Las
palomas de la paz vuelan en Colombia
Esteban Hernández Ortiz.
(Segunda de tres partes).
La presente serie contiene extractos
de los apuntes que he estado preparando con el propósito de elaborar mi tesis
de maestría en ciencias políticas. Espero poder corregir la cadena de errores
aquí contenidos para elaborar un mejor trabajo de tesis.
Colombia es el segundo País en el mundo con mayor
número de minas antipersona; se ubica sólo detrás de Afganistán, nación que
tiene el número uno en minas a nivel orbe. De
ahí que en abril de 2006 un cantante mundialmente conocido, nativo de
Colombia, estuviese en el parlamento de la Unión Europea promoviendo el desmine
de su País. Su nombre artístico es Juanes.
Juanes estuvo en Bruselas, en la sede del parlamento
europeo el 20 de abril de 2006 y puso a bailar a los eurodiputados.
Ante un público que lo acobijó, incluyendo
a varios eurodiputados, Juan Esteban Aristizábal cantó algunos de sus éxitos más
populares: A Dios le pido y La camisa negra.
Sin duda que el tema central fue “Fíjate bien”, en la que el estribillo menciona:
"fíjate bien donde pisas, fíjate cuando
caminas, no vaya a ser que una mina te desbarate los pies, amor".
El País del gran novelista Gabriel García Márquez,
el País de Shakira –la nativa de Barranquilla- que grabó para el mundial de futbol de Sudáfrica, el País que
tiene hoy día una alta producción de café –debe decirse que también de cocaína-,
el País de James Rodríguez el futbolista que brilló en el pasado mundial de
Brasil y que hoy juega para el Real Madrid, ese País está cada día más cerca de
cruzar la línea de la meta que representa la paz, dejando atrás la secuela de
multitud de hechos y no hechos de la guerrilla encabezada por las FARC-EP y
respondida por los regimientos del ejército nacional.
Colombia está por respirar en la tranquilidad, luego
de salir de ese gigantesco letargo en que se vio hundida.
No todos aplauden los
diálogos de paz.
La Organización No Gubernamental Human
Rights Watch (HRW) ha sostenido que el acuerdo de paz en Colombia carece de
compromisos reales que garanticen los derechos de las víctimas. “Es un cúmulo
de promesas vacías”, asegura la ONG. Para HRW es preocupante el carácter
independiente que revestirá el tribunal especial que atenderá los casos, pues
de acuerdo a su óptica existe la posibilidad de que los procesados puedan
desempeñar cargos políticos inclusive cuando estén cumpliendo sentencia.
HRM asegura que si no se insertan
cambios urgentes al texto suscrito entre las FARC y el gobierno colombiano, el
acuerdo es “una piñata de impunidad”
.
De no hacerse los agregados que garanticen los derechos de las víctimas, los
acuerdos vendrían a favorecer tanto a guerrilleros como a agentes del Estado
colombiano involucrados en crímenes de guerra o de lesa humanidad durante el
prolongado conflicto. Luego, se desencadenaría una serie de litigios en los
órganos internacionales de protección a los derechos humanos.
Antes del 22 de diciembre de 2015, la
ONG de derechos humanos encargó a una decena de abogados de diferentes
nacionalidades y de distintas especialidades el análisis de las 63 páginas que
contienen el acuerdo sobre el nodal punto 5 de las negociaciones de paz
anunciado el 15 de diciembre en La Habana.
Así se expresó el martes, 22 de
diciembre de 2015 en Washington, el director para las Américas de HRM, José
Miguel Vivanco
:
"No creemos que se pueda pretender fundar una
reconciliación o un proceso de paz sobre la base de la injusticia. Y lo que
este acuerdo esconde es eso, injusticia”…
…
Se trata de un acuerdo de impunidad, es un pacto entre
gobierno y FARC que termina sacrificando el derecho a la justicia de las miles
de víctimas del conflicto armado colombiano...
…
Colombia aún está “a tiempo de corregir” algunas de las
graves lagunas y ambigüedades… Si no lo hace…vamos directamente frente a una
colisión ante órganos internacionales de protección de derechos humanos…
…
Ninguna persona que cumpla una pena tras haber sido
condenada por un crimen de guerra, de lesa humanidad o una grave violación de
derechos humanos debería poder postularse para un cargo público ni desempeñarlo
mientras esté cumpliendo esa pena”… “Ningún tribunal internacional ha permitido
que aquellos que han sido condenados por crímenes de guerra puedan evitar la
prisión por crímenes tan graves…
…
¿significa este acuerdo que cualquier condenado que proponga
un proyecto “restaurativo y reparador” se librará de la privación de libertad y
que si este proyecto dura menos de los cinco años de cárcel mínimos previstos
se considerará saldada la deuda con la justicia? ¿Por qué no se especifican
sanciones para quienes no cumplan ni siquiera estos compromisos?
