Bienvenidas todas las personas que visiten a este blog, el cual difunde información histórica, económica, cultural y social de la Sierra de Guerrero. También se incluyen textos literarios que ayudan a promover a esta maravillosa parte del mundo que la creación nos dio. Los datos cualitativos y cuantitativos que se ofrezcan serán de acuerdo al alcance de nuestras investigaciones. Reciban un fuerte y caluroso abrazo sierreño. Fraternalmente: Esteban Hernández Ortiz.

miércoles, 28 de agosto de 2019

La cafeticultura en la Sierra de Atoyac de Álvarez, Guerrero.



Imagen de mi archivo personal. Fotografía que tomé en La Pintada, municipio de Atoyac de Álvarez, Guerrero, el 30 de diciembre de 2018.


La cafeticultura en la Sierra de Atoyac de Álvarez, Guerrero.



Esteban Hernández Ortiz.




La cafeticultura y la silvicultura movilizaron a personas de distintos lugares del Estado de Guerrero y de otros Estados de la república mexicana hacia la Sierra de Guerrero entre los decenios de 1940 a 1980. 

El cultivo del café llegó a la sierra atoyaquense en 1882. El señor Claudio Blanco trajo unas semillas de café de Michoacán y los sembró en su finca El Gamito, donde hoy se ubica el poblado de El Porvenir. Cinco años después, don Claudio Blanco vendió su finca al señor Gabino G. Pino, tierras que en su mayor parte estaban sembradas de plátano y tenían poco café. Ya después, el señor Gabino Pino González trajo cafetos desde Tapachula, Chiapas y realizó plantaciones de café cerca de la comunidad de La Soledad. En esa empresa fue invitado el técnico guatemalteco Salvador Gálvez, por don Gabino Pino. El técnico realizó estudios a la tierra y por esa razón la parcela de café fue bautizada como El Estudio (Galindo, Entre palmera y cafetal. Atoyac, historia cultura y tradición Guerrero. 2010, 34)

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En el auge de la cafeticultura que se vivió en la Sierra de Atoyac, entre la década de 1940 a la de 1980, hubo personas que migraron de la Tierra Caliente de Michoacán y de la zona terracalentana de Guerrero hacia la Sierra, llevando ganado equino a vender a la Sierra y llegaban hasta la Costa Grande, de donde a su regreso trasladaban dulces de coco y sal hacia la Tierra Caliente (Luviano 2015).[1] Otros calentanos comerciaban desde Arcelia hacia la Sierra con diversos productos como el mezcal transportado en “castañas”.

También de La Montaña de Guerrero hubo personas y familias que se quedaron a vivir en la Sierra de Atoyac, en los tiempos en que viajaban para trabajar en las actividades de los cafetales (Ortiz, El Paraíso, municipio de Atoyac de Álvarez, Guerrero 2017, 69-70 y 158.). Estos casos acrecentaron la variedad de culturas y formas de pensar.



Fuentes de consulta:     



Galindo, Víctor Cardona. Entre palmera y cafetal. Atoyac, historia cultura y tradición Guerrero. Chilpancingo, Guerrero, México: Editorial garrobo, 2010.

Luviano, José Guadalupe Ortiz, entrevista de Esteban Hernández Ortiz. (23 de julio de 2015).

Ortiz, Esteban Hernández. El Paraíso, municipio de Atoyac de Álvarez, Guerrero. México: Ediciones Rosa Ma. Porrúa, 2017.







[1] Entrevista realizada en junio de 2015, en el pueblo de Puente del Rey, municipio de Atoyac de Álvarez, Guerrero, al señor Guadalupe Ortiz Luviano, quien era nativo de la comunidad de El Capire, municipio de Cutzamala de Pinzón, Guerrero.