Bienvenidas todas las personas que visiten a este blog, el cual difunde información histórica, económica, cultural y social de la Sierra de Guerrero. También se incluyen textos literarios que ayudan a promover a esta maravillosa parte del mundo que la creación nos dio. Los datos cualitativos y cuantitativos que se ofrezcan serán de acuerdo al alcance de nuestras investigaciones. Reciban un fuerte y caluroso abrazo sierreño. Fraternalmente: Esteban Hernández Ortiz.

lunes, 13 de febrero de 2017

La Sierra de Guerrero. Quinta parte.


Cría de venado cola blanca, especie en peligro de extinción. Aún se encuentran algunos ejemplares en la Sierra de Guerrero.
Son cazados en la noches cuando los cazadores salen a "linternear", nada más que a veces los venados ya están lampareados y son difíciles de cazar, como dice el corrido "se les peló Baltazar".

La imagen de este "cachorrito" es tomada de http://enciclopediagro.org/index.php/indices/indice-flora-y-fauna/1598-venado-cola-blanca



Esta fotografía la tomé en Julio de 2015 en el cerro de "la pandura", ejido de El Paraíso, Municipio de Atoyac de Álvarez, Guerrero.







La sierra de Guerrero

Parte quinta


Esteban Hernández Ortiz.

  

1.- Primero el té de toronjil, mucho después el café.

Bajo el título “Toronjil en fuga” se publicó un texto en la siguiente página electrónica[1] http://www.solochilpo.com/chilpancingo-ayer-y-hoy-publisher/241-el-toronjil-en-fuga.html El texto dice que “si es verdad que Chilpancingo puede ser traducido del náhuatl como el toronjilar, pronto perderemos el derechos a seguir llamándonos chilpancingueños. Y es que el toronjil, refiere la nota se ha venido dejando de tomar en Chilpancingo (fin de la cita).

El toronjil es un té muy usado en la sierra de Guerrero. Es una planta de hasta ochenta centímetros de altura, usada también en la medicina tradicional; se cultiva en huertos y patios por considerarse una planta ornamental de agradable aroma.

A un lado de la catedral, en el centro de Chilpancingo existe un restaurante llamado “El toronjil”, ahí suele citarse la clase política de la Universidad Autónoma de Guerrero para dar conferencias de prensa en tiempos de campañas políticas al seno de esa casa de estudios. El toronjil se empezó a tomar muchos años antes de que el café llegara a la sierra de Atoyac, para luego expandirse su consumo en la sierra de Guerrero. También es conocido como melisa, cedrón o limonera y pertenece a la familia de las labiadas.

Muchos aseguran que el café fue llevado a la Sierra de Atoyac por Claudio Blanco, quien sembró su primer parcela en El Porvenir, la cual fue bautizada como finca “el gamito”. Esta finca fue vendida años después a don Gabino G. Pino. Don Gabino tenía visión empresarial y viajó hasta el Estado de Chiapas allá por 1891 conocer más sobre la caficultura[2].

La película “Chiapas: el corazón del café” ilustra bien cómo fue que el café llegó a México. Sin embargo existen otras fuentes, Juan Ramón Pérez Pérez y Salvador Díaz Cárdenas comentan en su libro “El Café, bebida que conquistó al mundo (página 43, edición del año 2000, Universidad de Chapingo) que “el italiano Jerónimo de Manchinelli en 1847 obtiene 1500 plantas de san Pablo, Guatemala, para sembrarlas en su finca La Chácara en Tuxtla Chico, Chiapas, y más tarde, los misioneros españoles promueven su cultivo en la región del Soconusco”.



Hoy día, la “caficultura o cafeticultura comprende una serie de actividades estrechamente relacionadas con el café, desde la preparación de semilleros, preparación de viveros, siembra de los cafetos, podas –por recepa, de agobio y corte de los brotes o retoños-. También se practican labores de mantenimiento de suelos por medio de barreras vivas, como son la siembra de piñas, o barreras muertas como son “montones” ramas o leña a medio surco para que la lluvia no erosione el suelo.

