Bienvenidas todas las personas que visiten a este blog, el cual difunde información histórica, económica, cultural y social de la Sierra de Guerrero. También se incluyen textos literarios que ayudan a promover a esta maravillosa parte del mundo que la creación nos dio. Los datos cualitativos y cuantitativos que se ofrezcan serán de acuerdo al alcance de nuestras investigaciones. Reciban un fuerte y caluroso abrazo sierreño. Fraternalmente: Esteban Hernández Ortiz.

viernes, 26 de junio de 2015

LA LUNA PARECE UN QUESO

LA LUNA PARECE UN QUESO
ESTEBAN HERNÁNDEZ ORTIZ

Junto a la escuela secundaria comunitaria de Los piloncillos, en la Sierra de Atoyac de Álvarez, Guerrero, está un callejón y de ahí hacia abajo hay que disponerse a andar hasta llegar al río que baja de El Plan de Las Delicias y Los Arrayanes, aunque ya en su cauce por estos caminos trae el agua de la barranca de El Faisanal.

A casi dos años de distancia están presentes las marcas de las torrenciales aguas por Manuel e Ingrid, el pedregal y los enormes playones de arena están a la vista. Hago una hora y media caminando para llegar a Arroyo Grande, un pequeño pueblo de unas 20 viviendas, que ya cuenta con servicio de luz eléctrica y me sorprende mirar como su camino de y hacia El Paraíso está en buenas condiciones, aunque sea de terracería.

Desde la tierra que piso la luna se ve a la mitad, como si fuera una mitad de un pan o de un queso, ¡ah, pues por eso muchos dicen que la luna se les figura un queso, cuando la ven redonda! Algo curioso es que esa luna a la mitad muestra una parte del conejo, pareciera que son sus orejas y una parte de la cola. Otro detalle que observo es que cuando la luna es llena se mira a su conejo en ubicación hacia el oriente y ahora parece que la luna dio un giro de noventa grados partiendo del oriente hacia el norte.
Transcurrían algunos minutos después de las ocho de la tarde-noche cuando el sol se ocultaba ya en el poniente; sus rayos parecían lanzar fulminantes destellos sobre las nubes y parecía que el cielo ardía en llamas. Luego empieza a oscurecerse y los gorriones vuelan lento casi a ras de suelo, se les distingue el color blanco en la punta de sus alas a la vez que lanzan sus propios sonidos cánticos. Los gorriones vuelan como si estuvieran lesionados, pero no están heridos, sólo que así deambulan y se desplazan cuando está oscuro, sea al amanecer o al anochecer.

También hay muchas estrellitas que se miran a los lados de la carretera, son las luciérnagas que embellecen el momento, como si una enorme serie de luces navideñas estuviese encendida y extendida a los costados de esta carretera. Ya hay cansancio en mi caminar, pues he recorrido a pie un poco más de seis horas consecutivas, cuando dan las ocho y media de la noche.

La media luna se deja ver en las alturas y también los luceros. Yo me pregunto: ¿Qué acaso los luceros no se llevan con el sol y pueden aparecer los luceros sólo hasta que el astro rey se oculta?, ¿O es que los luceros siempre están en su lugar, pero la luz solar no permite que nosotros los veamos, sino hasta que el sol se va? Esta y otras breves dudillas me surgen esta noche. Luego miro como tres luceros están en perfecta alineación apuntando hacia la media luna y delante de esta hay cantidad de luceros más dando forma a un rombo, que a la vez parece una cruz; el lucero que sería como el pie de la cruz, es al mismo tiempo un punto de intersección de un medio círculo de luceros.


Ya casi entraba yo a El Paraíso cuando sería por la fatiga o por el hambre, o por las dos cosas a la vez, pero yo decidí dejar de lanzarme interrogantes para mí y pensé en que las incógnitas que esta noche me venían a la mente eran tan difíciles de resolver como aquella cuestión de si “la gallina fue primero que el huevo o si el huevo fue primera que la gallina”. Tremenda interrogante no la ha podido resolver el hombre desde que empezó a hacer uso de razón y comenzó a preguntarse el porqué de las cosas. ¿Cómo iba a poder desatar tremendas lides éste prójimo?

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