Bienvenidas todas las personas que visiten a este blog, el cual difunde información histórica, económica, cultural y social de la Sierra de Guerrero. También se incluyen textos literarios que ayudan a promover a esta maravillosa parte del mundo que la creación nos dio. Los datos cualitativos y cuantitativos que se ofrezcan serán de acuerdo al alcance de nuestras investigaciones. Reciban un fuerte y caluroso abrazo sierreño. Fraternalmente: Esteban Hernández Ortiz.

jueves, 10 de septiembre de 2020

¿Lucio Cabañas Barrientos fue amigo de Chito Cano?

Una breve idea me surge hoy para tomar mi computadora y escribir. El corrido “El retorno de Chito Cano” refiere que Chito fue detenido en Eagle Pass, Texas, donde estuvo prisionero durante cinco años. El “cuerpo del delito” fue un cargamento de armas que llevaría a la Sierra de Guerrero, donde lo esperaba su amigo Lucio Cabañas, según narra el corrido. La composición alude que al salir de prisión, Chito se vengó de quienes lo delataron y que tal vez haya perdonado a uno de sus delatores, por ser su compadre. El corrido dice: “… En Eagle Pass lo pescaron / con un cargamento de armas / a la Sierra de Guerrero / tenía que ir a dejarlas/ ahí lo estaba esperando / su amigo Lucio Cabañas…”. https://www.bing.com/videos/search?q=el+retorno+de+chito+cano&docid=608036613313726144&mid=1CE6A66466E319D3CB621CE6A66466E319D3CB62&view=detail&FORM=VIRE ¿Realmente fueron así las cosas?, ¿Eran amigos Lucio Cabañas y Chito Cano? La novela histórica “Guerra en El Paraíso”, escrita por una de las más célebres plumas mexicanas, como fue don Carlos Montemayor, explica que Lucio Cabañas si buscaba tener relaciones con otras partes de México y no sólo mirar a Atoyac y municipios vecinos en Guerrero. Esa novela, a la cual por su estilo, también se le identifica como “historia novelada”, habla de las polémicas con los marxistas del Partido Comunista (PC) porque “los del PC no sabían de los sentimientos del campesino y de andar en el monte, mojándose y soportando a los zancudos. Ellos sólo sabían leer sus libros en una oficina, tomando café”. Otras fuentes refieren que sí hubo ciertos intentos de coordinación entre las guerrillas dirigidas por Genaro Vázquez Rojas y Lucio Cabañas Barrientos, pero no prosperó la idea. La revista Proceso, en su edición del día 8 de octubre de 2010, informó que “el último de los más famosos pistoleros norteños, Chito Cano, murió el 7 del mismo mes y año, cuando andaba en los 74 años de edad”, habiéndose dedicado en sus últimos años de vida a organizar bailes con música norteña. Uno de sus más leales compañeros fue Gerardo González, quien cayó abatido por balas en los años ochenta. https://www.proceso.com.mx/99848/la-muerte-de-chito-cano-expistolero-y-precursor-de-la-musica-nortena “Chito” vivió por muchos años en Gómez Palacio, Durango, según “Proceso”, revista que alude a otras fuentes periodísticas.

miércoles, 9 de septiembre de 2020

Fiestas patrias septembrinas en El Paraiso, municipio de Atoyac de Alvarez, Guerrero, Mexico.

Ya se acercan las fechas patrias. Al respecto me he puesto a realizar el siguiente trabajo esta tarde-noche, pues hace mucho tiempo mis padres me han contado anécdotas diversas. A continuación transcribo las palabras de mi padre, el señor Francisco Hernández Morales. "En 1973 hicimos el servicio militar con Alberto Adame Juárez, hijo de don Marciano Adame; y Valentin Salgado, hijo de don Fidel Salgado, entre otros más. Del Puente del Rey hizo su servicio Adolfo Ortiz Gómez. El 15 de septiembre de 1973 hubo un programa organizado por las autoridades del pueblo y por los militares en la cancha de la escuela primaria Cuauhtémoc, para festejar un aniversario más del inicio de la Independencia de México. Como a las once de la noche, mi amigo Alberto Adame Juárez, hizo una demostración muy bonita, que toda la gente le aplaudió, pues se encarreró varios metros y se aventó por el centro de una rueda de alambre que tenía trapos encendíandose. Calló en un colchón que a propósito acomodaron adelante para que el cayera ahí luego de cruzar por ese círculo de fuego. Mi madre, la señora Eloina Ortiz Alarcón, nativa del vecino pueblo de Puente del Rey, comenta lo siguiente: "Aquella noche del 15 de septiembre de 1973, después del programa se hizo un baile en la cancha de la escuela Cuauhtémoc con el Conjunto Mar Azul. Ese grupo mucho cantaba: 'El conjunto mar azul no tiene comparación/ donde quiera que les toca se quedan la emoción...' Esa noche también estuvo el grupo "Los Olímpicos", quienes vivían en el pueblo de El Trapiche, municipio de Tecpan de Galeana, Guerrero. Eran originarios de Tierra Caliente, dice mi madre, la señora Eloina Ortiz Alarcón, pues ella es sobrina de los señores musicos de Los Olímpicos, Carmelo y Alberto Hernández Luviano, primos hermanos de su padre, Guadalupe Ortiz Luviano. "Los Olímpicos" cantaban una canción que decía "Una vez bailaba yo con mi novia en el callao...". Otra canción de Los Olímpicos decía: 'Fuiste a Acapulco y no me avisaste/ no me siento agusto con quien te paseaste/ con nadie con nadie si es tuyo mi amor/ fueron mis amigos la luna y el sol". Luego, mi padre agrega: "Ahí cerca estaba la comisaría, de adobe. La gente también le decía el juzgado. En nuestros adiestramientos del servicio militar ejercitábamos el salto del tigre. Se acostaban dos compañeros boca abajo, no muy alto, como si estuvieran haciendo lagartijas. Nos aventabamos de espalda. El Teniente Lara Capuchino nos ejercitabba, usando un cerrojo o mosqueton de siete tiros y caminando en cuclillas. En ese año quitaron al cerrojo, y entró el FAL. Mucho antes usaron el mauser y el 30.06. El teniente Lara Capuchino nos invitó a varios para ingresar al Ejército. Nos dijo que de inmediato ingresariamos a las filas si nosotros aceptabamos, pues eramos muy jóvenes y teniamos mucha energía y ligereza. Le dijimos que nosotros no teníamos estudios, pero él nos dijo que eso no era ningún impedimento. Nadie de nosotros aceptó ingresar al Ejército Mexicano. Texto e imagen de Esteban Hernández Ortiz.
Este escrito también es consultable en cafefelparaisoblogspot.com