El tratado de la cosecha es amplio, puede lavarse el café, a través del despulpe y su fermentación. Otro sistema para aprovechar la cosecha es el de secar los granos maduros de café recién cortados y extenderlos en un asoleadero. En los últimos años las instancias de gobierno recomiendan usar mayas para no tirar el café en patios de tierra o de concreto. En los años ochenta del siglo pasado, el ejido El Paraíso, sierra de Atoyac ocupó el primer lugar en producción de este grano, Ernestino Brito, ex trabajador del Instituto Mexicano del Café dice que las instalaciones del INMECAFE-Paraíso llegaron a recaudar hasta 250 toneladas de café maduro por día, al grado que la capacidad de la maquinaria para el despulpe y lavado del grano no era suficiente y había necesidad de llevar el café al INMECAFÉ en la comunidad de Río Santiago, municipio de Atoyac.

La película “Chiapas el corazón del café” nos ubica en un arco geográfico-temporal en un tiempo en que la capitanía de Chiapas pertenecía al país centroamericano de Guatemala en el correr de la mitad del siglo XIX. La historia va pasando en medio de un romance en el que Isabel es pretendida por Jerónimo, de origen italiano, y por Julián, al mismo tiempo.

También se dice que el café llegó al actual Veracruz, procedente de Cuba y una versión más es que el general mariano Michelena, nacido en Valladolid –hoy Morelia- viajó a Roma y a Palestina y que trajo semillas de café, las cuales plantó cerca de Ario de Rosales, Michoacán en 1838.

Algunos aseguran que el café fue descubierto en el siglo XVII en el país árabe de Yemen. De ahí que una variedad de café sea llamada “árabe”.  Otros dicen que el café fue descubierto en las mesetas altas de Etiopía.

Existe también una leyenda narrada por Fausto Naironi en 1671, diciendo que un día, un joven pastor de nombre Kaldi, llevaba su rebaño por la región de Kaffa y que agotados por el fuerte sol llegaron a un pequeño valle, donde las cabras empezaron a comer hojas de un arbusto de color verde fuerte. El pastor las observaba a distancia cuando de pronto miró como empezaron a retozar con bastante euforia. Entonces Kaldi tomó un puñado de frutos rojos de ese arbusto y los llevó al anciano del pueblo ante lo cual él le comentó: “seguramente Alá ha querido compensarnos la prohibición de beber vino, pues el hombre no puede cargar siempre con sus penas y necesita alivio”.

Otra anécdota parecida a la anterior dice que en los montes de Djebel, en Abisinia, África, la comunidad religiosa de Chéhodet, tenían grandes rebaños de cabras, de las cuales utilizaban su piel para escribir los versos del Corán. Estos pastores se dieron cuenta una noche de que sus cabras no dormían  y que corrían por todos lados. Entonces las espiaron y descubrieron que las cabras comían frutos rojos de un arbusto –hoy sabemos que eran plantas de café-.

A todo esto viene una conjetura de sentido común. Nuestra Sierra de Guerrero ofrece como alternativas de vida a sus habitantes estas dos prácticas de producción: el pastoreo de cabras y el cultivo del café. ¡¿Quién lo diría?! Que de los relatos y leyendas de Arabia y África, entre cabras y café hoy se de una réplica en la Sierra de Guerrero, pues las dos actividades económicas agropecuarias se practican como un modo de vida.



2.- Los comienzos de la ganadería.
 

La ganadería caprina y porcina da buenas utilidades a la gente de la sierra. En su libro Toro Muerto. Paraíso Desconocido (página 17), Ramiro Reyna Aguilar dice que don Modesto Sandoval Castro les compartió que  él sembraba maíz, papa y trigo, además de criar ganado porcino y vacuno, del que llegó a tener hasta 700 cabezas. El ganado mayor se vendía en Tlacotepec. Los marranos Jersey (DurocJersey) se llevaban caminando hasta esa población o a Verde Rico, al igual que el ganado vacuno Brahman, de más de 300 cabezas. En aquel entonces los “tigres” (jaguares) y “leones” (pumas) abundaban. Al tigre lo cazaban por los estragos que causaba entre el ganado, pues de treinta becerros dejaba diez vivos. Otros felinos menores que había en la región eran el champolillo y el gato montés, en cambio había pocos coyotes.