A
decir de la ONG “HRM” vendrán cascadas de procesos en materia de derechos
humanos que las víctimas del conflicto que data de casi cincuenta y dos años
promoverán ante los tribunales internacionales, si el aspecto de reparación de
los daños no se incluye verdaderamente en el paquete de puntos negociables
desde La Habana. Vale decir que las acusaciones por haber cometido delitos no
se enfilan únicamente para los soldados de las FARC-EP, sino también hacia los
soldados y altos mandos del otro ejército, el del gobierno nacional. Por otra
parte, se desprende también de esta posición de HRM, su negativa a que quienes
en un futuro no lejano pasarán a ser llamados “ex guerrilleros” puedan ser
candidatos a cargos de elección popular, si se encuentran sujetos a un proceso
penal.
Una
gran verdad es que en América Latina –como tal vez también sea en el resto del
mundo- los partidos políticos han caído a un barranco de descrédito, sean de izquierda,
centro o derecha.
Pero como no todos los dedos de la mano
son iguales en Colombia parece ser una imperante necesidad el que la
guerrilla de las FARC-EP pase a hacer sus reclamos que le dieron rigen desde el
27 de mayo de 1964 –cuando se fundaron en la región de Marquetalia- en el marco
del sistema político-electoral de su patria y ya no desde la arista de
movimiento antisistémico, como se les llama en ciencias políticas a este clase
de movimientos.
El
expresidente y actual senador de Colombia, Álvaro Uribe se ha manifestado en
desacuerdo con los acuerdos de paz.
El gobierno de Estados
Unidos parece contribuir a la paz colombiana.
El
día veintiuno de marzo de 2016 se sostuvo una reunión en La Habana, Cuba, entre
el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, y los negociadores de la
paz colombiana, en ocasión de la visita del Presidente estadunidense Barack
Obama a Cuba
.
En
un acto sin precedente, jamás se había reunido con las FARC-EP un funcionario
estadounidense de tan alta jerarquía, a la vez que todavía los EE.UU. mantienen
a este movimiento subversivo en su listado de organizaciones terroristas en el
mundo.
El
gobierno colombiano ha dado en llamar “bandas criminales”, conocidas por la
abreviatura BACRIM, pero la guerrilla continúa llamándoles “grupos
paramilitares”.
No
cayó nada bien al Departamento de Estado la reacción del ex presidente Álvaro
Uribe, quien llegó a mencionar que se sentía “molesto” porque el Gobierno de
Estados Unidos se reuniese con las FARC y llamó a este movimiento guerrillero
“el mayor cártel de cocaína en el mundo”. No es la primera ocasión en que el ex
presidente Uribe marca su desacuerdo con este proceso. Uribe twiteo en contra de la reunión y fue secundado por
varios senadores de su partido, el Centro Democrático, además del ex presidente
Adrian Pastrana.
Las
FARC-EP dijeron que el gobierno de Obama se mostraba preocupado por la
violencia paramilitar. En tanto, algunas plumas no han dejado de subrayar el
apoyo militar y de inteligencia de Estados Unidos mediante el Plan Colombia
contribuyó a contrarrestar a las FARC-EP.
El
Presidente Obama designó a Bernie Aronson como enviado especial de su Gobierno
a los diálogos y, en febrero, ratificó su ayuda al comprometerse a solicitar al
Congreso 450 millones de dólares para afianzar el posconflicto el próximo año.
Sin embargo no debe perderse de vista que el Congreso de EE.UU es de mayoría
republicana, principalmente la Cámara de Senadores.
En
el transcurrir de los años ochenta había en Colombia media docena de grupos
guerrilleros, tres fuertes carteles de narcotraficantes y 15 agrupaciones de
paramilitares; en suma alcanzaban la cifra de 50.000 hombres armados. El
gobierno nacional contaba con menos de 100.000 uniformados y en el 30% de los
municipios había escasa o inexistentes presencia por parte del gobierno
colombiano. Colombia era la capital del secuestro y del homicidio en el planeta
.
Cuando
en 1999 se intentaron las negociaciones del Caguán se desmilitarizaron 42.000
Km², ahora se discute sobre unas decenas de lugares que en conjunto rondarán
los 100 Km². En aquel intento de
negociación era presidente de Colombia Adrián Pastrana.
