LOS TIEMPOS EN QUE EL SEÑOR ESTEBAN SÁNCHEZ BAUTISTA HA SIDO AUTORIDAD DE EL PARAÍSO, MUNICIPIO DE ATOYAC DE ÁLVAREZ, GUERRERO.
ESTEBAN HERNÁNDEZ ORTIZ.
ESTEBAN SÁNCHEZ BAUTISTA ha sido
autoridad ejidal y municipal en El Paraíso en diferentes ocasiones.
Fue comisario municipal en 1976,
cuando fue Presidente del Consejo Municipal Bertoldo Cabañas Ocampo y
secretario del Consejo Municipal Jorge Santiago Solís.
Para 1981 fue comisario por
segunda ocasión, cuando era Presidente Municipal Ladislao Sotelo Bello. Por
tercera vez fue comisario municipal en el año de 1986, cuando era Presidente
Municipal el licenciado José Luís Ríos Barrientos y secretario del Ayuntamiento
Juan Méndez Mejía.
En el ámbito ejidal, fue
Presidente del Comisariado ejidal en 1969 a 1972. Su credencial la expidió el
ingeniero Norberto Aguirre, en su carácter de Jefe del Departamento de Asuntos
Agrarios y Colonización.
Después fue Tesorero del Consejo
de Vigilancia, de 1980 a 1983, cuando era Secretario de la Reforma Agraria el
C. Javier García Paniagua.
Una de las anécdotas más relevantes
que cuenta el señor Esteban Sánchez Bautista es la siguiente, en su propia
relatoría (ENTREVISTA REALIZADA EL DÍA UNO DE NOVIEMBRE DE 2016 EN EL DOMICILIO DE NUESTRO ENTREVISTADO):
"A las tres de la tarde del día 19
de noviembre de 1970, salimos de El Paraíso yo y una comisión de ejidatarios,
con destino a La Peineta, un cerro donde se encuentra una de las mohoneras que
fijan el límite de nuestro ejido con san Vicente de Benítez y Tepetixtla. A ese
sitio de intersección se le conoce como punto
trino. Nos acompañaban un ingeniero y un licenciado, pues nosotros nos
quejábamos de que Tepetixtla nos había quitado unos árboles de nuestro ejido.
Había un árbol grueso que estaba tirado y todos nos bajamos de nuestros
caballos para que los animales pudieran saltar sobre el árbol caído, y ya
después volvíamos a montar a los caballos. Cuando tocó el turno al ingeniero,
él se bajó de su caballo, el animal saltó sin mayor problema, luego el
ingeniero montó otra vez al animal, pero en segundos el ingeniero se desvaneció
hacia atrás y cayó al suelo. Mario Palomares fue el primero en acercarse a
levantarlo y a echarle aire con su sombrero, pero el ingeniero empezó a voltear
sus ojos y a sacar espuma de su boca. Nosotros pensamos que se le había subido
o bajado la presión. Entonces, el licenciado que nos acompañaba y dos de
nuestros compañeros ejidatarios se regresaron con el cuerpo sin vida para
entregarlo a sus familiares en Tecpan de Galeana.
Recuerdo que el ingeniero murió
como a unos doscientos metros antes de llegar a la mohonera de La Peineta.
En el grupo iban Martín Araujo,
Mario Palomares y Antonio García, entre otros.
La comisión que conformábamos
continúo su trabajo y de la peineta seguimos
con rumbo a Tepetixtla Alzados, para restablecer
los límites con Tepetixtla. Finalmente llegamos hasta el Cerro del Tlacatepec, arriba de El Edén, donde se
encuentra otro límite de nuestro ejido. Regresamos a El Paraíso a los cinco
días". Fin del relato del señor ESTEBAN SÁNCHEZ BAUTISTA.
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