Bienvenidas todas las personas que visiten a este blog, el cual difunde información histórica, económica, cultural y social de la Sierra de Guerrero. También se incluyen textos literarios que ayudan a promover a esta maravillosa parte del mundo que la creación nos dio. Los datos cualitativos y cuantitativos que se ofrezcan serán de acuerdo al alcance de nuestras investigaciones. Reciban un fuerte y caluroso abrazo sierreño. Fraternalmente: Esteban Hernández Ortiz.

jueves, 13 de junio de 2019

Mi participación en "BLack Communities: Conference for collaboration". https://www.dropbox.com/s/vg85bmfpdc4xftj/1001%20Historic%20Black%20Communities%20-%20Guerrero.MTS?dl=0



https://www.dropbox.com/s/vg85bmfpdc4xftj/1001%20Historic%20Black%20Communities%20-%20Guerrero.MTS?dl=0


https://www.dropbox.com/s/vg85bmfpdc4xftj/1001%20Historic%20Black%20Communities%20-%20Guerrero.MTS?dl=0

Con mucho gusto les comparto este enlace, el cual contiene una videograbación de una parte de mi intervención en el evento que convocó la Universidad de Carolina del Norte. El encuentro se llamó "Black Communities A Conference For Collaboration" y tuvo lugar los días 23, 24 y 25 de abril de 2018 en el Teatro Carolina, en Durham NC.

Los nervios estuvieron presentes en mí, y aunque hice mi mejor esfuerzo por explicar lo más claro posible, me costó trabajo llevar a cabo mi participación en aquella sala de cine.

Mandy Black se presentó amablemente conmigo minutos previos a la presentación y me dijo que ella había sido asignada como la intérprete para mi presentación. Me dio indicaciones para ser breve y sustancioso con mi español, pues mientras yo hablara ella tomaría nota y haría sus enunciados en inglés para expresarlo ante el público. Muchas gracias a la maestra bilingüe Mandy Black. Muchas gracias también al comité organizador. Posiblemente estemos nuevamente por allá dentro de algunos meses, presentando otro tema respecto a las comunidades negras.

Ahora hago mis mejores esfuerzos para participar en una convocatoria para ingresar a los estudios de doctorado en mi querido México. Sin embargo, es fundamental relacionarnos con el exterior en nuestras investigaciones académicas. Ya presenté mi defensa de tesis con un tema relativo a la Sierra de Guerrero, ahora sigo los trámites de titulación de maestro en humanidades.

jueves, 31 de enero de 2019

Jung Koo Chang UD12 Isidro Perez





Les comparto este enlace mediante el cual podrán ver una pelea boxística de nuestro paisano Isidro Pérez Jiménez en Corea del Sur. Véase como en el minuto uno con dos segundos del primer round, el mexicano mandó a la lona al asiático. Al final de la docena de rounds Jung Koo Chang salió más lesionado, en tanto que Pérez estaba más “entero”. Aun así el jurado dijo que el coreano había ganado la pelea. Los medios internacionales cuestionaron la decisión del jurado.

En mayo de 1964 nació en El Paraíso el boxeador Isidro Pérez Jiménez, quien tuvo 69 combates boxísticos durante toda su carrera. En 57 ocasiones obtuvo el triunfo, de los cuales 41 fueron por la vía rápida, en 9 ocasiones fue derrotado y consiguió tres empates. En agosto de 1990 logró un título de campeón mundial en la ciudad de Ponce, Puerto Rico. Retuvo ese título en dos ocasiones, la primera en Acapulco, y la segunda en Santiago de Chile.

Recuerdo cuando Isidro Pérez iba a El Paraíso a visitar a su abuelita materna, doña Trinidad Vega, la mamá de mi vecino Vicente Marcelo Vega. Según me contó mi vecino Vicente, Isidro Pérez nació en un hogar muy humilde, por donde ahora vive Arturo Martínez Enríquez, en El Paraíso.
Humberto Pérez, hermano de Isidro, me platicó que a los dos les gustaba boxear, pues su papá, el señor Jesús Pérez, fue el primero en llevar guantes a El Paraíso. Cuando Humberto y su hermano Isidro tenían menos de diez años de edad llegaron a vivir a Puerto Marquez, en Acapulco. Dice Humberto que por esos tiempos murió un boxeador en una pelea en Acapulco y que muchas vecinas decían a su mamá, doña Margarita Jiménez Vega, que “ya no dejara boxear a sus hijos”, pues estaba peligroso. “Entonces yo y mi carnal platicamos y quedamos que yo me iba a retirar del boxeo, pero que él iba a seguir adelante”, dice Humberto Pérez.