Ramiro Reyna Aguilar nació es licenciado en ciencias de la comunicación, egresado de la Universidad Autónoma de Guerrero. Nació en un pueblo de la sierra de Tlacotepec. Es autor de otras obras bibliográficas como “Tlacotepec Guerrero” y “Zitlala, antiguo centro comercial”. Desde 2004 ha sido miembro de la sociedad mexicana de fotógrafos profesionales A.C.



3.-  “Para todo mal mezcal y para todo bien, también”.

Fuente de consulta el día lunes dos de febrero de 2015: http://www.lajornadaguerrero.com.mx/2013/04/19/index.php?section=opinion&article=002a1soc (artículo de Raúl Sendic García Estrada).


El mezcal es una bebida que se obtiene de la cocción y fermento de maguey, que pertenece a la familia de las asparagales, a partir de la cocción de su tallo y de sus pencas. Se estima que se produce en 24 entidades de nuestra nación.

El concepto “mezcal” viene del náhuatl mexcalli, que significa pencas de maguey cocidas. Fue en 1994 cuando se otorgó la protección en denominación de origen del mezcal guerrerense, protegiendo a nivel mundial a este producto a través de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, con residencia en Ginebra, Suiza.

Se cree que en Guerrero la producción de mezcal alcanza un millón 400 mil litros de al año, con un padrón de 775 productores registrados de maguey y 450 productores de mezcal.

El mezcal encierra un enigma con muchas creencias y misterios acumulados con el transcurso de cientos de años. “Para todo mal mezcal y para todo bien también” dice un dicho popular. Es común que antes de comer un pozole, la gente tome una copa de mezcal.

El productor debe esperar hasta siete años para que las plantas estén en edad óptima para ser procesadas y obtener un delicioso y competitivo mezcal ante las rigurosas normas de comercialización.

Mezcal de Zihuaquio, sierra de Coyuca de Catalán, Guerrero. Imagen tomada de


El sabor característico del mezcal tiene que ver con un complejo proceso de separación de tallos y de las raíces que lo rodean, para obtener las piñas, que se cuecen y luego de muelen. En Guerrero se acostumbra reposar el mezcal con damiana, jumilines,  y nanches, acompañado de un buen queso de sincho.

En Guerrero existen 15 marcas certificadas de mezcal y se exporta a 22 países, como Japón, Australia, Rusia, Francia y China, entre otros. La producción del mezcal ha venido evolucionando en su procesamiento, pasando de las prácticas rudimentarias de destilación en ollas de barro hasta la utilización de  laboratorios con tecnología avanzada con materiales de cobre o acero inoxidable, entre otros materiales.

Esta industria, que se encuentra en amplio repunte, emplea hoy a unos cinco mil trabajadores y 108 mil hectáreas de producción de maguey. Se estima que hay 150 especies de maguey en México.

En la sierra de Guerrero se produce mezcal en Coatepec de la Escalera y Yextla, pueblos pertenecientes a la municipalidad de Leonardo Bravo, con cabecera en Chichihualco, Guerrero. También en Zihuaquio, municipio de Coyuca de Catalán, Guerrero.

La obra “Guerrero. Monografía estatal”, publicada por la Secretaría de Educación Pública en 1997, dice en su página 71 que en el año 1850 los Purépechas tenían dos capitales, ambas en el actual Estado de Michoacán, entonces conquistaron Coyucan –hoy Coyuca de Catalán-, llegando hasta Zacatula y prosiguiendo a Coahuayutla, por la cordillera, antes de llegar a Mexiquito, en el actual municipio de Zirándaro. Allí el gobernante del lugar regaló a Hirepan una jícara con diamantes  pulidos y sirvió de guía a su gente por el camino del río Xhiguaquio, que significa “lugar rayado de varios colores”, hacia Coyuca. En el camino se percataron de que el río destellaba brillos por el polvo de oro  que se notaba en sus arenas[3].

