Bienvenidas todas las personas que visiten a este blog, el cual difunde información histórica, económica, cultural y social de la Sierra de Guerrero. También se incluyen textos literarios que ayudan a promover a esta maravillosa parte del mundo que la creación nos dio. Los datos cualitativos y cuantitativos que se ofrezcan serán de acuerdo al alcance de nuestras investigaciones. Reciban un fuerte y caluroso abrazo sierreño. Fraternalmente: Esteban Hernández Ortiz.

jueves, 2 de julio de 2015

Tachas.

Tachas
ESTEBAN HERNÁNDEZ ORTIZ
(Escrito el 13 de abril de 2015)

En Enero de este año, poco antes de culminar el periodo vacacional, abordé el autobús de la línea Estrella de Oro en Acapulco para dirigirme a Chilpancingo. Por primera vez en mucho tiempo, están repartiendo agua fresca gratis a los viajeros en la sala de espera; ya sea de mango, ya sea de jamaica. También hay acceso sin costo a la red de internet, pero más me sorprendió una tercera acción y no omisión: te obsequian un ejemplar de “Tachas y otros cuentos” escritos por don Efrén Hernández, nacido en 1904 y fallecido en 1958. Esta edición gratuita la publica CONACULTA y el Gobierno del Estado de Guerrero.

Cuenta el cuentista que su maestro preguntaba: ¿qué son las tachas? y él se profundizaba en una distracción al por mayor contemplado las nubes, mediante un claroscuro, desde el lugar en que se encontraba su butaca; las nubes se deformaban, se torcían y se alargaban en el inmenso cielo azul, mientras su profesor repetía: ¿Qué son las tachas?

Dice Hernández que en aquella clase, veía una llovizna lenta ante el aire inmóvil, que estaba tan quieto como una estatua.

Cuando don Efrén que cuando él volvió a cuentas, todos sus compañeros de aula, lo miraban sin titubeos, pero que lo que más le ponía en apuros, era que su maestro no le retiraba la mirada y seguía preguntándole: ¿Que son las tachas? Él no tuvo más que hacerse el fuerte y tratar de contestar, transmitiéndose mucha seguridad para sí mismo, pues le vino a la mente que lo peor era quedarse callado.  Entre otras muy buenas explicaciones dijo: tacha puede ser cuando alguien escribió mal un número o una palabra y le marca una línea sobre sí; pero tacha también puede ser una mujer que se llame Anastasia, y su novio le diría “tacha, tú eres mi vida”. Lo peor de todo, dice Hernández, era que su maestro tenía barbas y bigotes que parecían nubes.

No teniendo yo ninguna especie de dudas, he pensado que hice mal en no leer luego luego las descabelladas ideas de don Efrén, quien maneja un estilo refranero muy propio, pues dice que “el traje hace al monje” y que una noche estando en su cuarto, hecho a volar la imaginación, recordando que alguien le había platicado que los hombres son como los gatos, que deambulan por las azoteas. Así las cosas, don Efrén recuerda que” de noche todos los gatos son pardos”. Por tales y tales explicaciones, creo que aquella tarde en que este escribano viajó de Acapulco a la capital guerrerense, debió leer de inmediato a don Efrén.

Don Efrén se las ingeniaba para tomarla pluma y acercarse al tintero, regalándonos sus locuras, aunque el confesaba que si acaso estuviese loco ¿Por qué no habría de admitirlo? No concibo que él se halle comunicado con El Manco de Lepanto -don Cervantes de Saavedra-, para ponerse en contacto con esto del uso de los refranes, ¿verdad?, pues don Alejandro vivió varios siglos antes que Hernández.

Don Efrén publicó sus “Tachas” en1924, por los años en que se suscitó la guerra cristera, que por cierto, la toca de cada en cuando, sin llamarle así, al hablar de sus tachaduras. Como es sabido, el primer tomo del Quijote de la Mancha salió a la luz en 1605; el segundo tomo aparece diez años después. Así el mundo conoció las andanzas del hidalgo que cabalgó por la región de la Mancha, acompañado de su Sancho Panza y provistos de ungüentos y suficientes vendajes para curarse de las heridas al pelear con los molinos de viento, allá en la madre patria nuestra. Ya ve Usted que la novela del Quijote de la Mancha es quizá el libro más leído en el mundo, seguidamente del libro de libros: la biblia.

Tal vez don Efrén aumentó sus conocimientos viajando por el mundo, pues ya los hermanos Wilbur y Orville Wright habían dado los primeros empujes en Carolina del Norte, EE.UU. para que hubiera aviones volando por el loco mundo. En este mundo, en que según don Efrén, todo es absurdo, pues lo absurdo parece natural y la natural parece absurdo. Me temo que aun así, cada quien trabajó por su cuenta propia y Hernández nos cuenta con su originalidad.