Sigo con la idea de que en El Paraíso debe crearse la “Unidad deportiva Isidro Pérez Jiménez”. Hace pocos días fui al CREA, un centro deportivo de Chilpancingo. Ahí se encuentran fotografías de varios deportistas que han dado realce a Guerrero, pero no está mi paisano Isidro Pérez. Él debe estar ahí. Alguna petición respetuosa voy a hacer solicitando que se tenga en ese sitio una remembranza del “Sid Pérez”.

miércoles, 30 de enero de 2019


La serranía en el Estado de Guerrero, México.

Primera entrega.



Esteban Hernández Ortiz.

Ahora que en la agenda del Congreso del Estado ocupan un espacio la regionalización y la municipalización de la Sierra de Guerrero es importante ofrecer algunos análisis en los diversos aspectos de estas delimitaciones zonales: histórico, geográfico, político y económico.



Como se ha visto existen generalmente dos posiciones divergentes, una estima que la “balcanización” no sacará del atraso en que estas demarcaciones se encuentran en distintos rubros, el otro punto de vista considera que al reconocerse esta nueva región y al aprobarse la creación de nuevas municipalidades, los pueblos enmarcados en el nuevo organigrama geopolítico podrán combatir los rezagos, dado su acceso a las partidas presupuestales-financieras.



Geográficamente, la Sierra de Guerrero comprende la parte alta de los siguientes municipios: Coahuayutla de José María Izazaga, Zihuatanejo de Azueta, Petatlán, Tecpan de Galeana, Atoyac de Álvarez, Coyuca de Benítez, Chilpancingo de los Bravo, Eduardo Neri, San Miguel Totolapan, Ajuchitlán del Progreso, Coyuca de Catalán y Zirándaro. Se agrega el territorio completo de los dos municipios de General Heliodoro Castillo y Leonardo Bravo.



Ya desde 1949 Moisés T. de la Peña escribía que “Lo que en Guerrero se llama el filo mayor de la Sierra, y que…forma el eje montañoso a todo lo largo del Estado, está …desde el municipio de Coahuayutla, en donde apenas a 10 Km. al E. de la gran cortadura del Balsas, ya el filo mayor alcanza altitudes superiores a 1000 m.”.  T. de la Peña agregaba que “Con una muy notable uniformidad se mantiene más adelante alrededor de los 2, 300 m. de altitud,…con picos y aún cuchillas de varios Kms. en las que se alcanzan las alturas máximas del Estado, de más de 3, 000 m.”

Según la Monografía de Guerrero que publicó la SEP en 1997 existe un par de placas que surten efectos físicos sobre la superficie de Guerrero; una es la placa de Cocos, ubicada en el Océano Pacífico, la cual penetra por debajo de otra que se encuentra en “tierra”, denominada  “placa continental” o “placa norteamericana”. Esta placa continental dio origen a la Sierra Madre del Sur. Cuando la placa de Cocos se mueve, genera una inercia sobre la placa continental y hace que también se mueva. Se estima que desde hace millones de años las placas se han movido y por esa causa la topografía de la sierra de Guerrero es muy accidentada, presentando extensas zonas rocosas, cuya anchura aproximada es de unos cien kilómetros y una altura media de dos mil metros sobre el nivel del mar. Los dos cerros más altos de Guerrero son el Teotepec y el Tlacatepec; el primero tiene una altura de 3, 705 Metros Sobre el Nivel del Mar (MSNM) y el segundo cuenta con 3, 4 95 MSNM.

En la fauna de la Sierra se encuentran especies en peligro de extinción, como el venado cola blanca. Del lado atoyaquense, en las zonas cafetaleras, dado el abandono de las parcelas se han reproducido especies como los jabalíes y venados; también aves como las chachalacas y palomas moradas.

Por cuanto a la flora existen especies exóticas que en el mercado alcanzan precios muy elevados, por encima de maderas como el pino o el oyamel; se trata de maderas como el granadillo. También existen árboles conocidos como palo maría, tepehuaje, cucucho, palo moreno, laurelillo, magnolia y chipilillo.



martes, 20 de marzo de 2018

Recuerdos de mi infancia.


Recuerdos de mi infancia.

Esteban Hernández Ortiz

En Septiembre de 1980 comenzó sus labores el primer jardín de niños en mi pueblo natal (el kínder General Ignacio Zaragoza). Entonces yo ya andaba por cumplir los seis años de edad, pues nací en noviembre de 1974 y entré a la primaria sin haber cursado el nivel preescolar.

