Bienvenidas todas las personas que visiten a este blog, el cual difunde información histórica, económica, cultural y social de la Sierra de Guerrero. También se incluyen textos literarios que ayudan a promover a esta maravillosa parte del mundo que la creación nos dio. Los datos cualitativos y cuantitativos que se ofrezcan serán de acuerdo al alcance de nuestras investigaciones. Reciban un fuerte y caluroso abrazo sierreño. Fraternalmente: Esteban Hernández Ortiz.

martes, 8 de noviembre de 2016

LOS SISTEMAS POLÍTICOS EN EL MUNDO.

LOS SISTEMAS POLÍTICOS EN EL MUNDO
ESTEBAN HERNÁNDEZ ORTIZ.

“Política es hasta nuestra querida Constitución”, escuché decir al fallecido jurista mexicano Ignacio Burgoa Orihuela, en una Congreso de Derecho Constitucional de la UNAM.

Cada República ha conformado su representación política y ha creado relaciones interinstitucionales gubernamentales, lo cual constituye, en gran parte, la libertad de las naciones para autodeterminarse. A este proceso se le identifica como “Sistema de gobierno”.

Luego, ese sistema de gobierno, sumado al sistema de partidos, más el sistema electoral integran el llamado “Sistema político” de un país, de acuerdo al libro “Gobiernos y Democracia” publicado por el IFE en noviembre de 2012 (Javier Hurtado. P. 10. Consultable en https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/8/3951/1.pdf). En 1953, apareció la obra The Political System, de David Easton, en la cual Easton ahonda sus análisis respecto al “sistema”.

Los sistemas electorales son diversos, por ejemplo hay países donde existe la “segunda vuelta”, que instruyen para que se aplique una segunda votación con los dos candidatos más votados, si en la primera ronda el que haya logrado la mayoría no haya conseguido el 50 % más uno de los votos. Existen países donde se sanciona con una multa al ciudadano que no acude a votar; también existen países donde ya se vota vía electrónica. Otra variante para el análisis es el voto en el extranjero.

Las elecciones presidenciales de EE.UU son indirectas, pues los ciudadanos registrados en los padrones eligen a un Colegio Electoral y éste elegirá a la Presidenta o Presidente de esa nación norteamericana. Al respecto ilustra bien el artículo de Rogelio Ortega, el cual fue publicado por el diario “El Sur” el día 4 de noviembre de 2016 (http://suracapulco.mx/9/el-mundo-en-estos-dias-elecciones-en-estados-unidos/).

En el caso de Italia, el presidente de la República es electo cada siete años. Uno de los requisitos para ser candidato o candidata es tener cincuenta años al día de la elección.

Una especie de Colegio Electoral es el que participa en la elección del presidente italiano. 58 representantes procedentes de las 20 regiones italianas, son tres de cada región, a excepción del Valle de Aosta, que sólo tiene un delegado (http://www.voyagesphotosmanu.com/gobernio_italiano.html). 
Se agregan a ese Colegio Electoral los 630 diputados y los 315 senadores de su parlamento federal. Haciendo la adición tendremos que son 1003 electores los que pueden votar para elegir al Presidente italiano.

En Italia, para que un candidato presidencial sea declarado como triunfador deberá conseguir dos terceras partes de esa masa de sufragios, es decir, 669 votos del total de 1003 electores (http://www.abc.es/internacional/20150114/abci-como-elige-funciones-presidente-201501131741.html ).
Ahora bien, si luego de haber ocurrido tres rondas de elección ningún candidato ha conseguido las dos terceras partes, en la siguiente votación bastará la mayoría absoluta.

El jurista democristiano Sergio Mattarella, de 74 años de edad fue electo como nuevo Presidente a finales de enero de 2015, mediante una “cuarta votación”, logrando 664 votos. Es el doceavo presidente con mandato de siete años. Mattarella hubo de dimitir como Ministro de Educación del Gobierno de Giulio Andreotti, ya que según su criterio, había una ley que otorgaba bastantes privilegios a Silvio Berlusconi, en los monopolios de televisión privada (http://www.abc.es/internacional/20150131/abci-mattarella-presidente-italia-201501311123.html).

