Bienvenidas todas las personas que visiten a este blog, el cual difunde información histórica, económica, cultural y social de la Sierra de Guerrero. También se incluyen textos literarios que ayudan a promover a esta maravillosa parte del mundo que la creación nos dio. Los datos cualitativos y cuantitativos que se ofrezcan serán de acuerdo al alcance de nuestras investigaciones. Reciban un fuerte y caluroso abrazo sierreño. Fraternalmente: Esteban Hernández Ortiz.

lunes, 14 de diciembre de 2020

La pelea boxistica de Isidro Perez en Corea del Sur.

Un día como hoy, pero del año 1987, "nos robaron" esta pelea en Corea del Sur, querido "Sid Pérez". Recuerdo cuando ibas a visitar a tu abuelita materna, doña Trinidad Jiménez, en El Paraíso, municipio de Atoyac de Álvarez, Guerrero, pues en ese pueblo naciste, en un hogar muy humilde, el 24 de mayo d 1964. La última vez que visitaste a tu pueblo natal fue del 25 de mayo al 14 de junio de 2012. El 16 de enero de 2013, el Consejo Mundial de Boxeo informó de tu fallecimiento. En 57 ocasiones obtuviste el triunfo, de las cuales, 41 fue por la vía rápida. Tres veces.lograste un empate, y en nueve ocasiones sufriste derrota. Fuiste Campeón Mundial, peleaste en Corea del Sur, Puerto Rico, Panamá, Escocia, y República de Chile. " La mayoría de los boxeadores venimos de la pobreza, y de repente tienes dinero y fama... te llega gente buena y gente mala", dijiste al periodista Carlos Hernández, de La Jornada, diario que publicó esa nota el 25 de febrero de 2010. Que Dios te tenga en su reino. Fuentes de consulta: Video que se acompaña. Libro "El Paraíso, municipio de Atoyac de Álvarez, Guerrero", año 2017. Páginas 140-145. Autor: Esteban Hernández Ortiz. Ediciones Rosa María Porrua. México.

viernes, 11 de diciembre de 2020

La iglesia catolica y sus peregrinaciones en El Paraiso.

