Bienvenidas todas las personas que visiten a este blog, el cual difunde información histórica, económica, cultural y social de la Sierra de Guerrero. También se incluyen textos literarios que ayudan a promover a esta maravillosa parte del mundo que la creación nos dio. Los datos cualitativos y cuantitativos que se ofrezcan serán de acuerdo al alcance de nuestras investigaciones. Reciban un fuerte y caluroso abrazo sierreño. Fraternalmente: Esteban Hernández Ortiz.

martes, 20 de diciembre de 2016

UN CAFÉ EN "LA COVACHA".

UN CAFÉ EN “LA COVACHA”.
ESTEBAN HERNÁNDEZ ORTIZ

No es la primera vez que mi amigo Aurelio me invita un café en “La Covacha”, una céntrica cafetería de Chilpancingo. Después de las dos y media de la tarde de hoy empezamos la charla, intercalando con el disfrute de una deliciosa taza de café americano; él, además fuma unos cigarrillos mientras platicamos.

Comenzamos por hablar respecto a las aventuras de realizar una tesis. Mi amigo me platica algunos extractos de la historia del francés Jacques Derrida (1930-2004). Aurelio me dice que Derrida (también conocido como Derridá) pertenecía a una familia de judíos y que cuando los nazis tomaron Francia, en el curso de la segunda carnicería humana mundial, un día sus padres le dijeron a Derrida que él ya no podía asistir a la escuela allá por 1942.

Él se preguntaba cuál había sido tan grave falta que hubiese cometido para dar lugar a que ya no pudiera asistir a tomar clases. Posteriormente su familia se trasladó a Argelia, tierra africana que era colonia francesa. Por aparte consulto y encuentro que la policía francesa colaboró con el régimen hitleriano para detener a los judíos franceses y remitirlos a los campos de concentración como Auschwitz. Menos del 10 % de unos 76 mil judíos franceses deportados lograron sobrevivir al exilio, entre ellos el gran filósofo Jacques Derrida -o Derridá-. En noviembre de 1942, toda Francia fue ocupada por Alemania. (http://www.lasegundaguerra.com/viewtopic.php?f=260&t=8737).

Derrida apoyó a Nelson Mandela con un comité anti-apartheid desde 1983 y en 2003, en uno de sus últimos trabajos, lanzó sustentadas críticas al gobierno de George W. Bush.

En la academia –a la que los griegos llamaron “el templo de Atenea”- Derrida es muy conocido por usar el concepto “deconstrucción”, el cual refiere al análisis de la estructura del discurso, detectando “lo otro”. Según algunos textos, el mismo Derrida aceptó que Heidegger habló antes que él de deconstrucción, y que Freud habló de disociación. Derrida mencionó que hablar de “deconstrucción” significaba fijar una postura respecto al estructuralismo (https://artilleriainmanente.noblogs.org/post/2016/05/05/jacques-derrida-que-es-la-deconstruccion/).

Volviendo a la charla con mi zanca Aurelio, él me comenta que Derrida realizó exitosas investigaciones cuando ya rebasaba los cuarenta años de edad. Por referirlo de alguna manera diremos que fueron grandes aportes para orientar en la explicación de los misterios que encierra este mundo.

Mi amigo trae otro caso a la plática, tratando de explicar lo interesante de las investigaciones y de los dones que muchas personas trae consigo, tal vez desde su engendración. Ahora mi amigo me platica respecto a un admirable artista de nombre o apellido Baltazar. Este gran pintor, siendo muy niño adquirió “un gatito”, pero su adorado felino un día murió y dejó a aquel niño embargado en su dolor. 

Por varios años, el niño Baltazar seguía con aquella depresión hasta que un día se dio a la tarea de empezar a dibujar un gatito en una hoja, luego trató de pintarlo, como asemejando a su gatito. Bueno mi camarada Aurelio hasta me repitió dos veces el nombre del pequeño felino, pero la memoria suele fallar cuando menos se le espera, he aquí un caso. El caso es que Baltazar terminó por pintar varios maravillosos cuadros, los cuales fueron expuestos para ser admirados por el público en algún sitio de Francia. Otra vez Francia, la misma patria de Derrida.

Para terminar, viene al recuento otro caso de Francia. Y se trata nada más y nada menos que del sociólogo Edgar Morín (a quien muchos lo pronuncian como “morain”). Mi amigo me remite a leer una de tantas obras de Morin titulada “Mis demonios”. Dice mi gran camarada que Morin narra cómo fue que él nació con severas dificultades, pues según mi entendimiento, el “cordón umbilical” había enredado con ganas el cuello y cuerpo de aquel bebé, al grado de que por más nalgadas que le daban parecía no reaccionar, tanto que se dudaba de que pudiera sobrevivir. 

Mi amigaso me dice que Morin escribió por cuenta propia como fue que la irreparable pérdida de sus señora madre lo afectó cuando él cumplía unos diez años de edad, y tal vez hubiese solventado con mejor suerte aquel semejante daño emocional, a no haber sido porque a Morin, le ocultaron por muchos años la verdad. Es decir le mintieron y no le dijeron la realidad sobre la muerte de su progenitora. Morin tuvo un sueño cuando ya contaba con más de cuarenta años y fue entonces que enfrentó a la vida con más realeza al comprender que su madre había partido para siempre.

Con este bosquejo no me queda más que emprender la lectura de esa obra “mis demonios” del sociólogo francés que otras obras ha escrito “Los siete saberes necesarios para la educación del futuro” y “La vía para el futuro de la humanidad”.

¡¡Las tesis!! Parece que dentro de sí llevan impregnados muchos sentimientos del investigador.


Ah, olvidaba decirles que mi amigo también me platicó algunas cosillas respecto a la sucesión rectoril de la Universidad Autónoma de Guerrero, que se encuentra casi en puerta. Hasta la vista.

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