Bienvenidas todas las personas que visiten a este blog, el cual difunde información histórica, económica, cultural y social de la Sierra de Guerrero. También se incluyen textos literarios que ayudan a promover a esta maravillosa parte del mundo que la creación nos dio. Los datos cualitativos y cuantitativos que se ofrezcan serán de acuerdo al alcance de nuestras investigaciones. Reciban un fuerte y caluroso abrazo sierreño. Fraternalmente: Esteban Hernández Ortiz.

jueves, 22 de abril de 2021

Acapulqueño, de pasada.

Acapulqueño, de pasada. En mi libro "El buscador de hongos. Reflexiones desde la Sierra de Guerrero", narro parte de mis pocas vivencias en Acapulco, nuestra perla del Pacífico. Cuento a cerca de la primera ocasión en que yo fui a aquella ciudad portuaria, cuando un tío me llevó a la famosa Arena Coliseo, a ver la lucha libre. También subí al teleférico, que entonces cruzaba por las alturas del parque Papagayo. Después, llegué a estudiar en la entonces Escuela Superior Ciencias Sociales, dependiente de la Universidad Autónoma de Guerrero. Me tocó vivir en la casa del estudiante "2 de octubre de 1968", que estaba en la propiedad de una familia nativa e Michoacán, en Calle División del Norte, colonia Francisco Villa, muy cerca del Hospital General Vicente Guerrero, el cual se ubica en Avenida Ruiz Cortinez. Por varios años participamos en lqs marchas del dos de octubre, que nunca se olvida. Partiendo de avenida Ruiz Cortinez, en la entrada de la preparatoria dos. Bajábamos por Niños Héroes, o no recuerdo bien si tomábamos por otra calle hacia Avenida Cuauhtémoc, y de ahí hasta el zócalo. Recuerdo que el dos de octubre de 1997, poco antes del desastroso Huraca Paulina, me comisionaron para que en el Zócalo, hablara yo en representación de nuestra casa de estudiantes. Mis compañeros sabían que en el municipio de Atoyac participábamos en el Partido de la Revolución Democrática, y consideraban que yo podría expresar un breve discurso, en aquel aniversario de la masacre de estudiantes en Tlatelolco. Jajajajaja, los compañeros, al acabar el evento rápido me subieron a un taxi, y nos fuimos a nuestra casa, pues todos eramos relativamente chavos y ellos pensaban que la policía municipal pudiera detenernos por nuestro "incendiario discurso", que de irrespetuoso nada tenía, sólo éramos críticos al gobierno. Ha corrido mucha agua bajo el puente, y hace varios años a que no escribo una sola palabra de política partidaria. Hasta ahora lo hago, y solo para recordar que soy acapulqueño de pasada. En el año 2000 apoyamos en el Coloquio Sobre la Paz que se realizó en el Centro de Convenciones. Participaron varios políticos latinoamericanos. El Rector era Florentino Cruz Ramírez, quien bajo mi criterio, fue un rector buen amigo de las universitarias y los universitarios más humildes. Claro que también se codeaba con personajes de las altas élites. Seguramente habrá quienes hoy tengan una opinión diferente a la mía, respecto al ex rector calentano. Mis respetos para ellos. En una tarde de aquel Coloquio, Jorge Castañeda se proclamó en favor del entonces candidato presidencial Vicente Fox, y se ganó una rechifla, pues la mayoría del.público era de izquierda y simpatizaban con Cuauhtémoc Cárdenas. Otra de mis anécdotas de mis ires y venires de mi pueblo natal a Aca pulco y a la inversa es el siguiente: Había un chofer de autobús, apodado "El condorito". Un día, viajando de Acapulco hacia El Paraíso, su cobrador me cobró el pasaje antes de llegar a Coyuca de Benítez. Yo pagué, diciendo que iba a Coyuca. "El Condorito" me miró por el espejo y dijo a su chalán: "aquel chavo va hasta El Paraíso. Jajajajaja, y de ahi en adelante, muchas veces no me cobraba el pasaje. Que Dios lo bendiga. En diciembre de 2002 entré a trabajar al Ayuntamiento de Acapulco, en la Secretaría General. Ahí conseguí varias amistades. Ahora estoy de paso en los Estados Unidos, y procuro escribir y publicar algujnos textos narrativos. Trataré de no aburrir a las pocas personas que me leen, no vaya a ser que dejen de hacerlo y me.manden por un tubo. Jajajajaja. Cierro mi escrito de esta tarde, escuchando a " La Kumbre con K", con la composición "Cóndor Pasa". Los países, creo que al menos los latinoamericanos, tienen una canción que es símbolo musical: Pájaro Chogui, en Paraguay; Cóndor Pasa, en Perú y México lindo y querido, en México, por mencionar algunos. Recuerdo que un día de marzo de 2007, cuando viajé a España, entre a una sucursal dew Wester Union, en Madrid. La chica que me atendió, me dijo: "Usted es de México, verdad?. A lo cual le contesté que sí. Luego ella empezó a cantar, en voz baja: "México, lindo y querido/ si muero lejos de ti..."