El primer sacerdote que dio misa en El Paraíso, municipio de Atoyac de Álvarez, Guerrero, México,
fue Gabriel Ocampo, quien además de visitar a su hermano Eufemio Ocampo, también oficiaba la Santa Eucaristía en 1970. El padre Gabriel estaba a cargo de la Parroquia Cristo Rey, en Acapulco. Así estuvo yendo, el padre Ocampo, de Acapulco al pueblo hasta el año de 1978. Ese año llegó a El Paraíso el Diacono José Limón Mendoza, quien algunos meses después, se ordenó como sacerdote en la Basílica de Guadalupe, en la capital del país. Todavía, El Paraíso dependía de la Parroquia de Atoyac, y visitaba al pueblo el padre Isidoro, de Atoyac. En ese 1978, doña Catalina González Márquez sugirió al presbítero José Limón que se organizaran unas peregrinaciones diariamente, en fechas previas al doce de diciembre, en honor a la Virgen de Guadalupe. La propuesta consideraba que los pueblos vecinos participaran un día. Hubo un tiempo en que participaban comunidades lejanas, como Linda Vista, municipio de San Miguel Totolapan. Por supuesto que participaban pueblos más cercanos como Rio Santiago, municipio de Atoyac. En ese mismo 1978, doña Catalina González e Isabel Pinzón comenzaron a llevar el catecismo a San Vicente de Benítez. Recuerda doña Catalina que aún estaba lo tenebroso por lo reciente de la guerrilla. El sacerdote Limón estuvo en El Paraíso hasta 1982, cuando se retiró por cuestiones de enfermedad. Posteriormente, llegó el sacerdote Bonifacio, y en su tiempo, se nombró a El Paraíso como "Vicaría Fija". Él usaba su vehículo Zafari. Su auxiliar se llamaba Antonio y gustaba de jugar fútbol, en compañía de futbolistas del pueblo como Manuel Castro, Arturo Martínez, entre otros más. En 1987 regresó el sacerdote Limón, cuando ya El Paraíso era Parroquia. Después llegó padre Serafín Casiano. Luego llegó el Diácono Orbelin Jaramillo Diego, quien era muy buen guitarrista y cantor. Años después llegó el sacerdote Ricardo Medina; también llegó el sacerdote Rogaciano Zárate. También estuvo el padre Jorge, quien se "ordenó" en El Paraíso. Era de un pueblo cercano a Chilapa, Guerrero. Entre los últimos sacerdotes que han estado a cargo de la parroquia de El Paraíso se encuentran Joel Salazar y Salvador Salmerón. El sacerdote que actualmente está en el pueblo se llama Jesús Sánchez Rauda. La primera capilla del pueblo estuvo donde actualmente es la casa de doña Concepción Corona, predio que en ese tiempo (1950) era de doña Genoveva Ciprés. En 1953 falleció don Maximino Andrés Antonio, y fue sepultado en el atrio de la iglesia, pues cuando él fue presidente del Comisariado Ejidal, se donó el terreno a la actual parroquia. En 1985, trasladaron sus restos al interior de la iglesia, abajo de donde se encuentra la Virgen de Guadalupe. Así me platicó doña Berna Andrés Rivera, hija de don Maximino. Por su parte, el señor Brígido Bautista Sánchez dice que don Maximino Andrés, siendo autoridad ejidal, pidió a su papá, don Genaro Bautista Poncelis, que cediera su terreno -dobde actualmente se encuentra la iglesia - y que a cambio le darían el terreno que había ocupado don José Garay, quien se había trasladado a vivir a Los Llanos, municipio de Atoyac. Culmino aquí este texto, combinado entre la historia de la parroquia católica en El Paraíso, el "caminar" de los sacerdotes que han estado a cargo de ella y la tradición de las peregrinaciones decembrinas. Espero que el próximo 2021 salga a la luz la segunda edición del libro de El Paraíso. Ya tengo buen avance. Contendrá nuevos "capítulos" y se ampliará información en los apartados de la primera edición. Aparecerán correcciones con su debida mención. Fuente de consulta. Libro "El Paraíso, municipio de Atoyac de Álvarez, Guerrero". Primera edición. Editorial Rosa María Porrua. Año 2017. Páginas 5, 36, 202 y 203. Autor: Esteban Hernández Ortiz. Imagen de mi archivo personal.

jueves, 3 de diciembre de 2020

Lucio Cabañas Barrientos y el Partido de Los Pobres.

