La iglesia católica en El Paraíso.
La primera capilla se construyó donde
actualmente vive la señora Concepción Corona, era en ese entonces la casa de
doña Genoveva Ciprés. Más tarde se pasó la capilla al sitio que actualmente
ocupa la Iglesia y también pasó a ser reconocida por el arzobispado de Acapulco
como Parroquia que lleva el nombre de “Virgen de Guadalupe”.
La señora Catalina
González Márquez nació el día 31 de diciembre de 1946 en la comunidad de Las
Rosas, municipio de San Miguel Totolapan, Guerrero. Llegó a El Paraíso cuando
contaba con siete años de edad. En aquel pueblo nació ella y todos sus
hermanos.
Su papá, el señor Pedro González Hernández, falleció el 27 de agosto
de 1996 y fue hermano de los señores Epifanio González Nava y de doña Arcadia
González, quienes también fueron vecinos de El Paraíso. Su mamá fue la señora
Margarita Márquez Solano nació en Pandoloma, municipio de Heliodoro Castillo y
murió en 1976.
Habla la señora Catalina González Marquez:
“El primer sacerdote que vino a nuestro pueblo fue Gabriel Ocampo, hermano de
don Eufemio Ocampo, uno de los primeros comerciantes que hubo en la comunidad.
El sacerdote Gabriel visitaba al pueblo el primer viernes de cada mes,
confesaba, daba misa y aprovechaba para visitar a su hermano. El padre Gabriel
tenía a su cargo la parroquia Cristo Rey en Acapulco. Fue desde 1970 cuando el
padre Gabriel nos empezó a visitar. Yo le escuchaba decir que él era
“canónigo”, algo más que sacerdote, como para ser arzobispo, aunque nunca llegó
a serlo.
Para 1978 llegó al Paraíso el padre José Limón Mendoza, que por
cierto aún no era sacerdote cuando empezó a venir a la comunidad, y El Paraíso
aún no era parroquia, dependíamos de Atoyac. Recuerdo que en 1978 mi hermano
Zeferino se casó en la Ciudad de México y el padre Limón nos invitó a su
ordenanza, pues él se ordenó como sacerdote en “La Villa” y sí fuimos a
acompañarlo. El padre Limón estuvo desde 1978 hasta 1982 y luego se fue por
cuestiones de enfermedad que el padecía. Me acuerdo muy bien que cuando fue el
terremoto de 1985, el padre Limón ya estaba en la Ciudad de México.
Algunos años después el padre Limón se retira otra vez y llegó
el sacerdote Bonifacio Vergara Ocampo. En los tiempos del padre Bonifacio El
Paraíso se nombró como “Vicaría fija”. El padre “Boni” traía un vehículo zafari
y su auxiliar se llamaba Antonio. A Antonio le gustaba mucho jugar futbol con
los jóvenes de la comunidad.
Después regresó en el año de 1987, y para entonces El Paraíso ya
era parroquia, aunque no fue muy rápido para que el Arzobispo lo asignara como
sacerdote aquí.
Las peregrinaciones empezaron en 1978, Yo le sugerí al padre Limón que se hicieran y él aceptó mi sugerencia. Entonces empezamos también con
un grupo juvenil yo e Isabel Pinzón, íbamos a dar catecismo a San Vicente de
Benítez, recuerdo que la gente estaba muy desmoralizada por los efectos de la
guerrilla de Lucio Cabañas. Estuvimos visitando a San Vicente de Benítez como
tres años, pero luego hubo muchachos que hicieron su primera comunión empezaron
a ayudar para llevar el catecismo a otros pueblos cercanos.
Después del padre Limón llegó el seminarista Serafín Casiano
Salado y en seguida vino el diácono Orbelín Jaramillo Diego, quien sabía tocar
muy bien la guitarra. Él me invito a recibir cursos de alimentación con soya y
un curso de medicina natural.
Vinieron a impartir el curso desde Guanajuato y de El Paraíso fuimos catorce
personas.
Haciendo un paréntesis, te platico que cuando estuvo aquí el
Centro de Estudios Técnicos, hubo un ingeniero agrónomo de nombre Félix, el me
invitó a cursos de la soya y nos comentó que en Tierra Caliente había un señor
próximo a amputársele la pierna porque tenía gangrena, pero empezaron a darle
leche de soya y el señor se compuso. El Centro de Estudios Técnicos dependía
del Colegio Superior Agropecuario del Estado de Guerrero, con sede en Cocula.
Después vino el padre Ricardo Medina, quien ahora está en
Atoyac. También estuvieron los padres Rogaciano Zárate y Jorge Hernández quien
se ordenó aquí en El Paraíso. Uno de los últimos sacerdotes que han estado en
este pueblo es el párroco Joel Salazar Bailón, quien ahora está en Petatlán. El
sacerdote que actualmente está en esta parroquia se llama Salvador Salmerón y
es originario de Zumpango del Río, Guerrero”. Hasta aquí las palabras de la
señora Catalina González Márquez.
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