Tal como ocurre en Alemania con la presidencia o en España e Inglaterra con la monarquía, en Italia, el Presidente no cuenta entre sus potestades con la de ser directamente “jefe de gobierno”, pues para ese propósito debe elegir a un “Primer Ministro”, persona que inspire confianza al parlamento italiano. Por lo regular, la figura del primer ministro recae en el líder del partido mayoritario en la Cámara de Diputados. Senadores y Diputados italianos son electos cada cinco años.
El presidente italiano, sí desempeña las otras funciones que en México se conocen como funciones de Jefe de Estado, la cual permite a un presidente recibir en su país a mandatarios de otras naciones, y la función de Jefe o Comandante Supremo de las Fuerza Armadas. También se encuentra entre el catálogo de facultades la de otorgar indultos y conmutar penas.

El Presidente italiano, puede, previo acuerdo con los Presidentes de las mismas, decretar la disolución de las Cámaras legislativas, pero le está impedido constitucionalmente aplicar esta medida en los últimos seis meses de los siete años de su mandato. Cuando el presidente recurre a este derecho es lo que suele denominarse golpe de Estado institucional.

En enero de 2015, Georgio Napolitano renunció al cargo de presidente de Italia, luego de que fuese electo en 2006 y hubiese sido reelecto en 2013. Antes de que Napolitano optara por presentarse para un segundo mandato, no se había registrado un caso de reelección presidencial; sin embargo, Napolitano dejó vacante su cargo en enero de 2015.

Volviendo a los sistemas políticos y su variante de “sistemas de partidos”, diremos que estos últimos también son variados. Generalmente se autorizan en las normativas electorales la conformación de alianzas o coaliciones para las elecciones del Poder Ejecutivo y para las del Legislativo. El número de partidos varía de país a país.

En el espectro político-ideológico se reconocen a los partidos como de centro, derecha, izquierda, centro-derecha o centro izquierda. Ahora bien, al interior de cada partido existen facciones o “corrientes” que también se identifican en algún punto, yendo del ala izquierda a la derecha.

Bien, pero ¿En qué consiste esa dicotomía izquierda-derecha? El término “izquierda y el término “derecha” en su significado remota su origen al marco de la Revolución Francesa. Tras la toma de la Bastilla, el 14 de julio de 1789, se conformó en Francia la Asamblea Nacional Constituyente, la cual tenía como uno de los objetivos la redacción de una Constitución y por supuesto la decisión del futuro político del país.

En el primer día de sesiones de la Asamblea, a la derecha del presidente se situó el grupo de la Gironda (Los Girondinos) y a la izquierda el grupo de la Montaña (Jacobinos). En el centro se mantuvieron las personas indecisas o no partidistas aún, llamándose a ese grupo La Marisma o el Llano.

Los Girondinos apostaban por una monarquía parlamentaria y derecho de sufragio no universal (eliminando el derecho a las clases no propietarias); tenían el apoyo de una parte de la nobleza, de la burguesía y de los propietarios.

Los Jacobinos en cambio eran partidarios de una república y de un sufragio universal, y es por ello que tenían el favor de las clases populares (http://siempreconectado.es/origen-de-la-izquierda-y-derecha-en-politica/).

Existen en el mundo tres sistemas de gobierno: parlamentario, presidencial y semipresidencial. De ellos, el de mayor antigüedad es el parlamentario. La asamblea legislativa que elegía el pueblo, poseía facultades dominantes sobre el ejecutivo y el judicial (Hurtado. 2012. P. 12).

El sistema presidencial encuentra su mayor razonamiento o soporte teórico en la separación de poderes. Montesquieu, en “El espíritu de las leyes” asentó: “Es una experiencia eterna que todo hombre que tenga poder, se vea tentado a abusar de él hasta donde encuentre un límite”.

Al sistema parlamentario también se le  conoce como “gobierno de gabinete”. El sistema presidencial lo crearon los ciudadanos de Inglaterra que llegaron a la costa Este de los actuales EE. UU desertando de los excesos de la Corona. Al declarar su independencia y pasar enseguida a redactar su Constitución procuraron evitar el despotismo del Legislativo y a la par, evadir el absolutismo del Ejecutivo, pues ambos ejercicios de gobierno les habían aborrecido en Inglaterra. Así tendrían un Congreso electo mediante el voto universal, directo y secreto, y también contarían con un Presidente que no ejerciera funciones de rey.

En un principio los teóricos propusieron que resultaría incompatible que una personas perteneciera a dos poderes, sin embargo parece más fácil que una Asamblea o Parlamento ejerza un control sobre sus propios miembros que sobre miembros de otro poder (Hurtado. 2012. P. 13).


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