Lucio Cabañas Barrientos y el Partido de Los Pobres. Esteban Hernández Ortiz. Ayer se cumplieron 46 años del deceso del guerrillero Lucio Cabañas Barrientos, el profesor egresado de la Normal Rural de Ayotzinapa, Guerrero. Aquel movimiento, surgido a raíz de la violenta intromisión de la Policía estatal en la plaza de Atoyac el 18 de mayo de 1967, ha dado pie a multitud de escritos secretos y públicos. En 1967, Guerrero destilaba sangre, en agosto vendría la barbarie de la masacre de los copreros en la Ciudad portuaria de Acapulco, multiejecución dirigida por pistoleros al servicio de las élites gubernamentales guerrerenses. Por su parte, después de aquel 18 de mayo, el profesor egresado de Ayotzinapa jamás fue visto en público ofreciendo su discurso; en vez de eso, empuñó las armas y el Ejército Mexicano trasladó a más de 10 mil efectivos a la Sierra de Guerrero con el propósito de aniquilar ese "movimiento antisistémico" (así denomina la Ciencia Política a las guerrillas). Se sabe que hubo intentos de coordinación entre El Partido de Los Pobres y la guerrilla dirigida por Genaro Vázquez Rojas, otro profesor que también era guerrerense, pero egresado de la Escuela Nacional de Maestros. La idea no prosperó y cada quien "jaló por su cuenta". En algún tiempo si prosperó la unidad guerrillera en Colombia con la Coordinadora Nacional Simón Bolívar. La mañana del 2 de diciembre de 1974, "Lucio cayó con su AR-15 movitando fuego". Así escribe Arturo Martínez Nateras en su libro "El secuestro de Lucio Cabañas". Otros escritores manejan la idea de que Cabañas se suicidó, cuando ya se sintió sin posibilidades de evadir el cerco militar en El Otatal, municipio de Tecpan de Galeana. En este segundo tenor escribe Felipe Fierro Santiago, en su libro "El último disparo". Hay un buen compendio de libros y tesis de posgrados respecto a esta guerrilla. No faltan algunos señores de "la vieja guardia", quienes consideran que Lucio aún vive en Cuba, donde fue recibido por el entonces gobierno castrista. Sin embargo, la mayoría de las públicaciones académicas, gubernamentales y periodísticas revelan que Lucio Cabañas emitió su último suspiro aquél 2 de diciembre. Durante los seis años y casi seis meses que Lucio Cabañas y su guerrilla mantuvieron en dificultades, no sólo al gobierno, sino al Estado mexicano, ocurrieron cientos, miles de historias. Aún después quedaron los rescoldos, y en la distancia del tiempo se mantienen opiniones contrapuestas respecto a esta guerrilla, dependiendo, en mucho, de la clase social, económica, y política a la que se pertenezca. Para unas y unos, gracias a Lucio y su movimiento llegaron a los pueblos servs como las carreteras, las tiendas CONASUPO, el INMECAFE, las casetas telefónicas y los centros de salud. "Nada más mataron a Lucio, y el gobierno se olvidó de los campesinos" , sostienen muchos. La Universidad Autónoma de Guerrero tiene en El Paraíso, su escuela Preparatoria número 45 llamada "Lucio Cabañas Barrientos". También hay para quienes Cabañas fue un "bandolero" de "malas ideas". ?Es cierto que "todo depende del cristal conque se miré? P.D. A finales de enero o principios de febrero próximo presentaré mi examen de tesis para obtener el grado de Maestro en Ciencias Políticas.

domingo, 22 de noviembre de 2020

Breves historias de niños "perdidos"

Breves historias de niños "perdidos". Esteban Hernández Ortiz. Un sábado, 21de noviembre, a eso de las tres de la tarde, el niño Emmanuel se puso en camino, en busca de su mascota, un perrito negro llamado "Voyka". La historia no tendría la misma relevancia si no fuera porque el pequeño hombrecito apenas rebasa los tres años de edad, y cursa su primer año de educación preescolar. Esto ocurrió en el pueblo de El Paraíso, municipio de Atoyac de Álvarez, Guerrero, México.
De pronto, la familia notó que Emmanuel no estaba. Lo buscaron en casa de los vecinos, principalmente donde él acostumbra jugar. Nadie daba razón del niño. La familia y los vecinos empiezan a preocuparse mucho. Por la radio comunitaria "La Flor de la Sierra" se anuncia al público respecto a este extravío. También se informa a la población mediante un perifoneo desde casa de Javier Ocampo. Familiares y amistades se presentan, tan pronto como pueden, en casa de los abuelitos del niño, y se organizan en grupos para buscarlo en los alrededores de la comunidad. Alguien avisó que lo habían visto caminar, sosteniendo una pequeña bolsa plástica en sus manos, con rumbo a la Colonia Oriental. Luego otra persona comunicó que miró al niño por la cancha de basquetbol de esa colonia. De inmediato se pensó en que el infante podría haberse dirigido a la huerta de sus abuelitos, y así fue en efecto. Emmanuel fue a buscar a su perrito para darle de comer. Más o menos a las seis de la tarde, una brigada de gente, encontró al niño, quien ya venía con su abuelito, caminando, de su huerta hacia el pueblo. Sólo en un par de ocasiones, la familia ha llevado al niño a su huerta, pero su caracter intuitivo le llevó a caminar en busca de su mascota. Este escribano andaba entre siete y ocho años de edad, cuando me eché a andar del Puente del Rey hacia El Paraíso. Recuerdo que yo y mi papá fuimos a visitar a mis abuelitos maternos al Puente del Rey, en la Cuaresma. Mí papá me preguntó que si yo quería quedarme en casa de mis abuelos, y que al día siguiente, mi abuelito viajaría a El Paraíso en su Jeep de "media vida". Yo le dije que sí, que me quedaba esa tarde y noche con mis abuelos. Recuerdo que a los pocos minutos de que mi papá emprendió su camino, yo empecé a inquietarme, y luego pensé en "agarrar camino", pero sin decirle a mis abuelos, pues pensé que no me dejarían caminar sólo. En un descuido de ellos, salí "echo la mocha", sin disfrutar de los deliciosos limones dulces que abundaban por el rumbo, y que tanto me gustaban desde entonces, pues el momento no era para eso. Aquella tarde mis apuros eran otros. Recuerdo que de la casa de doña Faustina García, mamá de Mario Hernández, fueron a decir a mi papá que mi abuelito le hablaba por teléfono, del Puente del Rey. La pregunta obligada era si yo ya estaba con ellos en casa. ?Cuántas anécdotas como la de Emmanuel y la de este narrador hay en los pueblos?. No lo sé, me imagino que son muchas. Bueno, pienso que Emmanuel se "voló la barda", pues no llega ni a cuatro años de edad. La imagen que acompaña a esta narrativa es el viejo almacén de agua, de una de las primeras tomas de agua que tuvo El Paraíso. Muy cerca de este tanque se encontró el grupo de personas con Emmanuel y su abuelito.

