Bienvenidas todas las personas que visiten a este blog, el cual difunde información histórica, económica, cultural y social de la Sierra de Guerrero. También se incluyen textos literarios que ayudan a promover a esta maravillosa parte del mundo que la creación nos dio. Los datos cualitativos y cuantitativos que se ofrezcan serán de acuerdo al alcance de nuestras investigaciones. Reciban un fuerte y caluroso abrazo sierreño. Fraternalmente: Esteban Hernández Ortiz.

lunes, 18 de noviembre de 2019

Historias del basquetbol en El Paraíso, municipio de Atoyac de Álvarez, Guerrero.




Historias del basquetbol en El Paraíso, municipio de Atoyac de Álvarez, Guerrero.

Esteban Hernández Ortiz.


Muchos de los pobladores de El Paraíso, señores que ya tienen de 70 años en adelante –y tal vez otros de menor edad también- cuentan que en 1958 se hizo una cancha de basquetbol en el lugar que ahora ocupa el zócalo. Algunos años después también había una cancha de del mismo deporte en lo que ahora es la colonia Guadalupana, a la que yo doy en llamarle “el barrio fundador de El Paraíso”. Se ubicaba donde ahora es el Kínder Ignacio Zaragoza.

El señor Emilio Reyna Morales, nació en Tejamanil, y desde niño ha vivido en El Paraíso. Él cuenta que por esos años iban a jugar de Las Trincheras. Recuerda los sobrenombres de los jugadores: El Chaneque, la changa y la coyunda, éste último era muy bueno para colar. De Tepetixtla iba un jugador conocido como la cáscara, y de Los Piloncillos iba Trinidad Sánchez, alias la pachayota. De Los Valle iba un jugador de apellido Galindo y de sobrenombre El faisán. De Atoyac iban dos hermanos, uno conocido como El Pupo y al otro le llamaban El Zurdo, se apellidaban Reyes. De Atoyac también iba Macario, era más alto y robusto.

Don Emilio cuenta que él y su hermano Leonardo, junto a los hermanos Alberto y Santos Catalán, además de José Bautista, Genaro Ciprés Corona y Nicolás Araujo Oláis, formaron el equipo de “Los Cometas”.

También hubo otros basquetbolistas del Paraíso como Irene Ávila, Vicente Adame, Gregorio Castro Martínez y Alberto Sotelo Lucena. Ellos formaron el equipo “Los Satélites”, y algunos años después pasaron a llamarse “los cafeticultores”.  Con este equipo jugaron los profesores Simón Bello Espíritu y Alberto Morlet Andrew, el primero era tixtleco de nacimiento y el segundo nació en Chilpancingo. En una ocasión se reforzó bien un equipo de El Gallo y entonces  se formó lo que podemos llamar la primera selección de basquetbol del Paraíso, fueron sus directivos el profesor Alberto y el profesor Simón.

La cancha del actual zócalo era de tierra y tenía sus tableros de madera, y la cancha de la actual colonia Guadalupana se “emparejó” con una máquina que trajo una empresa que tenía un nombre parecido a OCS, cuenta don Emilio Reyna. Además, venían equipos de El Gallo, de este pueblo venía un profesor de nombre Gregorio, amigo del maestro Simón.

Al finalizar los partidos se solicitaba a las señoritas del pueblo que por favor tuvieran la amabilidad de bailar con los deportistas visitantes, pues cuando los basquetbolistas de El Paraíso iban a jugar a las otras comunidades la actitud era recíproca. Para esos tiempos ya doña Josefina Pérez, de El Paraíso, tenía un tocadiscos. Tal vez otra persona halla tenido algún equipo de esa índole para hacer fiestas. Cuenta el señor Emilio Reyna que por aquellos años se hacían pequeños torneos en tres ocasiones: El 20 de noviembre, en diciembre y en Semana Santa. Él dice que en 1962 se definió dejar el torneo sólo para el fin de semana más próximo al 20 de noviembre y así quedó la tradición.

Dice don Emilio Reyna Morales:

“Entre todos los jugadores hicimos la cancha de la escuela. Yo tenía 17 años de edad. Algunos también hacíamos nuestro servicio militar. Después hicimos la cancha del cuartel, pues los soldados querían tener una cancha muy cerca de ellos, ya que empezaba a circularse el terreno de la escuela primaria y entonces la cancha quedaba encerrada. Nosotros acarreábamos la piedra, la graba y la arena. Fuimos peones de los albañiles”.

Por su parte, el profesor Alberto Morlet Andrew cuenta que también iban jugadores de El Edén. También comenta que cuando él llegó a El Paraíso en 1953, ya había jugadores como Cecilio Martínez Adame, Ramón Lucena Saldaña, Juan Hernández Rivera y Lorenzo Araujo Oláis. Dice el maestro Alberto que el papa del profesor Simón se llamaba Daniel y que era albañil. Fue quien guio los trabajos para construir las canchas y las primeras aulas de la Primaria Cuauhtémoc.

Por último, ¿Quién no recuerda el sabroso pan que elaboraba “doña Biela”, la mamá del profesor Simón? Bueno, en lo particular sí me acuerdo de esto último, de los demás datos no doy fe, pues nací en 1974. Cuando ya estaba en mi adolescencia (hace algunas décadas), yo y mi padre fuimos a los festejos de la Virgen de Natividad en Tixtla, allá encontramos a doña Biela, ella con mucho gusto nos saludó, y nosotros también.

Comentario final: Pueden leer el libro de mi autoría titulado “El Paraíso, Municipio de Atoyac de Álvarez, Guerrero”, en su primera edición. Espero pronto publicar la segunda edición ampliada y corregida.

Gracias por haber leído este texto.