El café en apuros.
Esteban Hernández Ortiz.
Los efectos del deterioro ambiental –más conocido como
calentamiento global- se están acentuando paulatinamente y empiezan a tener
repercusiones en el campo. Nunca en mis 41 años de vida que llevo al sol de hoy
pensé que a finales de agosto y principios de septiembre de este 2015 hubiese
café maduro en las plantaciones de café.
La razón principal es que las lluvias han sido bastante
irregulares, ahora llueve en meses en que antes no llovía. Este invierno está
lloviendo en la sierra atoyaquense.
El año pasado llovió prematuramente
ocasionando que hubiese floración de café a destiempo; luego cuando los frutos
empezaban a desarrollarse siguió lloviendo; muchos granos cayeron al suelo y
otros continuaron su crecimiento hasta estar maduros, pero hubo café maduro a
finales de agosto y a principios de septiembre, pero no lo suficiente como para
que el productor aplicara un corte. Entonces ese café cayó al suelo y al llegar
finales de noviembre ha sido poco el café maduro listo para cosecharse.
Este año las cosechas de café disminuirán por los trastornos
de la lluvia. Y si a eso agregamos la pandemia de la roya, que ha estado
afectando a los cafetales, el mundo del café está en la ruina.
En la sierra de Atoyac sólo se aplica un corte de café, pues
los precios del grano aromático no rinden para aplicar dos cortes, de manera
tal que los caficultores esperan a que maduren la mayoría de los granos de café
para poder aplicar un solo corte y así pagar un periodo de entre 30 y 45 días
que ahora lleva levantar la cosecha.
La cosecha implica gastos diversos, a saber:
1.- acarreo en bestia o en vehículo de
la huerta hasta el asoleadero. La
mayoría de los asoleaderos se encuentran dentro de las comunidades en los
patios de los productores y pocos se encuentran en plenos cafetales;
2.- Secado: por lo menos un apersona
deberá estar al pendiente de remover continuamente los granos de café
extendidos en el asoleadero, a razón de una vez cada media hora. El cuidador debe
estar muy a las vivas, pues si las nubes negras empiezan a extenderse significa
que lloverá ese día y hay que apurarse a levantar el café y taparlo con lonas o
nailos, o bien, trasladarlo del patio o asoleadero a una casa techada para
evitar que el café se moje.
3.- Una vez que nuestros granos de café
hallan recibido entre 12 y 15 soles, deberemos llevarlo a la apiladora o
morteadora para que se apile, y el café quede en la calidad conocida como “café
oro”. Esta cantidad de días aplica si y solo si, cuando se cortó el café de las
matas no fue despulpado y se extendió en los patios con todo y cáscara. Cuando
el café es despulpado, entonces la cantidad de soles a recibir será de entre 8
y 10 días, dependiendo de qué tan fuertes sean los rayos solares que hasta los
patios lleguen. Muchas veces los días son bastante nublados.
4.- La maquila consiste en dorar nuestro
café en tostadores eléctricos y molerlo, también en molinos a base de
electricidad. Bueno para hablar de este paso es necesario entender que el
productor pasa a la fase de comercializador de su producto, en búsqueda de
mejores ingresos para su familia y por consiguiente poder destinar mayores
recursos financieros para la atención de sus parcelas.
5.- El envasado del café molido permite
dar a nuestro producto ese “valor agregado” que al cliente o consumidor final
le atraerá al momento de tocar el producto ya envasado, sobre todo si los colores
del envase o las etiquetas del producto son de buena presentación.
6.- Una vez pasadas las cosechas y la
venta del producto, el ciclo se reanuda y ahoar empezamos por deshierbar las
parcelas al menos una vez al año, caso contrario las malezas abundan y compiten
con los cafetos para nutrirse de los elementos nutritivos de la tierra. Las
matas de café empiezan a cundirse de bejucos y otros seres que viven en
simbiosis. El resultado es que la producción merma bastante.
Se recomienda hacer terrazas para que las plantas de café
acumulen agua en lo profundo de sus raíces dando vigor a la planta. La
fertilización también es recomendable, de preferencia que sea orgánica.
Así las cosas el mundo del café es de intensos trabajos para
que los cafetaleros puedan vivir dignamente de estas labores.
Es necesario llamar la atención para el apoyo a nuestros cafetaleros.
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