lunes, 5 de octubre de 2020

El onomastico de mi padre.

El 4 de octubre de 1948, a las cinco de la mañana, nació mi padre, el señor Francisco Hernández Morales, en la colonia Guadalupana, de El Paraíso, municipio de Atoyac de Álvarez, Guerrero. Cuando mis abuelos paternos
llegaron a nuestro pueblo, en marzo de 1948, procedentes de Tejamanil, municipio de General Heliodoro Castillo, Guerrero, ya mi abuelita estaba embarazada, y a los siete meses llegó a este mundo mi progenitor. Mi jefe es hijo de la señora Evarista Morales Martínez y del señor Gregorio Hernández Abarca. Ella era nativa de Pueblo Viejo, y él, de Tixtla, pero se conocieron en Tejamanil -los tres lugares son pertenecientes al estado de Guerrero -. En 1949, don Maximino Andrés, en su calidad de autoridad ejidal, dio un terreno a mis abuelos paternos junto al terreno de don Mateo Jiménez, para que ahí se pusieran a vivir. Hasta la fecha ahí vive mi papá y dos de sus hermanos, en compañía de sus respectivas familias. Luego, don Hilario Hernández hizo entrega de un "monte", cerca de La Quebradora, a mi abuelo Gregorio para que hiciera su huerta de café. El 30 de diciembre de 1973 se "robo" a mi jefa, la señora Eloina Ortiz Alarcón, quien es nativa del vecino pueblo de Puente del Rey, y se casaron muy humildemente, por la iglesia, en Atoyac, ante el sacerdote Isidoro, en 1974. Desde entonces, mi madre y mi padre han estado juntos en las buenas y en las malas. En 1974 se construyó el puente que pasa por El Paraíso, comunicando la carretera Atoyac-Paraíso -Puerto del Gallo. Mi papá era un trabajador mas en aquella construcción. El miró cuando llegaba el ingeniero encargado de la obra, y gritó a sus compañeros: "Aguas que ahí viene el mandamás". El ingeniero escuchó y despidió a mi papá de su trabajo. Ni modo, no se pudo hacer más. Otra complicada anécdota de mi jefe es cuando, un lunes dejulio de 1973, él caminaba por El Naranjo, muy cerca de la huerta de don Justino Castillo, en las inmediaciones de El Paraíso, dirigiéndose a trabajar a una milpa, adelante de Arroyo Grande de El Paraíso. Eran algunos minutos antes de las ocho de la mañana. - ¿A donde vas con tanta comida?, le preguntó un jefe militar que iba acompañado de unos treinta soldados. - Voy a trabajar a la milpa, contestó mi papá. - ¿Tú eres del Partido de Los Pobres?. -Yo soy pobre, soy campesino, dijo mi papá. -Te podemos detene porque llevas mucha comida, contestó el militar. - Yo estoy haciendo mi servicio militar en El Paraíso con el Teniente Lara Capuchino. Ayer, él me mandó a San Vicente de Benítez a dejar unas bestias, respondió mi padre. - Bueno, no te preocupes, el Teniente que acabas de nombrar está destacamentado en esta área, nosotros solo andamos de paso. Sigue tu camino. De adolescente, mi jefe trabajó en la madera, en las cercanías de El Gallo, cuando extrajo la madera la compañía González. El que dirigió los trabajos fue Alfredo Sartores, pero también estaba el señor "Miles", cómo en segundo mando. Mi jefe trabajo de 1965 a 1967 trabajo por intervalos de varios meses, pues llegado el mes de noviembre había que bajar a cosechar el café y a limpiar las parcelas. Después aprendió el oficio de albañil, y trabajó en la construcción de los hoteles Rivera del Sol, y El Presidente y El Camino Real, en Zihuatanejo, por 1980 a 1982, junto a otros paraiseños. Después hizo trabajos particulares a doña Ramona Leyva, en "Zihua". También fue con otros paraiseños a trabajar a Lázaro Cárdenas, Michoacán, con la compañía Sicartza. Había una compañía de Aguas Calientes que pavimentó varias calles. Había contratos para ir a trabajar por dos o tres años a Arabia o a Estados Unidos, pero nadie de El Paraíso quiso "entrarle". Después, mi jefe aprendió el oficio de barretero, y desde hace varios lustros vende hierbas medicinales en Atoyac, atrás del "Buen precio", en la banqueta de don Julio Castro. Mis dos hermanas y yo agradecemos a Dios por dar un año más de vida a nuestro padre, al tiempo que le pedimos al Creador que le conceda muchos años más de vida. Ayer, mi amigo Gilberto Marcelo Figueroa, y mi sobrino Jared, cantaron las mañanitas a mi papá.