Dice Hernández que el agua no navegó y que decidió correr del cerro hacia abajo. Agrega que para contarnos buenos cuentos, él no cuenta más que con la preparatoria y el aprendizaje directo con los hombres de carne y hueso, amén de la lectura de libros buenos. Desemejantes locuras, los amigos de Efrén Hernández dieron en apodarle  “Tachas”.

No me gustaría que Usted me tache de loco o de zafado y mejor busque un ejemplar de “Tachas y otros cuentos”, escritos con la tinta de Efrén Hernández, para que por su cuenta propia, se desengañe.


El rollo de la roya del café.

EL ROLLO DE LA ROYA DEL CAFÉ
ESTEBAN HERNÁNDEZ ORTIZ
(Publicado el 13 de febrero de 2015 a las 17:21 horas en mi Facebook)

San Vicente de Benítez, Municipio de Atoyac de Álvarez, Guerrero ha sido el día de hoy la sede de la segunda asamblea municipal de productores de café.  Asistieron unos 250 productores del grano aromático, incluyendo autoridades ejidales y municipales. Por parte del gobierno estuvieron presentes el ingeniero Daniel Román Salazar, Jefe del Distrito de Riego 01, de La Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA), el ingeniero Irdolfo Javier Aguilar, en representación del Coordinador del Consejo Estatal del Café (CECAFÉ), el ingeniero David Araujo Castro, del Consejo Estatal de Sanidad Vegetal del Estado de Guerrero.

Luego de la apertura abre la jornada de participaciones el Jefe del Distrito de Riego de la SAGARPA.  Informó que hay una coordinación entre SAGARPA y la Secretaría de Desarrollo Rural (SEDER) y el CECAFE del Gobierno estatal. Agrega que existen 3.5 millones de pesos (MDP) para atender a la enfermedad de la roya en los cafetales, aunque precisó que esa cantidad se considera insuficiente, pues análisis recientes indican que se ocuparían entre 20 y 22 MDP para atender la pandemia agrícola en su magnitud real.

Se informó a los presentes que Erasto Cano, el Coordinador estatal del CECAFÉ se encontraba este día en la Ciudad de México dando seguimiento a unas gestorías, entre ellas una audiencia con la Secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles Berlanga, pues el martes pasado el Erasto Cano entregó una petición para atender el problema de la roya a la secretaria Robles. Además, Erasto Cano gestiona en la capital federal que el concurso nacional “taza de excelencia” se realice en Guerrero, pues los cafetaleros guerrerenses ya han ido a concursos realizados en otras entidades del País.

El Jefe de Distrito de la SAGARPA comentó también que la dependencia a su cargo atiende 11 campañas fitosanitarias como son el barrenador de aguacatero, gusano de mango y la roya del café. Agregó que SAGARPA está georeferenciando a las parcelas de café, ubicando la altitud y latitud, así como el status fitosanitario. Técnicos e ingenieros han dicho que un cafeto puede resistir hasta dos defoliaciones, producto de la enfermedad de la roya, pero en una tercera defoliación (caída total de las hojas) la planta muere. Con elevada humedad o calor la roya se propaga con mayor facilidad, dicen los expertos. 

La roya del café se manifiesta como si una tortilla se llenara de humus blanco, sólo que de color amarillento encima de la hoja; por debajo la mancha es anaranjada y termina por tumbar los folios del cafeto.

El ingeniero Daniel Román agregó que los cafetaleros deben poner más empeño en atender el problema en sus parcelas, pues es su patrimonio y fumigar directamente a los rebrotes o “retoños”, pues los folios ya infectados por el hongo de la roya ya no se pueden restablecer, aseveró. Dijo también que no habrá entrega de recursos económicos a los cafetaleros, sino en especie, a través de los fungicidas o pesticidas y otros químicos que se aplicarán, aunque una señora de Los Valles pidió que no se apliquen productos altamente nocivos para el entorno ecológico. Se debe cambiar la cultura de trabajo y no pedir dinero en efectivo, sino productos para mejorar las parcelas.

Un comentario vertido por el profesor Wilivaldo Rojas Arellano es que desde hace varias décadas los jóvenes no quieren nada con el campo y que es necesario recordarles que a la tierra hay que quererla más.

Finalmente se formó una comisión integrada por las autoridades ejidales y municipales de los pueblos productores de café para elaborar un documento dirigido al Gobernador del Estado y buscar una audiencia con el mandatario estatal.

La roya se está propagando a través del viento, las aves que vuelan y se posan en las ramas de los cafetos y el mismo hombre que también  sirve como transportador del hongo.

Si no logra contenerse a la roya, los productores de café abandonarán sus parcelas y vendrán los desmontes para convertir a las huertas en potreros. De esa manera, dejarán de existir esas fábricas naturales de oxígeno en la selva atoyaquense; se acabarán muchas arboledas, habrá menos hogar para las especies de la fauna y disminuirán los arroyos y ríos. Habrá menos vida, pues.

