Bienvenidas todas las personas que visiten a este blog, el cual difunde información histórica, económica, cultural y social de la Sierra de Guerrero. También se incluyen textos literarios que ayudan a promover a esta maravillosa parte del mundo que la creación nos dio. Los datos cualitativos y cuantitativos que se ofrezcan serán de acuerdo al alcance de nuestras investigaciones. Reciban un fuerte y caluroso abrazo sierreño. Fraternalmente: Esteban Hernández Ortiz.

martes, 16 de agosto de 2016

“Dime cómo te alimentas y te diré quién eres”

“Dime cómo te alimentas y te diré quién eres”
Esteban Hernández Ortiz.

El  dicho popular “dime con quién andas y te diré quién eres” bien puede en la actualidad ajustarse a una nueva sentencia que diga “dime cómo te alimentas y te diré quién eres”.

En nombre de la modernidad, hoy enferman y mueren miles de personas, a consecuencia de diversos padecimientos cuyo origen radica en la incorrecta cultura alimenticia que incluye comida rápida como hot dogs, hamburguesas, pizzas, pollos rostizados o de Kentucky, y frituras de todas clases, en las cuales las grasas están  en abundancia. Los refrescos están presentes en las mesas de la mayoría de los hogares y casi no se opta por disfrutar de deliciosa y nutritivas aguas de frutas de temporada que se producen en todos los pueblos y en una pequeña área verde de una propiedad en la ciudad. La coca cola llega a los lugares más recónditos. Y si a eso agregamos unos cuantos cigarros y unas cuantas copas o cervezas al día o a la semana, entonces nuestra salud se perjudica aún más. Tal vez nos conforme aquello de que “Nada con exceso y todo con medida”.

“Vivir en la modernidad” significa para el capitalismo rapante entrar a los supermercados y atiborrar “su  carrito” de productos embutidos, bebidas con altos contenidos de colorantes y endulzantes artificiales que solo dañan nuestros órganos como riñones, intestinos y demás. La contraparte es acudir a los tianguis campesinos o mercados pueblerinos o de los barrios en las ciudades, donde se venden productos orgánicos, cuya producción no lesiona la salud humana ni la vida del planeta. Los pequeños comerciantes y productores de estos lugares se oponen a los productos transgénicos que alteran el normal funcionamiento de vegetales y animales.

La desnutrición sigue siendo un problema en el campo y la ciudad debido al no tener a su alcance los alimentos sanos que requiere su organismo. En el otro polo existe el fenómeno de la mal nutrición, hay gente que tiene los recursos económicos para alimentarse bien, pero se confunde y cree que una buena alimentación es comer como todo un glotón y vivir con sobrepeso u obesidad, debido a la comida chatarra.


Los tediosos y apresurados días que se viven en la ciudad hacen que muchas personas no se destinen para sí mismas una media hora, por lo menos, para hacer ejercicio que contribuya a una mejor salud. Querámonos más.