martes, 15 de septiembre de 2020

Recuerdos de las fiestas patrias septembrinas en El Paraiso.

Recuerdos de las fiestas patrias septembrinas en El Paraíso. Esteban Hernández Ortiz. Para finales de los años ochenta, uno de los ciudadanos que "echaban punta" para organizar las fiestas patrias septembrinas en nuestro pueblo era el finado Adalid Araujo Ávila. Había otros más, como mi compadre Rafael Adame Juárez, quienes se disponían a colaborar con las autoridades del pueblo en estas conmemoraciones. El concurso en el palo encebado era muy divertido. Un equipo lo dirigía mi compañero de la primaria, Juan Brito; en otro equipo estaba al frente Humberto Vega, "El Chumbo". Otro equipo lo dirigía un amigo de nombre Francisco, de la Colonia Guadalupana. Hasta arriba, junto a una pequeña bandera de México estaba el premio, que era un conjunto de obsequios que donaban algunos comerciantes del pueblo. Muchas veces había unas botas marca "crucero". La tarde del 15 de septiembre era la oportunidad de que algunos jóvenes mostraran sus talentos en la música y en la poesía. Bueno, en lo personal, doy fe de algunas cosas de mediados de los ochentas para acá. Hay personas de más edad que dan testimonio de las festividades en tiempos mas lejanos. Después se agregó el concurso para atrapar a un marrano encebado y el concurso de los encostalados. Un 16 de septiembre, allá por 1995, llegó un señor de tez morena, flacuchón y con una pañoleta amarrada en la cabeza para que su pelo no cayera sobre su rostro. Usaba, además, un short y una camiseta muy ligeros, apropiados para el atletismo. ¿Cómo se pone ese señor a competir con la chavalisa?, ¿Como creé, pues, que les va a ganar a los chavos?, decíamos todos. Si no me falla la memoria, salieron desde el centro del pueblo y fueron hasta la entrada al Puente del Rey, donde retornaron, hasta regresar al punto donde partieron. Todo mundo se sorprendió cuando miramos que en primer lugar llegó aquel deportista veterano, de quien después supimos que se llama Roberto Piza, y que fue alumno de los profesores Lucio Cabañas Barrientos y Serafín Núñez Ramos en la escuela primaria Modesto Alarcón, de Atoyac de Álvarez, Guerrero. También sabemos que es un ecologista, apodado "Tamakún"cuidador de cocodrilos en Zihuatanejo. Me parece que fue una excelente visita de "Tamakún" a El Paraíso.