Bienvenidas todas las personas que visiten a este blog, el cual difunde información histórica, económica, cultural y social de la Sierra de Guerrero. También se incluyen textos literarios que ayudan a promover a esta maravillosa parte del mundo que la creación nos dio. Los datos cualitativos y cuantitativos que se ofrezcan serán de acuerdo al alcance de nuestras investigaciones. Reciban un fuerte y caluroso abrazo sierreño. Fraternalmente: Esteban Hernández Ortiz.

jueves, 10 de diciembre de 2015

12.- Historia de la parroquia de la iglesia católica en El Paraíso, Sierra de Guerrero.


12.- Historia de la parroquia de la iglesia católica en El Paraíso, Sierra de Guerrero.

La señora Catalina González Márquez nació el día 31 de diciembre de 1946 en la comunidad de Las Rosas, municipio de San Miguel Totolapan, Guerrero. Llegó a El Paraíso cuando contaba con siete años de edad. En aquel pueblo nació ella y todos sus hermanos.

En entrevista a la señora Catalina González Márquez el día domingo, 18 de enero de 2015 esto fue los que nos comentó a cerca de sus orígenes y de la historia de la iglesia católica en este poblado:

“Mi papá, el señor Pedro González Hernández, falleció el 27 de agosto de 1996 y fue hermano de los señores Epifanio González Nava y de doña Arcadia González, quienes también fueron vecinos de El Paraíso. Mi madre fue la señora Margarita Márquez Solano y nació en Pandoloma, municipio de Heliodoro Castillo[1]; murió en 1976.

El primer sacerdote que vino a nuestro pueblo fue Gabriel Ocampo, hermano de don Eufemio Ocampo, uno de los primeros comerciantes que hubo en la comunidad. El sacerdote Gabriel visitaba al pueblo el primer viernes de cada mes, confesaba, daba misa y aprovechaba para visitar a su hermano. El padre Gabriel tenía a su cargo la parroquia Cristo Rey en Acapulco. Fue desde 1970 cuando el padre Gabriel nos empezó a visitar. Yo le escuchaba decir que él era “canónigo”, algo más que sacerdote, como para ser arzobispo, aunque nunca llegó a serlo.

Para 1978 llegó al Paraíso el padre José Limón Mendoza, que por cierto aún no era sacerdote cuando empezó a venir a la comunidad, y El Paraíso aún no era parroquia, dependíamos de Atoyac. Algunos años después el padre Limón se retira otra vez y llegó el sacerdote Bonifacio Vergara Ocampo. El padre “Boni” traía un vehículo zafari y su auxiliar se llamaba Antonio. A Antonio le gustaba mucho jugar futbol con los jóvenes de la comunidad. El padre Boni regresó en el año de 1987.

Las peregrinaciones empezaron en 1978, Yo le sugerí al padre limón que se hicieran y él aceptó mi sugerencia. Entonces empezamos también con un grupo juvenil yo e Isabel Pinzón, íbamos a dar catecismo a San Vicente de Benítez, recuerdo que la gente estaba muy desmoralizada por los efectos de la guerrilla de Lucio Cabañas. Estuvimos visitando a San Vicente de Benítez como tres años, pero luego hubo muchachos que hicieron su primera comunión empezaron a ayudar para llevar el catecismo a otros pueblos cercanos”.



[1] Las declaraciones de la señora Catalina González Márquez respecto al origen de sus progenitores nos da una orientación de que los primeros pobladores de El Paraíso procedían de otros pueblos del llamado Filo Mayor, ahora el corazón de la región Sierra de Guerrero.

c) Fiesta brava en la Sierra de Guerrero.


 

c) Fiesta brava en la Sierra de Guerrero.

Una de las mayores diversiones en la Sierra es la fiesta brava.  Por lo general se realiza el jaripeo en las fiestas patronales. En el palco de madera una banda de música alegra la fiesta con dianas a los cuatro vientos, mientras en el centro del rodeo un grupo de guapísimas jóvenes bailan, vestidas de mezclilla y en camisas cuadradas con pañuelos y sombrero. El animador anuncia al toro y a su jinete, también el rancho donde ha sido criado el animal, que a veces puede ser un torete o ternera. El montador se coloca al lomo del toro dentro del callejón de madera o de herrería. Una vez que se hace el anuncio final se abre la puerta para dar paso al vacuno que sale hecho la mocha con bastante coraje para derribar a su jinete, aunque no siempre consiga tumbarlo. Entonces el montador bajará ovacionado por los aplausos, las madrinas entran y regalan flores al montador y bailan con él.