Todo
mundo pensaba que la firma final por la paz se haría efectiva el 23 de marzo,
pues un par de días antes el presidente de Estados Unidos se reunió con su
homólogo cubano, también sucedió otra reunión impensable: El secretario de Estado John Kery se reunía con las
delegaciones por la paz, primero con la representación por parte del gobierno y
en seguida, con la delegación de las FARC-EP.
Lo
anterior a pesar de que el gobierno norteamericano tiene un enviado especial
para estas negociaciones. En un hecho sin precedente, por primera vez en la
historia se reunió un funcionario de tan alta jerarquía del gobierno de EE.UU.
con los voceros del movimiento subversivo, aun cuando el gobierno de Barack
Obama mantiene a las FARC-EP en su listado de organizaciones terroristas del
mundo
.
Luego
del encuentro con Kerry, las FARC-EP dijeron que habían entregado al Gobierno y
a las naciones garantes una hoja de ruta a continuar en las próximas semanas.
“En fecha no lejana le daremos la buena nueva al país y al mundo que Colombia
ha llegado a la paz”
.
Las
FARC-EP obsequiaron a Kerry un ejemplar del libro Resistencia de un pueblo en armas con la
inscripción:
“Este
texto recoge un tramo de la historia escrita por el fundador de las FARC,
Manuel Marulanda Vélez, organización insurgente que hoy se alista para el
tránsito a movimiento político legal”.
Existen
muchas versiones de que seguramente las FARC-EP presentaron a Kerry la petición
de ayudar a Simón Trinidad, quien se encuentra en prisión de los Estados Unidos
cubriendo una sentencia de privación de la libertad equivalente a más de 60
años de prisión. Las FARC-EP solicitan que Trinidad sea extraditado, lo cual
sería visto por el Gobierno de Santos como un gran aporte de EE.UU para
finiquitar las negociaciones. El gobierno norteamericano siempre se ha mostrado
receloso de esa extradición. Otra exigencia de la guerrilla es su salida del
listado de agrupaciones terroristas a partir del momento en que se firme el
acuerdo de paz con el Gobierno.
El fin de una era y el comienzo de otra.
Se
transcribe aquí la mayor parte del artículo
Cerca del final y del principio,
publicado en la columna Tribuna, por el columnista Joaquín Villalobos el pasado
16 de marzo
[10].
Joaquín Villalobos fue guerrillero en El Salvador y actualmente se
desempeña como consultor para la resolución de conflictos internacionales.
“…La
concentración de los combatientes de las FARC en pequeños espacios, la
verificación internacional, el control sobre las armas, la ejecución de los
primeros desarmes y el contacto permanente y pacífico entre guerrilleros,
militares y policías serán los factores que abrirán el camino al desarme. Sin
duda habrá problemas, retrasos y hasta incumplimientos, pero los acuerdos están
hechos para establecer un contexto político, social y psicológico que haga
perder sentido a la política con armas.
…
Las
FARC son irrelevantes en política nacional; sin embargo, el fin del conflicto
le limpia el camino electoral al centroizquierda. Aun cuando la izquierda
necesita superar problemas de unidad, liderazgo y madurez política para llegar
a ser Gobierno, se puede decir que la hegemonía conservadora que ha dominado
Colombia empezará a concluir. Esta nueva situación está polarizando al país. No
es la paz el problema, sino el miedo a una nueva realidad política.
En
este contexto, la polarización es el mayor peligro para el proceso de paz,
porque no habrá paz para los colombianos si no hay madurez entre sus políticos.
El Salvador logró una pacificación exitosa que la polarización entre los
partidos durante la posguerra terminó destrozando. La ingobernabilidad abrió
las puertas al crimen y ahora los salvadoreños sufren una violencia peor que la
guerra civil. Es por ello una extraordinaria noticia que el Congreso colombiano
aprobara por unanimidad la ley que permitirá implementar las zonas de
concentración de las FARC. La política es lucha y pacto, sin lucha no hay
identidad, pero sin pactos no hay gobierno y sin gobierno no hay paz”.
Consultado el
día miércoles, 23
de diciembre de 2015 a las 21:50 horas en
Consulta efectuada a las 15:07 horas del lunes, 28 de marzo de
2016 en la editorial “Colombia: el
último empujón” del diario español El País, en su
edición del día 26 de marzo de 2016.
El
15:20 horas del lunes 28 de marzo de 2016. Columna “Tribuna” con el título “ Cerca del final
y del principio”
El
15:00 horas del lunes28 de marzo de 2016. Columna “Tribuna” con el título “ Cerca del final
y del principio”
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