sábado, 5 de septiembre de 2020

Breves recuerdos.

Esta tarde, al comenzar el viaje, de Chilpancingo al lugar donde radico, el conductor de la urvan puso música instrumental de fondo, de esa que sirve para meditar. Me vino a la mente aquella tarde-noche en que el avión de Aeromexico despegaba su vuelo con destino a Madrid, la capital de la madre patria. Recuerdo que eran tres bloques de asientos, uno con tres asientos al lado izquierdo, otro bloque con tres asientosl lado derecho, y un bloque al centro con cuatro asientos.
En la sala de espera del aeropuerto de la Ciudad de México, un matrimonio de Sonora, cuyos consortes ya rondaban los setenta años, me compartieron algunos tips para estos vuelos intercontinentales. No recuerdo con exactitud, pero aquel vuelo salió directo, sin escala, algunos minutos después de las siete de la noche, aquel dia 15 de marzo de 2007. Al centro de la aeronave, relativamente cerca de mi asiento había una pantalla grande, donde aparecería la ruta que aquel aparato seguía en su cruce por los aires. Había una música de fondo muy encantadora, pero a pesar de su lindura, por momentos, yo pensaba que nos encaminabamos a algún lugar donde era como un borde del mundo. ¡¡Santo Dios!! Hubo dos refrigerios durante el trayecto, además de café, agua, refresco, y hasta un "trago" si alguien lo apetecía. Yo, que soy adicto al café, aprovechaba cada oportunidad para pedir mi vasito de ese líquido negrito que también calma las penas, pues ya hace algun tiempo me había alejado del alcohol, y cualquier descuido podría ocasionarme un daño del que difícilmente me repondria. Luego de abandonar el espacio mexicano, el avión se fue en dirección cercana a la tierra costera de los Estados Unidos, pasando por las cercanías de Texas, Louissiana, Missisipi... Después, "no di con bola", pero el caso es que no habiendo más cercanías con las aguas marinas, aquel enorme aparato volador se enfiló hacia los aires que corren sobre el puro Oceano Atlántico en sus latitudes del norte. Doce horas después del despegue, la aeronave llegaba al aeropuerto de Barajas, en la capital española. En Madrid, un día entré a una sucursal de Wester Union, y de entrada, la chica que me atendió me dijo: "Usted es mexicano, ¿verdad?. Luego, guardando el orden, cantó: "México lindo y querido, si muero lejos de ti.... ". De aquel viaje escribí tres textos en serie, que se publicaron en la página Atoyac del "Diario 17" . Mi amigo Fredy Magaña coordinaba la página y me dio esa oportunidad dw publicar mis vivencias. Recuerdo haberles titulado "De El Paraíso a Madrid". Por ahora tengo extraviado ese archivo personal, y lo he buscado "cómo gato al boge", pues pretendo publicar un librito con unas breves anécdotas a manera de autobiografía. Dos años después fui al XXI Congreso Mundial de Ciencia Política, el cuál tuvo lugar en Santiago de Chile, en julio de 2009. Pediré orientaciones a algunos y algunas camaradas para analizar si "cuadra" ese libro. También podrían ser "partes" de mis anécdotas, así, cómo intercalados en otros textos literarios que yo pueda dar forma. La imagen que acompaña a este escrito la tome en mayo de 2018, en un viaje por USA. Texto e imagen de Esteban Hernández Ortiz.