 

Algunos montadores se hincan y elevan una plegaria antes de montar, pues están muy conscientes del riesgo que se vive en ese trabajo que realizan con mucha pasión.  La fiesta taurina ha tenido intérpretes de la talla de Goya quien no reprime su genio en la serie “Torrecillas” y “Tauromaquia”.

 
En 1997 el doctor Ramiro A. Pestana y otros tres colegas suyos elaboraron un trabajo titulado “trauma por cornada de toro”[1]. Experiencia en el hospital universitario de Cartagena. Comentan que al principio la fiesta brava española fue propiedad de la clase alta, pero que alrededor del 1700, al llegar los borbones con Felipe V, la aristocracia como clase pierde hegemonía y abandona el toreo al considerarlo vulgar para la corte, esto es aprovechado por la plebe para agenciarse como suya la fiesta de los toros. 


[1] Señalan que el toro es capaz de sostener en su cornatura un peso equivalente a tres veces su propio peso. Entonces, por eso  vemos a los toros que ya enojados levantan a los caballos que montan los caporales o golpean fuertemente el cercado y  no se diga las escenas en que el montador es severamente lesionado por el toro.

c) “Para todo mal mezcal y para todo bien, también”[1].


c) “Para todo mal mezcal y para todo bien, también”[1].

El mezcal es una bebida que se obtiene de la cocción y fermento de maguey, que pertenece a la familia de las asparagales, a partir de la cocción de su tallo y de sus pencas. Se estima que se produce en 24 entidades de nuestra nación.

El concepto “mezcal” viene del náhuatl mexcalli, que significa pencas de maguey cocidas. Fue en 1994 cuando se otorgó la protección en denominación de origen del mezcal guerrerense, protegiendo a nivel mundial a este producto a través de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, con residencia en Ginebra, Suiza.

Se cree que en Guerrero la producción de mezcal alcanza un millón 400 mil litros de al año, con un padrón de 775 productores registrados de maguey y 450 productores de mezcal.

El mezcal encierra un enigma con muchas creencias y misterios acumulados con el transcurso de cientos de años. “Para todo mal mezcal y para todo bien también” dice un dicho popular. Es común que antes de comer un pozole, la gente tome una copa de mezcal.

El productor debe esperar hasta siete años para que las plantas estén en edad óptima para ser procesadas y obtener un delicioso y competitivo mezcal ante las rigurosas normas de comercialización.

El sabor característico del mezcal tiene que ver con un complejo proceso de separación de tallos y de las raíces que lo rodean, para obtener las piñas, que se cuecen y luego de muelen. En Guerrero se acostumbra reposar el mezcal con damiana, jumilines,  y nanches, acompañado de un buen queso de sincho.

En Guerrero existen 15 marcas certificadas de mezcal y se exporta a 22 países, como Japón, Australia, Rusia, Francia y China, entre otros. La producción del mezcal ha venido evolucionando en su procesamiento, pasando de las prácticas rudimentarias de destilación en ollas de barro hasta la utilización de  laboratorios con tecnología avanzada con materiales de cobre o acero inoxidable, entre otros materiales.

Esta industria, que se encuentra en amplio repunte, emplea hoy a unos cinco mil trabajadores y 108 mil hectáreas de producción de maguey. Se estima que hay 150 especies de maguey en México.

En la sierra de Guerrero se produce mezcal en Coatepec de la Escalera y Yextla, pueblos pertenecientes a la municipalidad de Leonardo Bravo, con cabecera en Chichihualco, Guerrero. También en Zihuaquio, municipio de Coyuca de Catalán, Guerrero.

La obra “Guerrero. Monografía estatal”, publicada por la Secretaría de Educación Pública en 1997, dice en su página 71 que en el año 1850 los Purépechas tenían dos capitales, ambas en el actual Estado de Michoacán, entonces conquistaron Coyucan –hoy Coyuca de Catalán-, llegando hasta Zacatula y prosiguiendo a Coahuayutla, por la cordillera, antes de llegar a Mexiquito, en el actual municipio de Zirándaro. Allí el gobernante del lugar regaló a Hirepan una jícara con diamantes  pulidos y sirvió de guía a su gente por el camino del río Xhiguaquio, que significa “lugar rayado de varios colores”, hacia Coyuca. En el camino se percataron de que el río destellaba brillos por el polvo de oro  que se notaba en sus arenas[2].

