Bienvenidas todas las personas que visiten a este blog, el cual difunde información histórica, económica, cultural y social de la Sierra de Guerrero. También se incluyen textos literarios que ayudan a promover a esta maravillosa parte del mundo que la creación nos dio. Los datos cualitativos y cuantitativos que se ofrezcan serán de acuerdo al alcance de nuestras investigaciones. Reciban un fuerte y caluroso abrazo sierreño. Fraternalmente: Esteban Hernández Ortiz.

martes, 1 de noviembre de 2016

Doña Evarista Andrés Pérez fue presidenta del comité de padres de familia de la Escuela Preparatoria, -hoy preparatoria número 45, de la Universidad Autónoma de Guerrero- en el ciclo escolar 2001-2002. Fue Presidenta del comité de padres de familia en la escuela secundaria técnica en 1995 y también miembro suplente del Comisariado ejidal en el trienio 1996-1999. Es hija de la señora Paula Pérez Araujo y del señor Lucio Andrés Antonio. Cuando su papa fue autoridad ejidal realizó gestiones en la Ciudad de México para que en El paraíso hubiera “una partida militar” de once soldados, conocido como “un pelotón”. Cuenta doña Evarista que su mamá preparaba comida a la oncena de militares durante los primeros tres días a que llegaba a El Paraíso un pelotón, en tanto llegaban sus esposas o alguna persona encargada de preparar los alimentos. Doña Evarista cuenta que por los años 1961 y 1062 hubo un señor de apellido Guizar, quien junto con su esposa Imelda, daban un desayuno a los niños cerca de la casa del señor Emiliano Sotelo. El señor Guizar y su esposa Imelda vivieron por algún tiempo frente a la iglesia. También platica doña Evarista que su mamá, era parte de un grupo de mujeres que participaban en los deslindes ejidales. Entre ese grupo se pueden mencionar a las señoras Severiana Ciprés, Catarina Ciprés, María Romero (mamá del señores Antonio y Lucio García), María Jiménez (mamá del señor Irene Ávila) y Sóstenes Catalán, entre otras. Doña Evarista recuerda cuando entró la carretera a este pueblo. Dice que fue el ingeniero Ramales, quien era el operador de la máquina, y que se formó una comisión de jovencitas para colocar al ingeniero una cadena de flores de cempasúchil, a manera de gratitud por su trabajo. Paula Edith Victoria Andrés es hija de la señora Evarista Andrés y a la vez, es nieta de doña Paula Pérez. Paula Edith fue tesorera del comité de padres de la escuela primaria Cuauhtémoc en el ciclo escolar 2010-2011, y en ese año se colocó el techado de la cancha de basquetbol en ese plantel educativo.


lunes, 31 de octubre de 2016

El antigüo INMECAFË, hoy día.







Los restos del extinto INMECAFÉ en El Paraíso, Municipio de Atoyac de Álvarez, Guerrero.








La poza verde. Sus aguas bajan de la Siberia y cruzan por la colonia INMECAFÉ, para encontrarse con las aguas de otros dos ríos que corren por el centro de El Paraíso.




Don Martín Araujo Nájera, dos veces comisario municipal de El Paraíso, Municipio de Atoyac de Álvarez, Guerrero, en una de varias "rachas" tensas, contradictorias y hasta violentas que este pueblo ha vivido a lo largo de sus historia.


Don Raúl Galván Martínez, ex trabajador del INMECAFÉ en El Paraíso, Municipio de Atoyac de Álvarez, Guerrero, México. Laboró en las instalaciones de compra del café, desde antes a que se estableciera el INMECAFÉ, en los tiempos en que compraba café la familia Avellaneda y después estableció la compra el señor Álvaro Nogueda, hermano del ex gobernador de Guerrero, Israel Nogueda Otero.


jueves, 27 de octubre de 2016

LOS CAMINOS DEL SUR.

LOS CAMINOS DEL SUR.
ESTEBAN HERNÁNDEZ ORTIZ.

Sin menoscabo de los aportes nacionales que en la historia han realizado grandes héroes de las tierras del Sur, quiero por hoy ofrecer algunas reflexiones en torno a nuestro querido estado de Guerrero, mismo que en este día cumple 167 años de haberse fundado, teniendo como primer Capital a Tixtla, luego Iguala y ahora, Chilpancingo.