Los cafetaleros se resisten a que esto ocurra y subrayan que el café ha sido muy generoso, pues ha dado estudio a muchos profesionistas de la zona; también ha dado empleo a ingenieros y técnicos, algunos hasta se han retirado de la vida laboral y se han jubilado. Todo esto ha dado el café, duele perderlo. El café daba para mantener a los hijos y “hasta para los vicios”, expresó un señor.

Algunos productores proponen impulsar la unidad para gestionar con mayor fuerza ante los niveles de gobierno, también hablan de utilizar medidas preventivas para la roya.

El Jefe de Distrito de la SAGARPA pidió que si en las comunidades hay ingenieros agrónomos o técnicos se lo hagan saber para gestionar que el gobierno les de empleo en el combate a la roya.

Otros sugieren plantar nuevos cafetos de variedades más resistentes a la roya, como son las variedades Catimor, Castilla y Oro Azteca.”Tenemos que aprender a convivir con la enfermedad de la roya”,  “no sintamos que el mundo se acaba, solo hay que trabajar arduamente, “dijeron otros”.

Antonio Miguel Chávez, de San Francisco del Tibor comentó que “hay productores alejados de la cafeticultura, pero a todos nos perjudica que sus huertas estén abandonadas. Hay que motivarlos, dijo”.

Los funcionarios informaron que este martes se presentará en Chilpancingo el Plan para el combate de la roya. En tanto la comisión de autoridades se reunirá mañana en Atoyac para darle forma a su petición y buscar una audiencia con el Gobernador. También buscarán una audiencia con el Rector de la Universidad Autónoma de Guerrero, para que por medio de la Escuela Superior de Agricultura y el Centro de Investigación de Enfermedades Tropicales, ayuden a los cafetaleros ante el lastre de la roya.


La escuela de la fisiocracia surgió en Francia a la mitad del siglo XVIII. Muchos la consideran la primera escuela sistemática de pensamiento económico. Esta escuela exponía que la tierra era la fuente única de riqueza en una nación. Varios de sus exponentes, como Quesnay y Turgot, decían que un país sería más rico y más fuerte en cuanta más tierra y mayor producción del campo generara.

El concepto “fisiocracia” significa en castellano “gobierno de la naturaleza”.
LOS AÑOS MOSOS DEL CAFÉ
ESTEBAN HERNÁNDEZ ORTIZ

(Escrito el 04 de marzo de 2015 con el encabezado “Tiempos de café”).

A mi amiga María de la Luz Núñez Ramos, le escuché decir en una ocasión que su papá, el profesor Fidel Núñez Ávila, les decía que él estaba haciendo dos huertas, una en La Pintada y otra en Chilpancingo, pues mantenía el estudio de sus hijos –María de la Luz, Serafín y César-. Y así, todo mundo, siendo joven, pensaba que debería hacer una parcela con cafetos para hacerlos producir y vivir de ahí cuando se matrimoniaran. Otros decían que si no estudiaban, entonces deberían hacer su huerta de café.

Por fortuna, algunos emigraron a Chilpancingo y otras ciudades para estudiar una licenciatura. La Universidad Autónoma de Guerrero cuenta con una biblioteca en el centro de Chilpancingo, ahí trabajan José González y Fernando Sandoval Salas, el segundo es muy conocido, si uno pregunta por “Salas”. Ellos son de El Paraíso y lograron estudiar en aquellos tiempos maravillosos del café.

Allá por 1980 y 1983, las instalaciones del Instituto Mexicano del Café (INMECAFÉ) en El Paraíso llegaron a recepcionar diariamente hasta 250 toneladas de café cereza o maduro, según cuenta nuestro paisano Ernestino Brito, un trabajador del INMECAFÉ que cargaba costales de café en su cabeza y sosteniéndolos a dos manos, eso sí con una buena faja. Al medio día solicitaban permiso al encargado de aquel centro de trabajo para ir a bañarse un rato al río que pasa a poca distancia de ahí. Volvían de inmediato para continuar descargando el café de las camionetas y llevándolo a la báscula para su pesaje. Luego lo subían por una escalera al famoso “sifón”, un almacén de figura cóncava, donde se echaba el café, para luego pasar al sistema de despulpe. Posteriormente el café, ya despulpado, corría por un sistema de correteo, y llegaba a un tanque enorme donde reposaría toda la noche, para soltar el mucílago o miel y luego ser lavado para finalmente, ser extendido en aquel extenso patio, donde hoy están construidas las aulas de la escuela primaria Cuauhtémoc.

“Yo tengo mi cafetal, y tú ya no tienes naa”… decía una canción muy famosa por aquellos ayeres”.