martes, 20 de abril de 2021

El sueño americano.

Cuando yo era niño oía que algunos señores de mi pueblo platicaban a cerca de los Estados Unidos. solían decir que "fulano de tal " se fue para el norte. También decían que "perengano" se fue para "el otro lado". Desde mi infancia y adolescencia escuchaba "el otro México", "tres veces mojado", y la composición que dice: "Cuando han sabido que un doctor o un ingeniero/ se han cruzado de mojado/ o que un cacique deje tierras y ganado/ por cruzar el río Bravo/ eso nunca lo verán. Bueno, respecto a esta última composición aqui citada, vale decir que ahora, las cosas se han modificado un poco o mucho. Si los doctores no migran a Estados Unidos, si lo hacen abogados, ingenieros, contadores, y gente de otras profesiones, y no precisamente a desempeñarse en sus campos profesionales, sino a ganarse la vida en el campo, las fábricas, los restaurantes, la construcción, los hoteles y otros empleos. Ahi va un poco de humore u Rblanco, se cuenta pore acá, de un profesor mexicano que llegó al estado de Kentucky a hacer realidad su sueño americano. Trabajaba arduamente en la limpieza de un hotel, le tocaba trabajar en varias habitaciones, y en broma, dándose la suave, decía a sus amistades: "En México yo era profesor, pero aquí soy un burrito sabanero". Oh, volviendo al arte de la música, hay una melodia que yo escuchaba desde niño. Es cantada por el gran Joan Sebastian, y dice, más o menos, así: He andado mil lugares, conocí bellas ciudades... conocí París, Chicago, todo mundo, he sido un vago, mas hoy quiero volver... La fotografía que acompaña a este texto la tomé en los primeros días de enero de 2021, en Chicago, Illinois, casi en esquina de Avenida Cicero con Fullerton. Es la oficina de Atención al migrante, la cual depende del gobierno del estado de Guerrero.

domingo, 18 de abril de 2021

Un Tour en Louisville, Kentucky, USA.

