Bienvenidas todas las personas que visiten a este blog, el cual difunde información histórica, económica, cultural y social de la Sierra de Guerrero. También se incluyen textos literarios que ayudan a promover a esta maravillosa parte del mundo que la creación nos dio. Los datos cualitativos y cuantitativos que se ofrezcan serán de acuerdo al alcance de nuestras investigaciones. Reciban un fuerte y caluroso abrazo sierreño. Fraternalmente: Esteban Hernández Ortiz.

jueves, 1 de octubre de 2015

Basquetbol en San Vicente de Jesús.

Basquetbol en San Vicente de Jesús
Esteban Hernández Ortiz.

Me agradaba ir a ese pueblo aunque sólo fuera en los días previos y posteriores a “todos santos” de cada año. De ahí no volveríamos a ir sino hasta el año próximo. Era un pueblo que me impresionaba por sus calles empedradas – al menos las principales-, a sus alrededores había una vegetación maravillosa, sobre todo de pinos. El Pueblo donde nací y crecí tenía sus principales calles en muy mal estado y San Vicente de Jesús parecía vivir con mayor organización.

Eran los días finales del mes de octubre, cuando la temporada de lluvias ya emprendía la retirada y el café empezaba a ponerse de color limón y algunos ya estaban de color cereza en los arbustos de los cuales nace y se desarrolla ese grano que por varias décadas fue el principal sustento económico de las familias de la Sierra de Atoyac.

Aquel torneo de basquetbol culminaba entre el día 3 y 4 de noviembre y cuando se clausuraba ese encuentro deportivo, el comité organizador del torneo de baloncesto del poblado vecino de El Paraíso, hacia la invitación a lo equipos para que participaran en el torneo conmemorativo al inicio de la Revolución Mexicana.

San Vicente de Jesús mostraba un rostro de pueblo pacífico y trabajador –y así era en efecto-. Comenzaba la década de los noventa y el regiomontano grupo Bronco lanzaba sus éxitos libros tontos, oro, un golpe más, un fin de semana, Lágrimas, sal y limón; Amigo Bronco, Quíereme como te quiero y No nos vamos a olvidar entre muchos más.

De San Vicente de Jesús habia y aún hay, un camino real para caminar hacia su vecino pueblo de Río Verde; de Río Verde iban caminando los jugadores de basquetbol para participar en La Pintada; de La Pintada iban caminado a El Edén y de El Edén asistían jugadores a El Molote caminando por caminos reales. Eran tiempos maravillosos en que se podía transitar a pie, en bestia o en vehículo de un pueblo a otro sin dificutad o inseguridad alguna.

A finales de los ochentas, Los Bukis habían lanzado éxitos que hacían aflorar la nostalgia con canciones como Me volví a acordar de tí. Temas muy escuchados en aquellos tiempos. Me volví a acordar de tí es un texto musical con el que Marco Antonio Solís se presentaba en el programa televisivo Siempre en Domingo y de pasada imitaba a Rigo Tovar.

Luego surgieron éxitos de Los Bukis como Qué duro es llorar así, A donde Vayas, Ahora te vas, Tus mentiras y Quíereme. Con estos y otros éxitos musicales transcurrían los días en aquel torneo de basquetbol en el que yo disfruté mucho mi vida, aún cuando el alcoholismo gradualmente se fue apoderando de mí. Nunca fui un basquetbolista distinguido, sólo asistía para pasar ratos agradables, pues el basquetbol era una de las pocas alternativas que la juventud de mis tiempos tenía en aquella región cafetalera.

Cuando de suerte yo andaba en mis cabales, me daba por aprovechar los momentos y tomaba refrescos peñafiel, pues estos refrescos se vendían en San Vicente de Jesús , pero no en El Paraíso.

En el pueblo anfitrión surgió un equipo llamado los coralillos, en el que jugaba un zurdo, de quien se decía había sido militar y al parecer continuó por muchos años trabajando en las fuerzas armadas. No podían faltar algunos deportistas de apellido Magaña, pues era una familia nativa del lugar. De El Paraíso se integró un equipo llamado Loguin, que le disputaba a Los Cheyenes -también de El Paraíso- partidos muy emotivos.

Eran los años en que alcanzaron su mayor rendimiento jugadores paraiseños como Joaquín Abarca, alias el Pule; Miguel Ángel García, alias el Palle; Jorge Luís Magaña, el toronjo, y Jorge Bautista. La gran mayoría de ellos empezaron a resaltar desde los torneos que se realizaban entre secundarias técnicas. La Secundaria Técnica 76, de El Paraíso contendió durante varios años consecutivos por el primer lugar ante equipos de Tenexpa o Petatlán. De ahí surgieron varios jugadores que alegraban las tribunas del basquetbol en El Paraíso y otros poblados.

Hay un punto de los de mayor altura en la región conocido como el Cerro de La Peineta, en las inmediaciones de San Vicentede Jesús, Río Verde y El Paraíso. Cuentan los pobladores de mayor edad que hasta aquel cerro iban a traer pachol de café para hacer sus huertas y cuando ya el plantón de café escaseó aún más, entonces la gente de El Paraíso iban a pie o en bestia hasta La Remonta para llevar plantas pequeñas de café y poder levantar sus primeras parcelas.

La hermandad de los pueblos no debe dejarse de lado; por el contrario deben cultivarse lazos de amistad que generen armonia, trabajo y prosperidad.