Ahora no recuerdo bien si ese año inició también la Escuela Primaria General Francisco Villa, pero ya desde varios lustros antes habían llegado para quedarse a vivir ahí por muchos años el profesor Salvador Morlet Mejía y su esposa Isabel Andrew León, cuya sangre familiar estaba en Olinalá Guerrero.  El matrimonio Morlet-Andrew había dado solidez a la primera Escuela Primaria, llamada Cuauhtémoc, pues el profesor Morlet admiraba mucho al último emperador azteca y ya había fundado en Tlacotepec, Guerrero (o en algún pueblo cercano) otra escuela primaria a la que también le puso el nombre de Cuauhtémoc. Aunque ya habían llegado algunos profesores al pueblo, ninguno le “había hecho frente” a la escuela y el alumnado quedaba sin clases en cualquier mes del año escolar. Hubo diversos factores por los que la escuela primaria no se establecía bien.

Bien, retomo mis vivencias propias. Ya la “Cuauhtémoc” tenía buena cantidad de alumnos y se justificaba una nueva escuela primaria, que aunque ocupara el mismo edificio, trabajara por el turno vespertino. Entonces la segunda primaria en El Paraíso fue la “General Francisco Villa”, y ahí ingresé yo a estudiar. Ya desde luego el “Director encargado” fue mi profesor Adán Catalán Altamirano, otro educador con relaciones familiares en Tlacotepec, quien había llegado a El Paraíso.

Recuerdo que frente a  la casa de mis padres yo siempre miraba pasar a la hora de la entrada a alumnos y alumnas, ellos siempre con mochila a la espalda y las alumnas con sus libros y útiles en sus bolsos. Muchos y muchas apenas si podían usar una bolsa de nailo y dentro llevaban sus materiales, ni siquiera había dinero para comprar una mochila y ni quien pensara en un portafolio. A esa clase de alumnos pertenecí yo.

En una de esas pasó en friega Modesto Rayo Trujillo. Yo, que aún no tenía la edad para ir a la primaria me fui caminando tras de él y me metí entre los niños y las niñas, pero ya en el patio nomás no sabía para donde darle. Claro que respetuosamente me retiraron de la escuela, pero ya que tuve la edad pues sí logré quedarme, acumulando varios reportes y algunas buenas acciones.

Hice algunas travesuras aún antes de entrar a primer año, pues un día conseguí un pedazo de fierro que se parecía a un pedazo de riel y lo colgué en una rama del ciruelo que tenían nuestro vecino Mateo Jiménez Altamirano y su esposa Cira, luego comencé a pegarle con una varilla y se ocasionaban unos ruidos muy parecidos a los que hacía una pequeña campana que sonaba en la primaria, marcando la hora de la entrada. Bien recuerdo como algunas alumnas y algunos alumnos pasaron “hechos la mocha” para llegar a tiempo a la escuela, pero para su sorpresa aún no era hora de entrar. ¡¡Qué bonitos recuerdos!!

La hazaña que si no fue nada bonita fue cuando, jugando a las “escondidas”, un día varios niños fuimos a dar con un ataúd que se había comprado don Eliseo Araujo. Todos nos asustamos cuando vimos la caja, pero en medio de aquel miedo nos causó curiosidad que no había ningún velorio. La realidad fue que don “Cheo” como le decía la gente, se había comprado un féretro para cuando Dios lo mandara traer, pues él deseaba no dejar muchos gastos a su familia. Así fui entendiendo después, pero mientras, don “Cheo” sí que nos metió en severos aprietos. Recuerdo cuando él pasaba de “mañanita” por la calle con sus calcetines y huaraches, así como su abrigo, un suéter de color cafecito. Ya para entonces tenía sus manos “pecositas”, pues hoy sé que los años no pasan en balde.

Otro día, fui con mi papá a casa de mis abuelos maternos, quienes vivían en El Puente del Rey. Entonces mi papá me preguntó que si quería quedarme ese día y que al día siguiente mi abuelo iría a El Paraíso y que con él yo regresaría a El Paraíso, pues mi abuelo tenía un Jeep. Me la di de valiente y dije que sí, pero ya cuando había pasado un rato a que mi papá se regresó a nuestro pueblo, me arrepentí y sin decir nada me salí rápidamente y me regresé yo solo caminando. Por ese tiempo funcionaban las casetas telefónicas que a raíz de la guerrilla dirigida por el profesor Lucio Cabañas Barrientos, el gobierno había llevado a varias comunidades por medio de cables que pendían de unos postes tubulares colocados a la orilla de las carreteras. Mis abuelos hablaron de El Puente del Rey a la caseta de El Paraíso, que para entonces estaba en casa de doña Justina, la mamá del finado Mario Hernández, frente a la casa de don Dustano Ocampo.  Mis padres fueron a contestar la llamada y dijeron que sí, que ya había llegado el chamaco.