Aquí en un breve tour por Louisville, Kentucky, en el Fleat Market, que se encuentra por " la siete". Ese sitio comercial es conocido por la hispanada cómo "La pulga", y hasta cierto grado es pueblerino. Ahí se encuentran diversos productos: ropa, calzado, herramientas y un extenso etcétera. Pude interactuar con un matrimonio, que dijo ser de Bosnia, país europeo cuyo nombre oficial usado en las representaciones diplomáticas es Bosnia y Herzegovina, y su capital es Sarajevo, la misma ciudad donde asesinaron al archiduque Francisco Fernando, y cuyo magnicidio, acontecido el 28 de junio de 1914, derramó el vaso para que iniciará la Guerra Mundial. Cuantos años llevas en USA?, me preguntó don Osmel, o algo asi entendí que se llamaba. Con mi escaso inglés, pude medio decirle que llegué en diciembre del año pasado. Luego, les medio explique, en inglés, que soy escritor, y que tengo cuatro libros publicados en Amazon. También agregué que en México he sido profesor. La pareja de origen europeo, y a la vez, nacionalizados en este país norteamericano, me mostraron sus excelentes vibras. Dije que otro domingo volvería, primero Dios. Al regresar a casa de mi paisano, se incorpora en esa avenida y una vez recorrida cierta distancia, gira a la derecha, en seguida hay un puente que atraviesa esa arteria vial, la cual, de inmediato me trajo a la memoria a la Ciudad de los vientos, Chicago, Illinois. El vehículo sigue su curso, y en breve, la avenida siete hace conexión con "la Dixie", la cual, según me explica mi paisano, es una de las avenidas mas transitada, junto a la "Preston", en esta ciudad, la mas poblada del estado de Kentucky. Los blandos neumáticos siguen rodando sobre el asfalto, y llegamos al punto, donde al lado izquierdo estan unas agencias de la Nissan y la Ford; luego, más adelante, están sucursales de la Toyota y la Chevrolet. Al llegar a casa de Temo, me ofrecieron de comer una deliciosa carne de puerco, picosita, con tortillas echadas a mano, y para "bajar" la comida una buena agua de jamaica. Mientras disfrutábamos de los alimentos, también disfrutamos una buena charla, recordando pasajes del pueblo donde nacimos. La hermosura de mantel dorado que arropa a la mesa, brinda sintonía. Hoy, me puse en actividad a eso de las 9 y media de la mañana, salí al patio y disfruté de un café, mientras algunos pájaros se asentaban en el pasto. Unos eran de pecho cafe-rojiso, con plumaje gris en el resto de su cuerpo avícola. Otros eran de pico azul. Aleteaban cómo saludando y deseando lo mejore para este domingo. Ayer, ayer fue un dia de maravillosa convivencia con paisanos de la mera Tierra Caliente, de Guerrero, de San Miguel Totolapan, para ser mas precisos. El baile fue amenizado por Los Calentanos de Gue y por El Solitario de la Costa. Se trató del festejo de una quinceañera. Estuvieron a la orden la iguana guerrerense y una extensa lista de corridos, entre los que le puedo mencionar a La Mula Bronca y La Onza. También se bailó varias veces "Palomas que andan volando" .

miércoles, 14 de abril de 2021

Pensando en publicar autobiografia.

Hace algunos meses miré, en al capital de mi estado natal (Chilpancingo, Guerrero, México) a un joven (relativamente joven) leer un libro titulado "El lobo estepario. Relatos autobiográficos". La portada era de color verde, en un tono atractivo, y se alternaba con un color blanco, de tonalidad tenue. No me fijé quien era el autor, pero, para mi gusto, eso es lo de menos, pues con los modernos servicios del ciberespacio, seguramente podremos dar con el nombre del autor en menos que canta un gallo. Confieso aquí y ahora que sin haber leído aún una sola línea de esa publicación, me inspira para dar forma a un "librillo" donde yo plasme buena parte de mi vivir o de mi paso por este mundo. Desconozco si hay que llegar primero a una cierta cantidad de años para que un trabajo narrativo de la vida de una persona pueda pasar a considerarse digno de publicarse y llegar a manos, tan siquiera de nuestras amistades, ya no pensemos en conseguir simpatía en estratos sociales y académicos de revuelo. Cuento en mi archivo cibernético personal con varias cuartillas a manera de borradores para ir delineándolos, somentiéndolos a una mejoría de redacción, donde no nos salgamos por la tangente, y demos sintonía, sabor, claridad y coherencia. Ignoro si en mis textos esté logrando algunos buenos puntos en esta clase de factores a evaluar en quien se precie de sentirse escribano. Historias hay por montones, sólo hay que "robarse" tiempo a nosotros mismos para tomar pluma y tinta, mejor dicho, el teclado de nuestra computadora; encerrarnos con una deliciosa taza de café de Guerrero, y darle vuelo a la hilacha. Ah, también necesitamos estar bien en nuestros cabales, porque, en mi caso, hay ocasiones, en que sin alcohol estoy medio "trastornado", y así no funciona la cosa, pues hace algunos años leí en el prólogo de una de las tantas ediciones de "La Madre", la novela del ruso Máximo Gorki, que cuando alguien escribe, puede la persona lectora darse cuenta si el escritor escribió "con el corazón o con un garrote".

