Bienvenidas todas las personas que visiten a este blog, el cual difunde información histórica, económica, cultural y social de la Sierra de Guerrero. También se incluyen textos literarios que ayudan a promover a esta maravillosa parte del mundo que la creación nos dio. Los datos cualitativos y cuantitativos que se ofrezcan serán de acuerdo al alcance de nuestras investigaciones. Reciban un fuerte y caluroso abrazo sierreño. Fraternalmente: Esteban Hernández Ortiz.

viernes, 20 de mayo de 2016

Ya se firmó el contrato con la empresa Editorial. A mediados de Agosto salen a la venta los ejemplares de: “El Paraíso, municipio de Atoyac de Álvarez, Guerrero”.

Ya se firmó el contrato con la empresa Editorial.
A mediados de Agosto salen a la venta los ejemplares de:
“El Paraíso, municipio de Atoyac de Álvarez, Guerrero”.
Mi boleto indicaba que la salida sería a las 00:26 horas de la central de autobuses de Chilpancingo, con destino a la central del norte, de la Ciudad de México; sin embargo, el autobús salió a la una de la mañana, pues traía un retardo en su trayecto desde la Costa Grande. Antes de salir de casa, mi esposa me ofrece un café, pero yo le dije que quería dormir un poco en el viaje y que consideraba mejor no beber una taza de nuestro grano aromático.
En la central de Chilpancingo me saludo con una ex compañera de estudios en la Escuela Superior de Ciencias Sociales de la UAGro. Hace mucho tiempo que no nos mirábamos, entablamos un diálogo por varios minutos, pues ella salió a las 11:30 horas del Jueves hacia el puerto de Acapulco.
Eran las 05:35 de la mañana cuando escuché que el operador del autobús exclamó con voz fuerte: “Servidos, hemos llegado a la Central del Norte”. Recuerdo haber visto un señalamiento de la SCT que decía: “Huitzilac”. Estábamos para entonces en Tres Marías, Morelos.
Después, también recuerdo haber visto la imagen de una inmensa urbe iluminada por miles y miles de lámparas, seguramente circulaba el autobús ya más adelante de Topilejo, en las cercanías de la capital federal.
En la central del norte, un joven trabajador de una línea de autobuses me dice cómo debo dirigirme para llegar a la estación del metro Tacuba, que es donde yo debo tomar un microbús, el cual me trasladará a Lomas de Tecamachalco, en la municipalidad de Naucalpan, Estado de México.
En la multitud de pasillos que tiene la Estación “La Raza” existen cuadros que muestran las eras por las que ha pasado nuestro planeta; también hay cuadros con información de la teoría de Charles Darwin, aquel británico que el 27 de diciembre de 1831 partió en el buque Beagle, cuando andaba en sus 22 años. Darwin exploró varios lugares del mundo, entre ellos las Islas Galápagos, en el Océano Pacífico, en las costas del sur de América. De aquella travesía, que inició en 1831 y que culminaría cinco años después, Darwin obsequiaría al mundo su obra “El origen de las especies”.
Ya en uno más de esos cruces para abordar el metro, observé una reflexión del autor de “Romeo y Julieta” (William Shakespeare). Así dice Shakespeare: “Ama a todos, confía en pocos y no hagas daño a nadie”.
Ya al llegar a Tacuba, salgo de la estación del metro y me tomó, ahora sí, un café. Transcurren varios minutos y dieron las seis 25 de la mañana. Eran las siete de la mañana cuando yo estaba en Lomas de Tecamachalco, EDOMEX y me dispuse a buscar la dirección exacta de la editorial Rosa María Porrúa.
Durante el intervalo, hasta llegar a las doce del día, entro a un ciber y redacto la mayor parte de estas líneas. Más tarde, sólo las complementé.
Un trabajador de una gasolinera me dio referencias para llegar al lugar de mi cita, pero, como soy un provinciano a veces muy despistado, pues me enredé y no encontré el lugar. Luego de que yo diera varios palos de ciego, un trabajador de Correos de México me preciso exactamente el lugar a donde tenía que presentarme y se resolvió mi dilema.
La señora Rosa Ma. Porrúa, nieta del fundador de la empresa Porrúa, me atiende y me explica varios por menores del contrato; también me obsequia dos ejemplares de libros escritos por ella. Yo le he traído un frasco de miel cosechada en nuestro apiario que se ubica, en las cercanías de La Pintada.
Finalmente quedó suscrito el convenio entre mi persona y esta editorial para la publicación del Libro “El Paraíso, municipio de Atoyac de Álvarez, Guerrero”. Algunos amigos participaron en la preventa del libro; otros me apoyan con préstamos económicos y un pariente que se encuentra trabajando en los Estados Unidos, dice que “de todo corazón” dona una lanita para este proyecto.
En los próximos días tengo que definir si la edición digital la realizo a través de AMAZÓN o por medio de una cuenta propia que yo mismo tenga que abrir.
Ediciones Rosa Ma. Porrúa va a abrir, próximamente, una casa en Los Cabos, Baja California Sur, un lugar emblemático lugar que es visitado por turistas canadienses y estadounidenses durante gran parte del año.
Gracias a quienes compran por anticipado este material: Flaviano Ojendiz, María Eleazar Hernández Ortiz, Juan Carlos Pérez González, Carlos Valdez Nava y Antonio Valdez Nava.
Gracias a quienes confían en mí y me han apoyado económicamente: Yinis Antonio Reynoso y Aurelio Vázquez Villanueva.
Gracias a los paisanos que trabajan arduamente en los EE.UU y que desde allá enviaron un dinero en calidad de préstamo: Luís Araujo y Martín Lucena.
Hay amistades que hasta ayer por la tarde y por la noche se habían comunicado conmigo informándome que hoy harían sus depósitos.
Las personas que han confiado en hacer los préstamos, han recibido mi promesa de que en cuando estos ejemplares sean vendidos, su dinero retornará a sus manos.
Dentro de algunas horas volveré a la Ciudad cuna de los sentimientos de la nación. Mañana hay que estar presente en el examen del CENEVAL para buscar ingresar a los estudios de la Maestría en Humanidades en la UAGro.
La etapa que sigue es reunir el otro 50 % del costo por la edición e impresión de nuestro material. Así que se vale hacer compras en preventa, para los que no han podido hacerlo. Saludos y abrazos cordiales para tod@s.
Desde Naucalpan de Juárez, Estado de México, su amigo de hoy y siempre: Esteban Hernández Ortiz.