don Maximino que trasladaran sus restos hacia el interior de la iglesia en 1994 y así fue. Hoy día los restos de don Maximino se encuentran debajo de la imagen de la virgen de Guadalupe.
Don Maximino Andrés Santos era nativo de Tierra colorada, municipio de Leonardo Bravo, Guerrero.

Don Jesús Hernández, uno de los primeros ganaderos.

El señor Jesús Hernández, abuelo de Mario Hernández, fue uno de los primeros ganaderos en El Paraíso. En ese tiempo era presidente del comisariado ejidal don Lucio Andrés y le dijo al señor Jesús Hernández que había quejas de algunos habitantes por que sus vacas hacían perjuicios en algunas huertas y que para que ese problema no creciera le iban a destinar un terreno amplio, por el rumbo de la pandura, para que encerrara sus animales. Dice Mario Hernández que su abuelo encerró el área que le dieron las autoridades ejidales mediante un corral de retranque, que consistía en palos y ramas tirados, para evitar que entraran o salieran animales de esa zona ubicada en la pandura.