sábado, 10 de abril de 2021

Dos mexicanos y un guatemalteco.

7 y 10 de la mañana. Dos mexicanos y un guatemalteco viajan en Louisville, saliendo de avenida Florence, esquina con una vialidad, de cuyo nombre "no puedo acordarme". Se dirigen por una autopista que conduce a Cincinati, Ohio. En el trayecto, los viajeros escuchan la radio "Galaxia. La picosa", que emite desde Ciudad de Guatemala, la capital del país centroamericano que lleva el mismo nombre. Las ondas hertzianas tienen una distancia de alcance, hasta donde pueden llegar, pero ahora el internet permite escuchar las transmisiones en lugares muy lejanos. Aparece una canción de Los Tigres del Norte, esa que dice "Si no me falla el corazón, voy a decirle que la extraño. Hasta parezco un colegial cuando de pronto se me acerca..." Seguidamente vienen melodías de Los Temerarios. Los "tres amigos" siguen su charla, entre broma y broma . Ya pasan muy cerca del aeropuerto de la ciudad, donde temporalmente radican, la más poblada del estado de Kentucky. Recorrieron aproximadamente 45 millas. Varios venados yacen sin vida a la orilla de la carretera, pues algún vehículo los atropello cuando intentaban cruzar por el asfalto. _Oye amigo, ?porqué hay mexicanos de Chiapas que son de Guatemala?, preguntó uno de los dos mexicanos. _ Oh, es que a principios de los 70s hubo una guerrilla en Guatemala y mucha gente fue desplazada de sus pueblos. Entonces opotaron por pedir asilo en México, y se quedaron a vivir en Chiapas. Bueno, de hecho, Chiapas era territorio de Guatemala, en tiempos más lejanos, pero se adhirieron a México. Ah cabron, dijo el otro mexicano, y luego agregó: "pinche camarada, si que te sabes muchas cosas de la historia de tu país. Desde la media semana, los servicios meteorológicos pronosticaban que el sábado habría lluvia, y aunque a eso de las siete y media de la mañana, el astro rey emitía el fulgor de sus incesantes rayos, no pasó de las 9 y media de la mañana cuando la lluvia hacia presencia.

viernes, 9 de abril de 2021

Recuerdos del estado de Georgia.

Aquella tarde, una familia de San Marcos, Guerrero, continuaba el festejo del bautizo o confirmación de un niño. Había pescqdos fritos, acompañados de verduras, sodas y cervezas; también una que otra "botella" estaba sobre la mesa. Las niñas y los niños disfrutaban de varias golosinas, incluido el pastel y la gelatina. Nos encontrábamos en Concord, North Carolina, USA. Un tío mío me llevó de Wilson, también de aquel estado de la Unión americana. Un amigo oriundo de El Paraíso, también mi pueblo natal, me habló por teléfono y me contactó con Ricardo Céspedes, quien me recibió y me invitó a comer de aquellos buenos manjares. Luego, emprendimos el viaje en una troca negra, de doble cabina, hacia Decature, Georgia, en las cercanías de Atlanta. Era el día primero de octubre de 2017. En el camino, el buen "Richard" me pregunta: _ "Oiga amigo, y ?usted conoce a Ignacio Araujo?". _Claro que sí, le respondí. Y pasamos a saludar a mi compadre, quien es padrino de uno de mis hijos. Richard no quiso decirle quien era yo, solo le dijo que "un paisano de su pueblo quería saludarlo". Pienso que las amistades "valen Oro y Plata", pues sus llamadas dan ánimos. Hoy, varios de ellos me hablaron y me dijeron: "Bueno cabrón, ?Que te hicimos?. Ya no has querido venir a visitarnos. Les dije que, Dios mediante, iré por allá en una oportunidad. Valdría la pena hacerlo, pues es importante fomentar los lazos amistosos. Hay una buena flota de amigos. De varios de ellos no conozco sus nombres, pues una parte de la cultura guerrerense consiste en que casi todos los varones tenemos uno o varios sobrenombres, apodos o alias. Jejejeje, me abstengo de decir algunos por ahora, para que sigamos hablando "seriamente".

