Futbol en El Paraíso.
Esteban Hernández Ortiz.
La cancha de futbol de El Paraíso siempre
ha sido la que hasta 2016 se utiliza. Desde finales de los años setenta del
siglo pasado funcionaba también la escuela secundaria con aulas de madera en
ese parejo, ubicado junto al beneficio de café del señor Adán Quiñones. Era el
director de la secundaria el profesor Serna y se trasladó a vivir al pueblo con
su esposa e hijas.
Por esos años llegaron los profesores
de la secundaria Abel Balcázar y Miguel Ángel Sandoval Román, entre otros. Después
el plantel educativo secundariano se trasladó a su actual sitio, frente a la
huerta de café de don Santiago Aguilar, un señor que mucho acostumbraba tener
caballos, allá por donde fue aterrizaje y despegue de la avioneta que trasladaba café a la ciudad de Atoyac.
Había unas piedras enormes que
dificultaban el juego del balón pié en ese campo deportivo, al lado izquierdo,
cerca del beneficio de café del señor Quiñones, pero después una máquina niveló
un poco el terreno y las piedras fueron sacadas del terreno futbolero.
Entre los jugadores de futbol que
había a finales de los años setenta y comienzos de los ochenta se pueden
nombrar a Arturo Martínez Enriquez, Manuel Castro, Amado Sotelo, Jesús Bautista
(hijo de doña Aquilina), el doctor Mario Guillén Fraga, el profesor Evelio González Nava; también eran
futbolistas unos hijos de don Mateo Bautista, quienes vivían junto a la familia
Galván. El profesor Miguel Ángel Sandoval Román, nativo del municipio de
Teloloapan, Guerrero, también jugaba futbol.
Otros jugadores del futbol eran los
hermanos Benjamín y Roberto Lucena. Había un camarada al que le decían “pepe”,
quien vivía frente al señor Joaquín Cortés; también jugaba Antonio, el
sacristán que auxiliaba al párroco Bonifacio.
Casi siempre andaban unos gansos de
la familia Galván en el terreno de futbol, obviamente cuando no había alguna
cascarita de fut.
Había ocasiones en que se organizaba
torneos “cuadrangulares”, en los que participaban los equipos de El Edén, Río
Santiago y San Vicente de Benítez.
A mediados de los ochenta surgió otra
camada de jóvenes del futbol. Entre esa palomilla se pueden nombrar a Jorge y
Agustín Zenteno, hijos de doña Alicia Lucena; también Miguel Ángel Vélez, hijo
de don Francisco Vélez. Había un hijo de don Marciano Adame, le decían “el tigre”.
También están Marco Aurelio Adame, hijo del señor Vicente Adame y Miguel Fadel
Cruz, hijo de don Gabino Fadel. En este equipo portereaba un hijo de don
Sabino, un señor que tenía un billar y que vivió frente al señor Ignacio
Sotelo.
Varios de estos chavos gustaban de
portar una camiseta de la selección de Argentina, campeón del mundo en México
86.
Otro futbolista era Carlos, hijo del
profesor Simón Bello.
Puede decirse que en la primera generación de jugadores de futbol en El Paraiso Guerrero están Arturo Martínez Enríquez, Manuel Castro, el doctor Mario Guillén, el profesor Evelio González Nava y demás. En la segunda generación entran Modesto Rayo Trujillo, Raúl Moreno Pinzón, Lalo Pinzón y otros. En una tercera generación vendrían los hermanos Zenteno, Miguel Vélez, Antonio Ocampo Jiménez (hijo de do Lorenzo Ocampo y de doña Rita Jiménez), entre otros. Para una cuarta generación pertenecen Alberto Sotelo Bautista "el teque" y Gabriel Lucena Sandoval, "el tola". Ahora es presidente de comité de futbol Adrian Araujo Ríos, hijo del señor Adrian Araujo Carrillo.
ResponderEliminar