Bienvenidas todas las personas que visiten a este blog, el cual difunde información histórica, económica, cultural y social de la Sierra de Guerrero. También se incluyen textos literarios que ayudan a promover a esta maravillosa parte del mundo que la creación nos dio. Los datos cualitativos y cuantitativos que se ofrezcan serán de acuerdo al alcance de nuestras investigaciones. Reciban un fuerte y caluroso abrazo sierreño. Fraternalmente: Esteban Hernández Ortiz.

miércoles, 14 de abril de 2021

Pensando en publicar autobiografia.

Hace algunos meses miré, en al capital de mi estado natal (Chilpancingo, Guerrero, México) a un joven (relativamente joven) leer un libro titulado "El lobo estepario. Relatos autobiográficos". La portada era de color verde, en un tono atractivo, y se alternaba con un color blanco, de tonalidad tenue. No me fijé quien era el autor, pero, para mi gusto, eso es lo de menos, pues con los modernos servicios del ciberespacio, seguramente podremos dar con el nombre del autor en menos que canta un gallo. Confieso aquí y ahora que sin haber leído aún una sola línea de esa publicación, me inspira para dar forma a un "librillo" donde yo plasme buena parte de mi vivir o de mi paso por este mundo. Desconozco si hay que llegar primero a una cierta cantidad de años para que un trabajo narrativo de la vida de una persona pueda pasar a considerarse digno de publicarse y llegar a manos, tan siquiera de nuestras amistades, ya no pensemos en conseguir simpatía en estratos sociales y académicos de revuelo. Cuento en mi archivo cibernético personal con varias cuartillas a manera de borradores para ir delineándolos, somentiéndolos a una mejoría de redacción, donde no nos salgamos por la tangente, y demos sintonía, sabor, claridad y coherencia. Ignoro si en mis textos esté logrando algunos buenos puntos en esta clase de factores a evaluar en quien se precie de sentirse escribano. Historias hay por montones, sólo hay que "robarse" tiempo a nosotros mismos para tomar pluma y tinta, mejor dicho, el teclado de nuestra computadora; encerrarnos con una deliciosa taza de café de Guerrero, y darle vuelo a la hilacha. Ah, también necesitamos estar bien en nuestros cabales, porque, en mi caso, hay ocasiones, en que sin alcohol estoy medio "trastornado", y así no funciona la cosa, pues hace algunos años leí en el prólogo de una de las tantas ediciones de "La Madre", la novela del ruso Máximo Gorki, que cuando alguien escribe, puede la persona lectora darse cuenta si el escritor escribió "con el corazón o con un garrote".