miércoles, 7 de abril de 2021

Don Antonio Fadel Marquez.

Don Antonio Fadel Márquez nació en Pandoloma, municipio de San Miguel Totolapan, Guerrero, el 28 de marzo de 1950. Un día, su abuelo paterno, de ascendencia árabe, y también llamado Antonio, llegó a Chilpancingo, Guerrero, acompañado de una hermana y un primo. Se interesaban en los metales que había en la Sierra guerrerense. El señor árabe, conoció en la capital de Guerrero, a su esposa, Modesta Cuevas Bello, nativa de Mochitlán, Guerrero. El matrimonio se trasladó a vivir a Pandoloma, donde nacieron sus hijos Antonio, Sofía, Miguel y Pedro. El hijo primogénito se caso con doña Guadalupe Márquez, y procrearon a Raquel, Salomón, Gabino y Antonio. Pedro agarró camino hacia Costa Chica. Don Anto Fadel Márquez tiene infinidad de recuerdos de los pueblos donde él vivió en su niñez y juventud, o alguna vez los visitó. Lo mismo se acuerda de San Nico del Oro, que de La Parota, cerca de Tlacotepec, que de Puerto del Gallo, Yextla,Yerbasantas, Las Delicias, La Nueva Delhi, El Paraíso o El Molote. También se acuerda de Pueblo Viejo, Toro Muerto, o Jaleaca, pues trabajó en los tiempos en que en la Sierra se explotaba mucha madera. En Puerto del Gallo conoció en su entrañable amigo Noé Ocampo, con quien platicaron que sería bueno ir a trabajar a losa Estados Unidos, pero don toño no tenía algun familiar en aquel país, para que le apoyara, en cambio, don Noe si contaba con alguien. Don Noé migró al vecino pais del Norte. Después, un día escribió a su amigo toño, diciéndole que deberia llegar a Nogales, Sonora, y que de ahí, retomaria su aventura para llegar a Estados Unidos. Por supuesto, que además de la carta, también llegó un dinero. En Phoenix, don Noé trabajaba en la construcción, y apoyó lo más que pudo a don Toño. Ahora, don Antonio es residente, y en Phoenix siempre extiende su mano para ayudar a la paisanada de El Paraíso, y otros lugares de la Sierra guerrerense. No es "barba", pero don Toño es una chulada de persona. Puede leerse parte de sus abundantes anécdotas en mi libro "Migrar de la Sierra de Guerrero a los Estados Unidos" , páginas 71-86, el cuál se encuentra en Amazon. En un próximo libro que publicaré respecto a los trabajos de extracción de maderas y minerales en la Sierra de Guerrero, vendrán experiencias de don Antonio Fadel Márquez, y de su amigo Elías Valdes Lucena, asi como de otras personas. Don Antonio es buen bohemio. De su segunda.quincena, en Phoenix, hace muchos años, se compró su guitarra, que hasta la fecha conserva. De verdad que el "se quita la camisa por un buen amigo". Es una chulada de persona.