En julio de 1986, México firmó  en Ginebra, Suiza, su adhesión al Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT). Se manejaba la promesa de que México recibiría un trato especial debido a su condición de “país en desarrollo”, y además nuestra nación tendría plena soberanía sobre sus recursos naturales, máxime en el llamado “sector energético” [1]. Había sectores de la población mexicana a los que les parecía que el GATT no rendía los frutos anunciados en favor de México, sobre todo en la agricultura y sus recursos naturales. El uno de enero de 1995, la Organización Mundial del Comercio sustituyó al GATT[2].

Con tales resabios, había Organizaciones que no compartían la idea de que México se adhiriera al Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos y Canadá, sin embargo desde 1990 los presidentes Bush y Salinas iniciaron las conversaciones a efecto de que en el referido Tratado se anexara a México. Así vendría mucho bienestar para la población mexicana, aseguraban sus promotores.

Para 1988, el gobernador de Guerrero, José Francisco Ruiz Massieu, presentó su Plan Estatal de Desarrollo, incluyendo cuatro súper proyectos: Punta Diamante, de Acapulco y Marina en Ixtapa-Zihuatanejo; la Autopista del Sol, cuyos peajes son de los más caros de México; la reconstrucción del sistema de riego en Tierra Caliente y la Carretera al Filo Mayor, que comunicaría de Casa Verde, Municipio de Eduardo Neri (Zumpango) a Vallecitos de Zaragoza, municipio de Zihuatanejo de Azueta, pasando por Tlacotepec, El Gallo y Toro Muerto, en la alto de esta región. La carretera de la sierra sigue relegada hasta la fecha, pues seguramente en las grandes élites gubernamentales considerarán que dadas las escasas contribuciones que la población serrana hace al Servicio de Administración Tributaria, no se compensa – a su juicio- una inversión de tal magnitud para efectuar esa obra carretera.

En los tiempos de las guerrillas encabezadas por Genaro Vázquez Rojas y por Lucio Cabañas Barrientos, el gobierno se apresuró a construir carreteras y a llevar las tiendas del Consejo Nacional de Subsistencia Popular (CONASUPO), pero de ahí para acá, las prioridades para esa región son menores.

El doce de julio de 1991 dieron principio las conversaciones entre los Presidentes George Bush y Carlos Salinas a efecto de que México se adhiriera al Tratado del Libre Comercio De América del Norte. Las negociaciones concluyeron en agosto de 1992. Varios sectores, incluyendo a campesinos, académicos y sindicatos, entre otros, protestaban y aseguraban que las negociaciones excluían temas nodales como la protección ambiental, asuntos migratorios, derechos humanos y la seguridad alimentaria.

Laura Carlsen (2003. P.8) refiere que desde que México ingresó al GATTT, todos los gobiernos mexicanos han facilitado la inversión extranjera, al reducir la intervención reguladora del Estado, acatando con puntualidad los lineamientos de ajustes diseñados desde el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.

El TLCAN abrió las puertas para industrias mineras canadienses llegaran a México a explotar los recursos, pues en México existen menos exigencias para la conservación del ambiente, que en Canadá y en Estados Unidos. Así las circunstancias las ganancias que obtienen en México son mucho mayores que las obtenidas en su País, en virtud de las mayores inversiones que allá deben realizar por mandato legal para proteger al ambiente. Por ello, las empresas canadienses prefieren invertir en Guerrero para explotar los recursos minerales.

De acuerdo a información publicada por la Organización de Derechos Humanos de la Montaña de Guerrero “TLALCHINOLLAN”, la empresa canadiense CAMSIM recibió una concesión minera conocida como “La Diana”, cuya superficie a explotar es de 15 mil hectáreas situadas en Zitlaltepec, Iliatenco, Paraje Montero y Malinaltepec, en la región Montaña de Guerrero[3]. Tlalchinollan también dice que la empresa inglesa OCHSCHILD fue beneficiada mediante la concesión llamada “Corazón de Tinieblas”, cuya superficie a explotar es de 50, 000 hectáreas, afectando a núcleos agrarios de Totomixtlahuaca, Acatepec, Tenamazapa, Pascala del Oro, Colombia Guadalupe, Iliatenco, Tierra Colorada y San Miguel de Progreso. Como ya se refirió, las medidas para la protección ambiental son muy laxas o “suaves” en México, de forma tal que los empresarios de Estados Unidos, Canadá y países europeos, prefieren concursar para ganar concesiones en México.

