Bienvenidas todas las personas que visiten a este blog, el cual difunde información histórica, económica, cultural y social de la Sierra de Guerrero. También se incluyen textos literarios que ayudan a promover a esta maravillosa parte del mundo que la creación nos dio. Los datos cualitativos y cuantitativos que se ofrezcan serán de acuerdo al alcance de nuestras investigaciones. Reciban un fuerte y caluroso abrazo sierreño. Fraternalmente: Esteban Hernández Ortiz.

miércoles, 7 de diciembre de 2016

EL DÍA EN QUE LA NAVIDAD DOMINÓ A LA GUERRA.

EL DÍA EN QUE LA NAVIDAD DOMINÓ A LA GUERRA
ESTEBAN HERNÁNDEZ ORTIZ.

Cerca de la Ciudad de Ypres, Bélgica y en plena Primera Guerra Mundial, soldados británicos y alemanes  se tomaron la libertad de decretar una tregua en la noche buena del 24 de diciembre de 1914. En aquella noche la navidad venció a la guerra encarnizada que se libraba entre La Triple Alianza y  La Triple Entente. En la mente del soldado inglés Willie Loasby surgió la idea de invitar a sus contrarios soldados alemanes para que pactaran una tregua navideña. Los alemanes adornaban en su área con árboles navideños que sus mandos habían enviado y elevaban cánticos navideños; su contraparte inglés también empezó a cantar conmemorando la Navidad.

Alemanes e ingleses convivieron con una cascarita de futbol, se saludaron y algunos hasta intercambiaron sus direcciones para que en caso de sobrevivir a la guerra se visitaran los unos a los otros.

Era inmenso el amor que aquel soldado británico plasmó en un diario, donde anotó el miedo que le invadía cuando propuso tremenda y descabellada idea. Cómo en esta vida casi todo tiene un precio monetario, aquel texto fue subastado y vendido en 25 mil euros en Inglaterra. Era una carta de unas ocho cuartillas escritas con lápiz, en la que Loasby se dirigía a su madre narrando cómo desde el día 23 de diciembre empezó a relacionarse con su contraparte alemana en busca de tan famosa y admirable tregua. También explica el miedo que sentía al recorrer 36 metros que mediaban entre las trincheras opuestas para poder hablar con los alemanes, pero sin llevar su arma (http://www.abc.es/cultura/20141218/abci-tregua-navidad-carta-creo-201412181544.html).

En aquella Primera Guerra Mundial, llamada por muchos “la primera carnicería humana de la historia” los soldados que vestían un uniforme consideraban al soldado del otro “frente” como un satánico enemigo. La fuerza de la razón no había logrado contener las diferencias y había resultado imposible tomar acuerdos, a no ser que fuera mediante un armisticio en que el que algún país depusiera sus arsenales.

Los soldados que habían ido a los campos de batalla pensaban en un enemigo que no era tal, pues en cada ejército había hombres de carne, hueso, alma, corazón y anhelos que les identificaban. Luego de que las naciones surgieran como tal, y que el planeta se fraccionara en repúblicas, cada nuevo Estado-Nación compuso su himno y en sus estrofas se habla de defender al suelo patrio si algún enemigo osare invadirlo.

El Tratado de Versalles fue firmado a las 11 horas con 11 minutos del día 11 del mes 11 de 1918 en Versalles, Francia. En ese armisticio fueron plasmadas las firmas del mariscal francés Ferdinad Foch y el Ministro de Estado alemán Matthias Erzberger en un vagón de tren que se situaba en el bosque de Copiégne, casi cien kilómetros al norte de París. Francia ganaba la Guerra, pero en ese mismo vagón, el 2419-D, Adolfo Hitler cobraría venganza en la segunda carnicería humana mundial, conocida como Segunda Guerra Mundial el 22 de junio de 1940, cuando Francia se rendía ante Alemania. Los alemanes trasladaron ese vagón a su país, pero ante el temor de que pudiesen firmar por segunda vez una rendición, optaron por destruirlo (https://treneando.com/2009/11/12/el-vagon-del-armisticio-de-compiegne/).

A más de una centuria de haber iniciado la Primera Guerra Mundial, el odio, la violencia y la guerra siguen presentes en el mundo. La especie humana no es violenta por nacimiento y la atmósfera social-cultural-económica en la que vivimos tiende a generar personas violentas.