Bienvenidas todas las personas que visiten a este blog, el cual difunde información histórica, económica, cultural y social de la Sierra de Guerrero. También se incluyen textos literarios que ayudan a promover a esta maravillosa parte del mundo que la creación nos dio. Los datos cualitativos y cuantitativos que se ofrezcan serán de acuerdo al alcance de nuestras investigaciones. Reciban un fuerte y caluroso abrazo sierreño. Fraternalmente: Esteban Hernández Ortiz.

miércoles, 16 de noviembre de 2016

OTROS RELATOS DEL BASQUET BOL EN EL PARAÍSO.

OTROS RELATOS DEL BASQUET BOL EN EL PARAÍSO.
ESTEBAN HERNÁNDEZ ORTIZ.

Por el año 1990 al 95 fue varias veces a El Paraíso un equipo de Nuxco, se llamaba “Tara 61”, en recuerdo a la catástrofe de lluvias que azotó a ese pueblo de la Costa Grande de Guerrero en 1961, cuando quedó bajo los escombros más de la mitad del pueblo. Al equipo Tara 61 lo llevaban a El Paraíso los hijos de don Agustín Castro, Efrén y Gabriel.

De Tixtla fue en varias ocasiones un equipo de primera fuerza. El entrenador del equipo “Transportistas” de Chilpancingo se llama Saúl, es un profesor, y en una ocasión ingresó a la cancha como jugador, jugo varios minutos y movía bien el balón. Entonces empezaron a gritar desde las tribunas “a ver si puede el viejo”. A “los transportistas” primero los llevó el señor Evaristo Ríos y después los hermanos Cerón.

Ya hemos dicho que la gente en las tribunas armaba grandes relajos. En una ocasión fue un equipo femenil de Atoyac, en el que participaba una chica de la comunidad lesbiana. Ella tenía una complexión que le favorecía y podía correr, saltar y “pelear” por el balón en los remates, de mejor forma que las muchachas de la selección de las escuelas del pueblo, como era la secundaria, el C.B.T.A o la preparatoria. En uno de esos partidos, se escuchó una voz masculina muy fuerte de entre las gradas diciendo: “saquen a ese cabrón”.

Por esos años, llegó a nevar el cerro del Teotepec, desde la cancha cafetalera se miraba muy hermoso el copete de nieve en el cerro más alto del Estado de Guerrero, el cual alcanza los 3607 metros sobre el nivel del mar.

Enrique Dimas, hijo de doña Arcadia González, llevaba también por esos años un equipo de primera fuerza al que inscribía como “Zumpango”, pero en realidad eran jugadores del Distrito Federal intercalados con basquetbolistas de Zumpango del Río, Guerrero. Uno era apodado el pescado, y otro jugador alto que si es de Zumpango, Guerrero, se apellida Nava.

Victorino Barragán, alias el cariño, gustaba de beber mucho, casi siempre andaba tomado y cuando los árbitros marcaban un tiempo fuera, o silbaban marcando que había terminado el primer tiempo, entraba el cariño a media cancha y se sentaba en el piso, luego lentamente subía su pie para colocarlo arriba del cuello. La gente le aplaudía y le regalaban algunas cervezas o monedas. El cariño es muy dicharachero y compone versos con buen grado de relajo, que le salen con buena rima.

Los partidos llegaban a terminar hasta la una de la mañana. Los premios eran trofeos y ya mucho después se daba dinero a los ganadores. Cuando los jugadores recibían sus trofeos, ya al calor de las copas, bañaban su trofeo con cerveza, en los bailes que se hacían en el zócalo.

Cuenta el profesor Adán Catalán Altamirano que la primera vez que se organizó un torneo de basquetbol en la colonia Nuevo oriente fue en el año de 1983, durante los días cercanos al 12 de octubre, día de la raza. En esas fechas se organizaba el torneo hasta el año de 1992 y en 1993 se cambió para organizarse durante la Semana Santa. El terreno para construir la cancha se compró al señor Tomás Ríos.