Bienvenidas todas las personas que visiten a este blog, el cual difunde información histórica, económica, cultural y social de la Sierra de Guerrero. También se incluyen textos literarios que ayudan a promover a esta maravillosa parte del mundo que la creación nos dio. Los datos cualitativos y cuantitativos que se ofrezcan serán de acuerdo al alcance de nuestras investigaciones. Reciban un fuerte y caluroso abrazo sierreño. Fraternalmente: Esteban Hernández Ortiz.

jueves, 10 de noviembre de 2016

LA MARAVILLA DE LAS ABEJAS.

LA MARAVILLA DE LAS ABEJAS.
ESTEBAN HERNÁNDEZ ORTIZ


El manual apícola que publica la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA) contiene información relevante respecto al mundo de las abejas (http://www.sagarpa.gob.mx/ganaderia/Publicaciones/Lists/Manuales%20apcolas/Attachments/3/manbasic.pdf jueves, 10 de noviembre de 2016).
La suma de una abeja Reyna, además de 25 a 40 mil obreras y de 50 a 1000 zánganos constituyen una “Colonia” que el apicultor introduce en una caja de madera llamada “Colmena”.

Después de cinco días de haber nacido, la abeja Reyna inicia su etapa reproductiva y entonces sale de la colmena para aparearse con el zángano o con los zánganos que la alcancen en su vuelo. Entonces depositan su semen en la Reyna, en una bolsa denominada “Esparmateca”, donde se almacenaran grandes cantidades de espermas para el resto de sus aproximados cuatro años de vida. Una vez que comienza a poner huevos ya no vuelve a salir de la colmena.

Puede poner hasta mil 500 huevos por día en temporadas en que existe un flujo mayor de néctar; ella pone huevos diariamente, es una Reyna muy trabajadora que no admite tributos, más que en su colmena no llegue a hospedarse otra Reyna, pues entonces se desatará una batalla campal, que terminará por destruir nuestra colmena. Eso es fatal para el apicultor, pues al no haber miel, polen, propóleos y jalea, entonces no hay productos que vender. Si la Reyna padece problemas físicos, el resto de la población insectaria se pone nerviosa y si es necesario la matan ellas mismas, hasta que nazca una nueva Reyna.

El zángano no puede recolectar néctar de las flores porque adolece de una lengua de suficiente dimensión, su lengua es muy corta y tampoco tiene aguijón, arma muy importante de autodefensa.

Del 4 al 12 día, las obreras tienen una especie de secreción, que da lugar a la jalea real, alimento fundamental de la Reyna, aunque también la comen las larvas en sus primeros tres días de nacidas.

A los humanos, la jalea nos ayuda a reducir el estrés y a mejorar la textura de la piel. Al respecto es muy interesante la historia del papá Pío XII, a quien su médico le recetó jalea, cuando el pontífice se encontraba muy deteriorado de su salud.

El naturalista suizo Francisco Hubber dedicó la mayor parte de su vida al estudio de las abejas y en abril de 1955 el doctor Ricardo Galleazzi recetó jalea al Papa y así mejoró la salud del Vicario de Cristo (http://geleiareal.com/es/geleia-real-1954-papa-pio-xii/ jueves, 10 de noviembre de 2016).

Las obreras, entre los 21 y los 42 días se encargan de acarrear agua, polen y propóleos, recursos que la colmena necesita para su vida. Con los propóleos, que son una especie de resinas que escurre en los árboles, las abejas tapan las ranuras de las maderas de sus colmenas. Estas partiduras se ocasionan por el aire o los rayos solares. Las abejas tienen como única entrada en la colmena a la llamada “piquera”. En temporada de cosechas, debido al incremento de sus labores, la obrera alcanzará un máximo de seis semanas de vida, fuera de ese tiempo podrá vivir hasta seis meses.

Entre los 13 y 18 días de edad, las abejas producirán cera, mediante sus glándulas cereceras. Para una mejor ilustración del beneficio de los productos de la colmena, puede leerse la historia de la Reyna Cleopatra y su uso de estos productos (http://www.informador.com.mx/cultura/2015/608782/6/los-10-secretos-de-belleza-mas-efectivos-de-cleopatra.htm consultado el día jueves, 10 de noviembre de 2016).

Cuando los conquistadores europeos llegaron a nuestras tierras en los años 1500, una más de las sorpresas que recibieron fue que aquí había una especie de miel que producen las abejas sin aguijón. Se le denomina miel de palo o miel virgen. Existen varias variedades, entre ellas la abeja melipona, otras son las abejas trigonas.

Las abejas contribuyen a la reproducción del reino vegetal, mediante la polinización. Si no hay plantas y árboles, no hay floración. Si no hay floración, no hay miel. El sistema natural incluye al agua, los vientos, y la bendecida fotosíntesis. Por cierto, recuerdo que en el Centro de Estudios Técnicos en El Paraíso, hube de grabarme este juego de palabras: “La fotosíntesis es el único proceso, con excepción de la quimiosíntesis en algunas bacterias, capaz de producir sustancias orgánicas a partir de inorgánicas”. Sin el sol del día y la oscuridad de la noche no hay fotosíntesis.

Se sugiere que al personal de Protección Civil se le capacite para no quemar a los enjambres y poder llevarlas al lugar adecuado en un apiario.