8.- Producción
agropecuaria en la Sierra de Guerrero.
a) Los comienzos de la ganadería.
La ganadería caprina y porcina da buenas utilidades a la gente de la
sierra. En su libro Toro Muerto. Paraíso Desconocido (página 17), Ramiro Reyna
Aguilar dice que don Modesto
Sandoval Castro les compartió que él
sembraba maíz, papa y trigo, además de criar ganado porcino y vacuno, del que
llegó a tener hasta 700 cabezas. El ganado mayor se vendía en Tlacotepec. Los marranos
Jersey (DurocJersey) se llevaban caminando hasta esa población o a Verde Rico,
al igual que el ganado vacuno Brahman, de más de 300 cabezas. En aquel entonces
los “tigres” (jaguares) y “leones” (pumas) abundaban. Al tigre lo cazaban por
los estragos que causaba entre el ganado, pues de treinta becerros dejaba diez
vivos. Otros felinos menores que había en la región eran el champolillo y el
gato montés, en cambio había pocos coyotes.
b) Chiveros en la Sierra de Guerrero.
Chiveros es una pequeña comunidad del municipio de Petatlán
con tan sólo seis habitantes, ubicada a 745 metros sobre el nivel del mar.
Transcurría el siglo XIX cuando la ganadería caprina alcanzó
sus mayores albores en tierras del actual municipio de Tlacotepec. Al parecer
un grupo de familias venidas del Estado de México se empezó a dedicar de lleno
a la cría de cabras. Por la abundancia de pastizales en la zona, los rebaños
eran trasladados frecuentemente de un paraje a otro, les llamaban “haciendas
votantes”. Los rebaños listos para comerciarse eran enviados a distintas partes
del país, sobre todo a Puebla, donde esperaban a “los chiveros de Guerrero”. Se
dice que hoy día todavía prevalece esta cultura en la ciudad poblana de
Tehuacán. Al salir de Tlacotepec se dirigían hacía Filo de Caballos, luego a Chilpancingo, de ahí a Chilapa y a
Tlapa para finalmente internarse en territorio poblano.
El siglo XIX fue el auge del ganado caprino en los campos de
Tlacotepec. Se cree
que fueron unas familias que migraron del Estado de México hacia Tlacotepec las
que se dedicaron de lleno al rebaño
de cabras. No tenían un sitio fijo e iban en busca de pastizales para que los
chivos pudieran alimentarse, por ello se les llamó “haciendas volantes”. Víctor
Araujo de San Miguel Totolapan subió a YouTube el corrido de “los chiveros” y
el grupo musical “Los amantes de la Sierra” interpreta el corrido “El Chivero
de Guerrero”.
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