Dice Raúl Sendic García que “Antes de que el mezcal se industrializara –me contaba mi abuelo Feliciano Estrada Ayala, fabricante en el centro de La Montaña–, los inspectores de alcohol y el Ejército perseguían a los productores y destruían sus instalaciones, acosados y señalados por las grandes empresas productoras de tequila”.

I.- Mezcal de Zihuaquio, sierra de Coyuca de Catalán[3].

El ejido de Zihuaquio, Guerrero, se compone por 14 comunidades y cuenta con 72 vinatas productoras de maguey.

Desde hace más de 200 años, la siembra de agave para la producción y venta de mezcal es la principal rama productiva para los pobladores de Zihuaquio, esta tierra que tiene fama de buenas carnitas y buen mezcal. Las manos experimentadas de hombres y mujeres transforman el maguey en mezcal, siguiendo un proceso artesanal aprendido durante cientos de años. Durante la temporada de lluvias, cuando la producción de mezcal se detiene, se encargan del cultivo de maíz.

El diario La jornada Guerrero, publicó el lunes 5 de agosto de 2013 una nota de Hercilia Castro con el título “Galardonan en Durango al mezcal Guache de Azueta[4]”. La nota refiere que el productor y promotor mezcalero Adán Coria Farfán dijo que ganaron el primer lugar con el mezcal Guache en ese encuentro nacional. Coria Farfán añadió que  la temporada pasada produjeron seis mil litros en Zihuaquio y que a nivel sierra, produjeron entre 10 y 12 mil litros de mezcal.



 
[1]Fuente de consulta el día lunes dos de febrero de 2015: http://www.lajornadaguerrero.com.mx/2013/04/19/index.php?section=opinion&article=002a1soc (artículo de Raúl Sendic García Estrada).
 
[2] Es por el rumbo de Placeres del Oro en Tierra Caliente.
 
[3]Con base en una nota periodística publicada el 25 de agosto de 2014 y consultada el día lunes dos de febrero de 2015 en: http://guerrero.quadratin.com.mx/Ejercito-siembra-el-terror-en-la-tierra-del-mezcal/
 
[4] La marca de mezcal “Guache” es de Zihuaquio, municipio de Coyuca de Catalán y no es de Zihuatanejo.
 

5.- Cuando la Sierra se recorría solamente a pie o en bestia.



 

5.- Cuando la Sierra se recorría solamente a pie o en bestia.

En tiempos en que la carretera no comunicaba a los pueblos de lo alto de la sierra se tomaba el té de toronjil, pues el café, cultivado en la sierra de Atoyac, llegó hasta que la carretera fue comunicando a los pueblos, ya que las compañías extractoras de maderas asediaban las riquezas maderables de la región. La compañía maderera Arturo San Román explotó los bosques empezando del cerro Teotepec[1] hacia la Tierra Caliente y del cerro Teotepec hacia la Costa la explotación maderera corrió a cuenta de la compañía Silvicultora Industrial, de inversiones canadienses.

El operador de maquinaria de construcción José Ramales, quien trabajó para hacer llegar la carretera de El Paraíso hasta el Puerto del Ángel[2]. Pobladores cuentan que el trabajo de Ramales llegó unos doscientos metros delante de Puerto del Ángel, con dirección a “El Ranchito” y que el trabajo estaba a cargo de la compañía “maderas Papanoa”.

En El Paraíso, municipio de Atoyac de Álvarez vive el señor Román Abarca Corona y el 12 de Enero de 2015 lo entrevisté, el señor Abarca Corona comentó:

“Mi papá, el señor Francisco Abarca, era un pequeño comerciante que empezó a viajar en bestia desde Arcelia, cruzando por la sierra hasta llegar a El Paraíso, cuando corría el año de 1958. Tardaba seis o siete días el viaje, dependiendo del cansancio de las bestias. En Ocasiones llegaba hasta San Vicente de Benítez. Para entonces Yo tenía diez años de edad y cuando cumplí los doce años, mi papá empezó a traerme.


