OTROS RELATOS DEL BASQUET BOL EN EL
PARAÍSO.
ESTEBAN HERNÁNDEZ ORTIZ.
Por el año 1990 al 95 fue varias veces a El Paraíso un equipo de
Nuxco, se llamaba “Tara 61”, en recuerdo a la catástrofe de lluvias que azotó a
ese pueblo de la Costa Grande de Guerrero en 1961, cuando quedó bajo los
escombros más de la mitad del pueblo. Al equipo Tara 61 lo llevaban a El
Paraíso los hijos de don Agustín Castro, Efrén y Gabriel.
De Tixtla fue en varias ocasiones un equipo de primera fuerza.
El entrenador del equipo “Transportistas” de Chilpancingo se llama Saúl, es un
profesor, y en una ocasión ingresó a la cancha como jugador, jugo varios
minutos y movía bien el balón. Entonces empezaron a gritar desde las tribunas
“a ver si puede el viejo”. A “los transportistas” primero los llevó el señor
Evaristo Ríos y después los hermanos Cerón.
Ya hemos dicho que la gente en las tribunas armaba grandes
relajos. En una ocasión fue un equipo femenil de Atoyac, en el que participaba
una chica de la comunidad lesbiana. Ella tenía una complexión que le favorecía
y podía correr, saltar y “pelear” por el balón en los remates, de mejor forma
que las muchachas de la selección de las escuelas del pueblo, como era la
secundaria, el C.B.T.A o la preparatoria. En uno de esos partidos, se escuchó
una voz masculina muy fuerte de entre las gradas diciendo: “saquen a ese cabrón”.
Por esos años, llegó a nevar el cerro del Teotepec, desde la
cancha cafetalera se miraba muy hermoso el copete de nieve en el cerro más alto
del Estado de Guerrero, el cual alcanza los 3607 metros sobre el nivel del mar.
Enrique Dimas, hijo de doña Arcadia González, llevaba también
por esos años un equipo de primera fuerza al que inscribía como “Zumpango”,
pero en realidad eran jugadores del Distrito Federal intercalados con
basquetbolistas de Zumpango del Río, Guerrero. Uno era apodado el pescado, y otro jugador alto que si
es de Zumpango, Guerrero, se apellida Nava.
Victorino Barragán, alias el
cariño, gustaba de beber mucho, casi siempre andaba tomado y cuando los
árbitros marcaban un tiempo fuera, o silbaban marcando que había terminado el
primer tiempo, entraba el cariño a
media cancha y se sentaba en el piso, luego lentamente subía su pie para
colocarlo arriba del cuello. La gente le aplaudía y le regalaban algunas
cervezas o monedas. El cariño es muy dicharachero y compone versos con buen
grado de relajo, que le salen con buena rima.
Los partidos llegaban a terminar hasta la una de la mañana. Los
premios eran trofeos y ya mucho después se daba dinero a los ganadores. Cuando
los jugadores recibían sus trofeos, ya al calor de las copas, bañaban su trofeo
con cerveza, en los bailes que se hacían en el zócalo.
Cuenta el profesor Adán Catalán
Altamirano que la primera vez que se organizó un torneo de basquetbol en la
colonia Nuevo oriente fue en el año de 1983, durante los días cercanos al 12 de
octubre, día de la raza. En esas fechas se organizaba el torneo hasta el año de
1992 y en 1993 se cambió para organizarse durante la Semana Santa. El terreno
para construir la cancha se compró al señor Tomás Ríos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario