Bienvenidas todas las personas que visiten a este blog, el cual difunde información histórica, económica, cultural y social de la Sierra de Guerrero. También se incluyen textos literarios que ayudan a promover a esta maravillosa parte del mundo que la creación nos dio. Los datos cualitativos y cuantitativos que se ofrezcan serán de acuerdo al alcance de nuestras investigaciones. Reciban un fuerte y caluroso abrazo sierreño. Fraternalmente: Esteban Hernández Ortiz.

sábado, 12 de diciembre de 2015

El café en apuros.

El café en apuros.

Esteban Hernández Ortiz.

Los efectos del deterioro ambiental –más conocido como calentamiento global- se están acentuando paulatinamente y empiezan a tener repercusiones en el campo. Nunca en mis 41 años de vida que llevo al sol de hoy pensé que a finales de agosto y principios de septiembre de este 2015 hubiese café maduro en las plantaciones de café.

La razón principal es que las lluvias han sido bastante irregulares, ahora llueve en meses en que antes no llovía. Este invierno está lloviendo en la sierra atoyaquense.

El año pasado llovió prematuramente ocasionando que hubiese floración de café a destiempo; luego cuando los frutos empezaban a desarrollarse siguió lloviendo; muchos granos cayeron al suelo y otros continuaron su crecimiento hasta estar maduros, pero hubo café maduro a finales de agosto y a principios de septiembre, pero no lo suficiente como para que el productor aplicara un corte. Entonces ese café cayó al suelo y al llegar finales de noviembre ha sido poco el café maduro listo para cosecharse.

Este año las cosechas de café disminuirán por los trastornos de la lluvia. Y si a eso agregamos la pandemia de la roya, que ha estado afectando a los cafetales, el mundo del café está en la ruina.

En la sierra de Atoyac sólo se aplica un corte de café, pues los precios del grano aromático no rinden para aplicar dos cortes, de manera tal que los caficultores esperan a que maduren la mayoría de los granos de café para poder aplicar un solo corte y así pagar un periodo de entre 30 y 45 días que ahora lleva levantar la cosecha.

La cosecha implica gastos diversos, a saber:

1.- acarreo en bestia o en vehículo de la huerta hasta el asoleadero.  La mayoría de los asoleaderos se encuentran dentro de las comunidades en los patios de los productores y pocos se encuentran en plenos cafetales;
2.- Secado: por lo menos un apersona deberá estar al pendiente de remover continuamente los granos de café extendidos en el asoleadero, a razón de una vez cada media hora. El cuidador debe estar muy a las vivas, pues si las nubes negras empiezan a extenderse significa que lloverá ese día y hay que apurarse a levantar el café y taparlo con lonas o nailos, o bien, trasladarlo del patio o asoleadero a una casa techada para evitar que el café se moje.

3.- Una vez que nuestros granos de café hallan recibido entre 12 y 15 soles, deberemos llevarlo a la apiladora o morteadora para que se apile, y el café quede en la calidad conocida como “café oro”. Esta cantidad de días aplica si y solo si, cuando se cortó el café de las matas no fue despulpado y se extendió en los patios con todo y cáscara. Cuando el café es despulpado, entonces la cantidad de soles a recibir será de entre 8 y 10 días, dependiendo de qué tan fuertes sean los rayos solares que hasta los patios lleguen. Muchas veces los días son bastante nublados.

4.- La maquila consiste en dorar nuestro café en tostadores eléctricos y molerlo, también en molinos a base de electricidad. Bueno para hablar de este paso es necesario entender que el productor pasa a la fase de comercializador de su producto, en búsqueda de mejores ingresos para su familia y por consiguiente poder destinar mayores recursos financieros para la atención de sus parcelas.

5.- El envasado del café molido permite dar a nuestro producto ese “valor agregado” que al cliente o consumidor final le atraerá al momento de tocar el producto ya envasado, sobre todo si los colores del envase o las etiquetas del producto son de buena presentación.

6.- Una vez pasadas las cosechas y la venta del producto, el ciclo se reanuda y ahoar empezamos por deshierbar las parcelas al menos una vez al año, caso contrario las malezas abundan y compiten con los cafetos para nutrirse de los elementos nutritivos de la tierra. Las matas de café empiezan a cundirse de bejucos y otros seres que viven en simbiosis. El resultado es que la producción merma bastante.

Se recomienda hacer terrazas para que las plantas de café acumulen agua en lo profundo de sus raíces dando vigor a la planta. La fertilización también es recomendable, de preferencia que sea orgánica.

Así las cosas el mundo del café es de intensos trabajos para que los cafetaleros puedan vivir dignamente de estas labores.