2.- La fundación del pueblo.
Doña Severiana Ciprés Salinas.
Doña
Severiana Ciprés Salinas nació en 1895 en el poblado de Chicahuales, municipio
de Chilpancingo de los Bravo, Guerrero y sus padres tenían reses que se comía
el tigre, de ahí se cambiaron a vivir al pueblo de El Terrero y después se
pusieron a vivir en Coronilla, municipio de San Miguel Totolapan, para después
llegar a los espesos montes del actual poblado de El Paraíso, pero exactamente
en las cercanías de la Preparatoria 45 de la Universidad Autónoma de Guerrero,
en un lugar donde estaba una enorme ceiba.
Previo a la
Revolución Mexicana, un día quemaron la casa de los padres de doña Severiana y
asesinaron a su papá en la población de Chicahuales.
Don Inocente,
hermano de doña Severiana, fue conocido de don Gilberto Jiménez Alcaraz.
También decía
doña Severiana a su nieto Toribio que cuando ella, su mamá y sus hermanos
estaban viviendo en ese riego de la ahora población de Los Planes, ella cumplió
los quince años de edad y que le hicieron un sencillo festejo, al cual llegaron
gente de la revolución, de San Vicente de Benítez. A algunos oriundos de El
Paraíso les platicó doña Severiana que ella tuvo amistad con el General Pablo
Cabañas, fiel seguidor del General Emiliano Zapata Salazar.
Doña
Severiana Ciprés Salinas platicaba que cerca de la ahora preparatoria 45 de la
Universidad Autónoma de Guerrero, junto a una ceiba, en el año de 1907, llegó
su mamá, la señora Simona Salinas y sus hijos Severiana, Toribio y Pantaleón,
entre otros hijos más; pero que un día llegaron dos equipos contrarios de
combates revolucionarios y se enfrentaron en ese preciso sitio. Agregaba que
hubo muchos muertos en aquella balacera y que ellos se vieron obligados a
buscar otro lugar para trasladarse a vivir. Fue entonces que se cambiaron para
vivir en el riego que fue de don Cándido Rodríguez, después de vivir dos años
por la ceiba de la prepa.
Así fue el
orden de nacimiento de los hijos de doña Simona Salinas y su esposo Telésforo
Ciprés: Inocente, Severiana, Catarina, María, Toribio, Gregoria, Pantaleón y
María Isabel. Cuando doña Simona Salinas falleció, fue uno de los primeros
sepelios que se hicieron caminando por el camino que había cerca de la casa de
Miguel Garibo Heredia y su esposa Engracia Sotelo, cerca del puente.
Hubo un hijo
de doña Simona, que se llamó Bartolo y fue sepultado en un panteón, frente a la
entrada de la carretera a Las Delicias, entre Los Planes y La Quebradora.
Bartolo era un niño que murió a la edad de tres años.
Doña
Severiana platicaba que en El Paraíso también vivieron los Valadez y los
Peñaloza.
Contaba la
señora Severiana Ciprés a su nieto Toribio Ciprés Ramos
que de Los Planes se trasladaron a vivir a La Quebradora, por donde en julio de
2015, tiene un restaurant el señor Fabián Cortés y esposa, y que de aquella
zona, un día determinaron pasar a establecer su pequeño pueblo al sitio que
actualmente ocupa El Paraíso. Doña Severiana se ubicó a vivir en la colonia
Guadalupana y más tarde llegó don Espiridión Nava, quien se casó con la señora
María Ciprés Salinas y se puso a vivir en la misma actual colonia Guadalupana.
De ahí que a esta colonia se le reconozca como el barrio fundador de El
Paraíso.
Tres años
después de haberse establecido la familia Ciprés en el actual lugar de El
Paraíso llegó el señor Miguel Rodríguez y enseguida, cuando transcurría el año
de 1915 llegó a El Paraíso don Espiridión Nava Castro, procedente de su pueblo
natal, Chautipas, municipio de Chilpancingo Guerrero, se acompañaba de un señor
de nombre Antonio y conocido como “El chino”, además del señor Miguel
Rodríguez.
Algunos meses
después llegó la familia Castrejón, quienes procedían del vecino poblado de San
Vicente de Benítez, municipio de Atoyac de Álvarez, Guerrero y se establecieron
a vivir por vario años en El Paraíso. Un señor llamado Victoriano Castrejón, se
unió a vivir con la señora Severiana Ciprés Salinas y procrearon a un hijo de
nombre Efrén, muy conocido en El Paraíso como “Vencho”. “Vencho” fue de los
primeros participantes de la danza de “los diablitos”, la cual organizaba el
señor Espiridión Nava.
Doña Severiana
Ciprés Salinas fallece a la edad de 105 años en El Paraíso, municipio de Atoyac
de Álvarez, Guerrero, cuando transcurría el año 2000. Doña Severiana fue de
aquellas personas que gustaban de guardar su dinero dentro de un bote que
enterraban en el suelo y platicaba que cuando ellos llegaron a estas latitudes
había un árbol de paraíso y que por esa razón decidieron llamarle así al
pueblo.
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