LA PARTIDA DE FIDEL CASTRO RUZ
ESTEBAN HERNÁNDEZ ORTIZ.
“No estoy de acuerdo con lo que dices,
Pero defenderé con mi vida tu derecho a expresarlo”.
Voltaire.
A las 22:29 horas -tiempo de Cuba- de
anteayer Fidel Castro Ruz exhaló su último suspiro, según la declaración
oficial que hiciera el Presidente cubano, su hermano Raúl. Algún médico cubano
debe haber certificado la noche del viernes 25 del mes y año que transcurren
que el cuerpo del ex presidente cubano ya no mostraba ningún signo de vida y
que por consiguiente podría certificarse su muerte en términos médicos y con
apego a preceptos legales.
Creo en que Fidel Castro Ruz es un
personaje que generó y continuará generando una extensa y controvertida variedad
de opiniones en torno a su personalidad pública, mucho más que por su vida
privada.
Una terna de acciones subversivas fue
puesta en marcha el 26 de julio de 1953. Surgió un tropiezo mediante el ataque
al cuartel Moncada en la Ciudad de Santiago, aunque el equipo encabezado por
Abel Santa María si había logrado su objetivo tomando el hospital Saturnino
Lora. El mismo éxito logro el equipo encabezado por el ahora Presidente Cubano Raúl Castro, al tomar el Palacio de
Justicia en la misma ciudad.
En el intento por tomar el Cuartel
Moncada, Fidel Castro Ruz y varios de sus compañeros fueron apresados, pero la
historia tenía reservados otros pasajes más halagadores para la caterva de
jóvenes cubanos que pretendían derrocar al régimen de Fulgencio Batista.
Fidel pasó algún tiempo en prisión
donde fue juzgado, la misma cárcel en la que escribiría las notas que años
después se publicaron en “La historia me absolverá”, pues Fidel, haciendo uso
de su condición de abogado, determinó él mismo asumir su defensa jurídica y en
una audiencia, enfatizaba: “La historia me absolverá”. Un clérigo intervino,
según lo manifiestan algunas publicaciones, para que Batista levantara una
especie de indulto presidencial al Comandante a quien esta noche se dedican
funerales en la isla cubana.
Tan pronto como Fidel recobró su
libertad se trasladó a México y una embarcación llamada “Granma” zarpó de
Veracruz con destino a Cuba, pero el arribo fue descubierto y los tripulantes
del Granma fueron recibidos a tiros. El gobierno creyó que Fidel Castro Ruz
había muerto en ese episodio, sin embargo otra verdad saldría a flote. “A la
sierra con Fidel” era la frase que empezó a difundirse en Cuba, luego de que un
periodista estadounidense publicara una entrevista que había realizado al joven
abogado Fidel Castro Ruz en plena “Sierra Maestra”. Finalmente la Revolución
cubana triunfó y al paso de algunas anualidades surgieron movimientos políticos
en América Latina que creían que era menester desarrollar otra revolución que
enfrentara a los despóticos gobiernos y el resultado fue el brote de guerrillas
en varias naciones.
Uno de los momentos más relevantes en
el discurso que Fidel Castro Ruz practicaba fue el que ofreció en la
Organización de las Naciones Unidas en 1979.
“Y Dios entró en La Habana” uno de
los libros que se publicaron con posterioridad a la vista de Juan Pablo II a Cuba.
Varios años antes Frei Betto había publicado el libro “Fidel y la religión”,
obra en la que discurren muchas posiciones ideológicas de Castro Ruz. Ese material
es producto de una extensa conversación que hubo entre los dos personajes en
mayo de 1985. La entrevista dilató 23 horas. Por ejemplo él dice que la
religión inculca el “no robarás” y el “no mentirás” y que esos principios un
buen revolucionario también los profesa.
Fidel fue y seguirá siendo una figura
generadora de controversia y polémica, tuvo y tendrá admiración y respeto, pero
también tuvo y tendrá sus detractores. Ayer, más o menos a las 5 de la tarde yo
pasaba, en compañía de mi esposa, cerca del kiosco de la alameda central en
Chilpancingo y miré que sobre una pilastra había unas cartulinas y un letrero
que decía: “Escribe un mensaje por la muerte de Fidel Castro”. Yo desconocía
que Castro había fallecido y me sorprendí, entonces exclamé ¡¡ ¿Murió Fidel? !!
Una señora, que parecía ser profesora me contestó: “Sí, murió anoche, pero no
fue como el imperio hubiese querido”.
Hace pocas semanas y después de
varias décadas, se reanudaron los vuelos entre Estados Unidos y Cuba, lo mismo
que las relaciones comerciales y desde luego, diplomáticas, entre ambas
naciones. Esa nueva era fue alcanzada a conocer por Fidel. Ha partido
físicamente pero su ideario queda en las manos, en la mente y en el corazón de
miles de cubanos y mujeres y hombres de todo el mundo.
Hoy Fidel y “El Che” ya se han
reencontrado. Un día, después de dejar el Ministerio de Economía en el gobierno
cubano, Guevara de la Serna escribió a Fidel Castro entre otras elocuentes
palabras, las siguientes: “Yo puedo hacer lo que por tu responsabilidad al
frente del pueblo de Cuba te está impedido… Otros pueblos del mundo reclaman el
concurso de mis modestas ideas”.
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