Bienvenidas todas las personas que visiten a este blog, el cual difunde información histórica, económica, cultural y social de la Sierra de Guerrero. También se incluyen textos literarios que ayudan a promover a esta maravillosa parte del mundo que la creación nos dio. Los datos cualitativos y cuantitativos que se ofrezcan serán de acuerdo al alcance de nuestras investigaciones. Reciban un fuerte y caluroso abrazo sierreño. Fraternalmente: Esteban Hernández Ortiz.

martes, 15 de noviembre de 2016

MÁS DEL BASQUETBOL EN EL PARAÍSO.

MÁS DEL BASQUETBOL EN EL PARAÍSO.

ESTEBAN HERNÁNDEZ ORTIZ.

Luego de que este día se suspendieran las clases de inglés con mi profesora Shandira, tengo la libertad de dar forma a más temprana hora que ayer este siguiente texto de la serie de crónicas del basquetbol en El Paraíso. Ahí va la continuación.
Después vino otra camada de jóvenes, entre ellos los hermanos García; Miguel Ángel, alias el palle, Javier, Víctor, Martín y Mario, quienes conformaron a su equipo “Loguin”, en el que también participaban muy bien el difunto Anselmo Tinoco, alias el grillo, Cuauhtémoc Sotelo, Jorge Bautista y otros más. Después se incorporó un jugador mas joven, su nombre es Alberto Sotelo Bautista, alias "el teque", quien se distinguía por sus buenos encestes desde la línea de tres puntos, más que por su estilo de colar. Eran los años 1985 al 2000. 

Llegó el tiempo en que ya el torneo no se realizaba en las primarias y se trasladó a la cancha que estaba por el Cuartel, donde ahora está la comisaría municipal, después se construyó la cancha, cerca del ex tinto Instituto Mexicano del café y allá seguían participando los basquetbolistas que venían de Cuernavaca. Las canchas cercanas al ex tinto INMECAFÉ fueron construidas por los hermanos Silvino y Osiel Oliveros, quienes vivían en la colonia nuevo oriente y además de su oficio de albañiles, eran aficionados a este deporte.

Otros equipos fuertes del momento eran los “transportistas” de Chilpancingo. También iba un equipo de Zumpango del Río, Guerrero, patrocinado por Enrique González,un amigo nativo del pueblo. Traían un jugador de porte alto, con algunos tatuajes y la gente desmadrosa le empezó a gritar "Ese no es de Zumpango, ese viene de México, es  un asaltante del metro".  Yo pienso que los jugadores visitantes luchaban mucho por comprender ese ambiente de algarabía en nuestro pueblo. Nuestro pueblo era muy alegre, pero al final de cuentas nadie ofendía, salvo esos bautizos, a los deportistas visitantes, pues ellos contribuían llevando alegría. Además los patrocinadores son paisanos de la comunidad y todo mundo se enteraba quienes eran los patrocinadores.

Las apuestas eran muy buenas, se hablaba de varios millones, antes del cambio de los tres ceros a partir del uno de enero de 1993. Tres millones, cinco millones, eran el equivalente a tres o cinco mil pesos. Cuando un equipo se notaba que era mas fuerte que otro, los apostadores hacían uso de la negociación y acordaban dan cinco o más puntos de ventaja al equipo que se consideraba más fuerte. En ocasiones el que se consideraba más fuerte ganaba por muchos puntos, pero llegó a haber veces en que ganaba por menos de los cinco puntos pactados como ventaja y entonces en ese otro juego de apuestas el ganador era el que había perdido por menos de cinco puntos. Se organizaban entre varios amigos y hacían una colecta para llegar a los cinco o diez mil pesos de apuesta. Obviamente las apuestas eran mayores ya en las semifinales y finales. Se llegó a escuchar en El Paraíso, que en Tlacotepec el juego de apuestas en los partidos más relevantes era con camionetas seminuevas.

Más o menos en el año de 1994 fue un equipo de segunda fuerza de jóvenes de Tlacotepec a El Paraíso.
Más antes vino “Campo Morado”, que en realidad eran jugadores de Morelia, casi no erraban cuando uno de sus elementos se decidía a tirar a la canasta, apenas se veía como bajaba el balón entre la red. En otras ocasiones, el balón tardaba dando vueltas sobre el aro, hasta que al final entraba la canasta; aunque había veces en que el balón no entraba.

“La barra de Coyuca” era otro equipo de buena competencia y en una ocasión se disfrutó de un buen partido, cuando el equipo "Loguin" empezaba a reforzarse y a posicionarse como buen competidor en la categoría de primera fuerza. Casi no subían jugadores de la costa, pues argumentaban que había mucha inseguridad, poco a poco fueron sintiendo confianza y participaron también. De El Ciruelar jugaba duro un basquetbolista conocido con el mote de “El Patón”. Ya después fue el difunto “pepe” con el equipo de “los Kings”, ahí jugaba Genaro, quien también ya falleció y otros más que ahora no recuerdo sus nombres. La premiación se entregaba en un baile en el zócalo del pueblo, a veces iban “los Kumbers” de Hacienda de Cabañas y otros grupos musicales.

Algunos años después, la colonia Nuevo Oriente empezó a organizar un torneo de Basquetbol en semana santa.

El profesor Simón Bello Espíritu, uno de los primeros profesores en organizar a los equipos de El Paraíso, murió en el ISSSTE de Chilpancingo un 19 de noviembre, cuando en El Paraíso iniciaba el torneo. Esa tarde se informó por el aparato de sonido a todos los presentes respecto al fallecimiento del profesor Simón y se pidió un minuto de silencio en su recuerdo. El torneo ya se realizaba en la cancha de la unidad deportiva, por el INMECAFÉ.

En Tixtla vive un hijo del profesor Simón Bello, se llama Juan Carlos; también hay otro hijo del profesor Simón, se llama Daniel. Dos hijos de Daniel han sido integrantes de la selección estatal de basquetbol en Guerrero; uno de ellos se llama Luís Alfredo y al año 2015 estudia en Puebla.

Luego de decaer un poco el tradicional torneo de Basquetbol conmemorativo del 20 de noviembre, en el 2014 mejoró en buena medida, fue a tocar Bertín Gómez y su Condesa del Mar. En otras ocasiones, distintas a la entrega de premios del torneo de basquetbol, han ido grupos como Los Felinos, La Conquista, Apache 16, Bertín y Lalo y Los Cadetes de Linares. De hacienda de Cabañas, de la municipalidad de Benito Juárez (San Jerónimo) iba el grupo “Los Cumbers”. El arbitraje era de Tixtla, se decía que era el mejor cuerpo arbitral de baloncesto en Guerrero.

En una ocasión, cuando se realizaba el baile de clausura en la plaza principal no faltó un prójimo, de desbarató el baile realizando una descarga de su potente arma de fuego hacia el aire, en menos que canta un gallo la plaza quedó vacía, sólo los músicos se escondieron tras su templete.