LA NORMAL POCO CONOCIDA.
ESTEBAN HERNÁNDEZ ORTIZ.
En el marco del Primer Coloquio
“Hermenéutica de las Humanidades”, celebrado en la Escuela de Filosofía y
Letras de la Universidad Autónoma de Guerrero, uno de los diez trabajos
presentados por los alumnos de la tercera generación de la maestría en humanidades
tuvo un análisis directo con la desaparición de los 43 estudiantes de la Normal
Rural Raúl Isidro Burgos, de Ayotzinapa. Al evento acudieron el día viernes, 07
de octubre, cuatro jóvenes estudiantes de esa Normal, quienes compartieron con
el público algunos antecedentes históricos y la vida actual en su escuela;
varias reflexiones respecto al sistema que hoy día prevalece en todo el orbe, y
un recuento de la vida de la Normal de Ayotzinapa, posterior a las fatídica
fecha del 26 de septiembre de 2014.
Un joven de segundo año empieza por
explicar que al interior de esa Normal la vida circunda en cinco ejes de
enseñanza-aprendizage.
1.- PRODUCCIÓN. Los estudiantes
diariamente participan en actividades agropecuarias, ordeñando alguna vaca y/o
cultivando verduras o cereales. Aseguran que su principal propósito no es
sobrevivir, sino ratificar cómo es la vida del campo, pues ellos proceden de
familias campesinas, tanto de Guerrero, cómo de otros lugares del País.
2.- DEPORTE.- Los jóvenes aseguran
que el deporte les “oxigena la mente” para pensar y repensar mejor lo que
sucede en su entorno. Hacer ejercicio les brinda salud, pese al restringido
presupuesto alimenticio que recibe la Normal por parte del gobierno. Ellos
aseguran que se presupuestan cincuenta pesos por cada normalista para la
alimentación de cada uno de los poco más de 400 estudiantes de Ayotzi.
3.- CULTURA. “No hay joven que no
cuente con alguna habilidad cultural”, aseguran estos estudiantes de
Ayotzinapa. La pintura, la danza, el canto, la poesía o tocar algún instrumento
musical son dones en cada joven. Y ese potencial debe aprovecharse,
manifiestan.
4.- ACADEMIA. Esta comisión asegura
que en Ayotzi si se estudia y que muchas veces lo hacen a horas de la
madrugada, pues aspiran a ayudar a sus padres,
cuando ellos ya sean profesores y cuando sus progenitores “ya no tengan
la misma fuerza en las rodillas para poder caminar”.
5.- POLÍTICA. Los chavos de Ayotzi
manifiestan que el gobierno los reprime, económica, financiera y políticamente.
La Normal no cuenta con vehículos para realizar sus prácticas comunitarias como
futuros profesores.
Las matrículas para nuevos ingresos a
la Normal cada año se reducen y entonces, ellos se ven necesitados de
protestar, pues pese a las condiciones materiales, económicas y de coacción,
muchos jóvenes, hijos de campesinos, siguen llegando a solicitar su ingreso a
esa Normal, a la que ven como la única opción de “ser alguien en la vida” y
apoyar así a sus padres, a pesar de las carencias materiales que se reflejan en los servicios de alimentación y dormitorio, entre otros.
Los normalistas defienden sus
prácticas de protesta, aseguran que no tienen otras opciones para exigir
apoyos, pues “su hubiese otra clase de gobiernos, que atendiera sus
necesidades” no habría necesidad de manifestaciones.
Un profesor aseguró en el acto de
clausura que, siendo Cuba un País sin ingresos petroleros y otras captaciones
financieras, el sistema de gobierno de esa isla, permite becar a los niños y
jóvenes desde la primaria hasta posgrado.
Otro joven normalista dijo que la
Normal de Ayotzinapa pertenece a la Federación de Estudiantes Comunistas y Socialistas
de México, y que ellos no están de acuerdo con que en este País halla diez
familias multimillonarias y existan a la vez más de 60 millones de pobres.
Mencionan que el Capitalismo sacó de los programas de estudio a las asignaturas
que hacían reflexionar al estudiante respecto al medio social y natural en que
vive. Ahora –dicen- el gobierno busca desaparecer a las Normales Rurales, que
son de los escasos espacios de conciencia crítica. Estas y otras ideas fluyen
en el pensar cotidiano de esa Normal, cuyo espacio geográfico fue una hacienda
en la que se explotaba a los campesinos en tiempos del porfiriato. Así
reflexionan los estudiantes, de Ayotzinapa, “lugar de tortugas”,
etimológicamente hablando.
Las Normales Rurales se crearon después de la Revolución Mexicana; llegaron a ser 36, hoy sólo quedan 17.