En el sector de la silvicultura ocurren similares facilidades para los inversionistas que explotan las maderas. La empresa Boise-Cascade Forest Products suscribió un convenio con el gobierno de Guerrero para extraer de 20 a 30 millones de pie-tabla anualmente durante cinco años, es decir de 1995 al año 2000. A pesar de que la trasnacional negara haber firmado ese convenio, organizaciones como Greenpeace aseguran que dicho acuerdo si existe (Carlsen. 2003. P. 60).

Con el llamado error de diciembre en 1994, la crisis continuó y en 1995, ante la devaluación del peso, la mano de obra mexicana era más barata.

Argumentando que en Estados Unidos había “un ecologismo extremo” que prioriza áreas de conservación o hábitat de especies animales y vegetales en riesgo de extinción, Boise-Cascade, cuya sede está en Idaho, Estados Unidos, prefería invertir para explotar los bosques en las sierras de Petatlán, Tecpan y Coyuca de Catalán, en Guerrero.

El dos de mayo de 1999, elementos del ejército mexicano arribaron al poblado de Pizotla, en la sierra de Petatlán y detuvieron a Rodolfo Montiel Flores y Teodoro Cabrera García, ambos defensores de los bosques. De esa comunidad, los ecologistas fueron trasladados a la sede militar ubicada en Altamirano. Fue hasta varios meses después cuando médicos de los Derechos Humanos-Dinamarca certificaron torturas a los ecologistas detenidos.

Armando Bartra, el autor de “Guerrero Bronco”, refiere que Montiel y Cabrera pertenecen a una tercera generación de defensores de los bosques en Guerrero, pues menciona que Felipe Arriaga y otros formaron parte de los campesinos que protestaban en contra del ecocidio en los tiempos de Rubén Figueroa Alcocer. Montiel y Cabrera recobraron su libertad, no sin antes haber sucedido el asesinato de su abogada Digna Ochoa y Plácido. El uno de abril de 2000, el diario estadunidense New York Times informaba en primera plana respecto a Rodolfo Montiel, según refiere Laura Carlsen (2003. P. 70). El 31 de marzo de ese año, Amnistía Internacional declaró a los ecologistas guerrerenses como “presos de conciencia”.

En la primera visita que el presidente electo Vicente Fox Quesada efectúa a EE.UU., abordó el presidente de Amnistía Internacional y le solicitó que otorgara la libertad a los guerrerenses dentro de los primeros cien días de su gobierno.

El asunto cobró relevancia en el mundo entero y el 6 de abril de 2000, Montiel recibió el premio medioambiental Goldman, equivalente al Nobel en materia ecológica. El 7 de febrero de 2001 la organización Sierra Club, de mucho prestigio a nivel mundial, otorga el premio “Chico Méndez” a Montiel, premio que alude a un defensor de los bosques en Brasil. Montiel recibió el premio en la rejilla del reclusorio de Iguala por manos de la defensora de derechos humanos  Ethel Kennedy, viuda de Robert F. Kennedy.

El 19 de octubre de 2001, dos abogados encontraron a su compañera Digna Ochoa muerta en su despacho jurídico. El caso de los ecologistas adquirió más resonancia en el mundo y el 8 de noviembre de ese mismo año, el gobierno federal argumentó “razones humanitarias” y decretaron la libertad de Montiel y Cabrera, pero sin abrir investigaciones por las arbitrariedades cometidas en su contra desde su detención y sin reconocer la “inocencia” o “no culpabilidad” de los defensores de los bosques.

La trasnacional Boise-Cascade acusó a Rainforest Action Network de conducirse con falsedad respecto al caso de los ecologistas y de fabricar evidencias.