Me interesé por el pequeño comercio y de San Vicente de Benítez me acompañaba don Esteban Franco[3], paisano de Tierra Caliente, a vender perfumes, hilos de coser y otros productos que yo acomodaba en un cartón a La Soledad, a Puente del Rey, al Cacao, a Los Piloncillos y a otras comunidades. Por aquel entonces un peón ganaba tres pesos por día, si uno ayudaba a cosechar café te pagaban a peso la lata. Después me dio por vender naranjas y algunos días vendía hasta trece pesos por día, quedándome una considerable ganancia. ¡¡Nada que ver con tres pesos a chaponar una huerta de café!! Me quedé en El paraíso en 1962 y desde entonces aquí he vivido”.

La vía terrestre más extensa que comunica a la sierra es la de Casa Verde- Filo de Caballos- Tlacotepec- Puerto del Gallo. De puerto del Gallo, se puede continuar hacia Linda Vista o hacia El Paraíso. Todos los días, a las siete de la mañana, sale una camioneta tipo urvan de Chilpancingo hacia Linda Vista, el costo del pasaje es de trecientos pesos.. En esa ruta se pasa a medio pueblo de El Gallo, municipio de Heliodoro Castillo, la comunidad que se encuentra a mayor altura en el cerro del Teotepec, el más alto de Guerrero. De Linda Vista se puede viajar vía terrestre hacia San Miguel Totolapan.



 
[1] Como ya se ha mencionado, el cerro de Teotepec es el punto más elevado en el Estado de Guerrero y cuenta con 3705 Metros Sobre el Nivel del Mar, seguido del Tlacatepec con 3495 MSNM. Del lado del municipio de Atoyac el primer pueblo junto al Tlacatepec se llama “El Tambor”, hacia el municipio de Heliodoro Castillo el primer pueblo es “Agua Fría”. Guerrero Monografía estatal, edición 1997, página 15.
 
[2]El profesor Jaime Ramales Bonilla es director de la Escuela Secundaria número 14, República de Canadá en la cabecera municipal de Atoyac de Álvarez, Guerrero y es hijo del operador de maquinaria de construcción José Ramales.
 
[3]Por muchos años don Esteban Franco vendió productos como servilletas para tejer, tijeras, sombreros, cadenas y candados, entre muchos más, en el zócalo de El Paraíso, donde acomodaba su puesto ambulante. Don Esteban siempre usaba sombrero de astilla y huaraches. Tenía un hijo de nombre Candelario.
 

c) Testimonios de la Revolución Mexicana por habitantes de El Paraíso, municipio de Atoyac de Álvarez, Guerrero.


 

c) Testimonios de la Revolución Mexicana

por habitantes de El Paraíso, municipio de
 
 
Atoyac de Álvarez, Guerrero.

III. Ramón González Nava.
 
El 2 de noviembre, día de los fieles difuntos, Don Ramón González coloca una foto del General Emiliano zapata en su altar y le ofrenda, pues fue algo que su padre le inculcó. Don Ramón nació en Yextla, municipio de Leonardo Bravo, Guerrero, cuenta con 83 años de edad y es hijo de la señora Cecilia Nava Adame y del señor Anteoco González Poncelis, quien participó en la Revolución Mexicana al lado del zapatismo. Conserva una foto semidestruida del General, pues su padre se la heredó. La foto está semidestruida, porque fuerzas contrarias al zapatismo un día llegaron a Yextla y quemaron la casa de don Anteoco.


Habla don Ramón González: “mi padre fue Sargento en el ejército de Emiliano Zapata y participó en un combate en Mezcala, al lado del General Heliodoro Castillo. Fue compañero de filas con don Gilberto Jiménez Alcaraz, un señor reconocido en la Secretaría de la Defensa Nacional como partícipe de la Revolución Mexicana. Yo tenía diez años de edad cuando su padre llegó al Paraíso y para entonces había unas cinco casas cerca de donde ahora está la iglesia. Mi padre murió el 10 de diciembre de 1969 en El Paraíso. Los soldados acompañaron en su velorio y en el sepelio, pues a escaso metros de nuestra casa estaba un cuartel militar”. Hasta aquí las palabras de Don Ramón.