Dice Raúl Sendic García que “Antes de que el mezcal se industrializara –me contaba mi abuelo Feliciano Estrada Ayala, fabricante en el centro de La Montaña–, los inspectores de alcohol y el Ejército perseguían a los productores y destruían sus instalaciones, acosados y señalados por las grandes empresas productoras de tequila”.

a).- Mezcal de Zihuaquio, sierra de Coyuca de Catalán.

Con base en una nota periodística publicada el 25 de agosto de 2014 y consultada el día lunes dos de febrero de 2015 en: http://guerrero.quadratin.com.mx/Ejercito-siembra-el-terror-en-la-tierra-del-mezcal/

El ejido de Zihuaquio, Guerrero, se compone por 14 comunidades y cuenta con 72 vinatas productoras de maguey.

Desde hace más de 200 años, la siembra de agave para la producción y venta de mezcal es la principal rama productiva para los pobladores de Zihuaquio, esta tierra que tiene fama de buenas carnitas y buen mezcal. Las manos experimentadas de hombres y mujeres transforman el maguey en mezcal, siguiendo un proceso artesanal aprendido durante cientos de años. Durante la temporada de lluvias, cuando la producción de mezcal se detiene, se encargan del cultivo de maíz.

El diario La jornada Guerrero, publicó el lunes 5 de agosto de 2013 una nota de Hercilia Castro con el título “Galardonan en Durango al mezcal Guache de Azueta[4]”. La nota refiere que el productor y promotor mezcalero Adán Coria Farfán dijo que ganaron el primer lugar con el mezcal Guache en ese encuentro nacional. Coria Farfán añadió que  la temporada pasada produjeron seis mil litros en Zihuaquio y que a nivel sierra, produjeron entre 10 y 12 mil litros de mezcal.







[1]Consultado el martes, tres de febrero de 2015.

[2]Algunos expertos suelen utilizar el vocablo “cafeticultura” en vez de “caficultura” para referirse al cultivo de este grano aromático.
[3] Es por el rumbo de Placeres del Oro en Tierra Caliente.
[4] La marca de mezcal “Guache” es de Zihuaquio, municipio de Coyuca de Catalán y no es de Zihuatanejo.




domingo, 12 de febrero de 2017

La sierra de Guerrero. Cuarta parte.

La sierra de Guerrero.
Parte cuarta.
Esteban Hernández Ortiz.


Macho de colibrí picudo coroniazul, una de las 57 especies que con sus ligeras alas vuelan en los aires de México.


Este ejemplar pertenece a la especie “Coqueta de Atoyac” es una de las que habitan en Guerrero, pertenece a la última categoría de la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Se estima que sólo existen entre 250 y 999 individuos maduros, pero el número va en disminución.
Los colibríes son las únicas aves con capacidad para emprender vuelo hacia atrás. Pueden mover sus alas hasta 70 veces por segundo mientras extraen el néctar de las flores; pero el colibrí “cornudo amazónico” puede registrar hasta 90 aleteos por segundo.
La especie más pequeña es la “zunzuncito” o “elfo de las abejas”, es una especie endémica de Cuba, mide 5.5 centímetros entre su pico y la cola.
Ante la ausencia de murciélagos e insectos, los colibríes son los principales agentes polinizadores en zonas de mayor altura.
No sé decirle a ciencia cierta, cuales especies son las que existen en la sierra de Guerrero, pero es común mirar a las “chuparrosas” o “picaflores” en los campos.
(domingo, 12 de febrero de 2017)





Los árboles mueren de pie. Fotografía que tomé en julio de 2015, en el cerro "la Pandura", ejido de El Paraíso, municipio de Atoyac de Álvarez, Guerrero.



1.- Las riquezas naturales en una región pobre.

Es paradójico que en una región rica por su naturaleza existan elevados índices de pobreza.

Se necesita un alto estricto a la deforestación, pues el globo terráqueo resiente sus efectos. La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO)  publicó cifras con el título “La situación de los bosques del mundo 2011″. En ese cuadro se observa que, México fue uno de los cinco países en el mundo, junto con Brasil, Gabón, Papua Nueva Guinea e Indonesia, en los que los bosques han desaparecido en forma en los últimos 20 años. De acuerdo con las FAO, nuestro país tiene aún pulmones equivalentes a 64 millones 802 mil hectáreas de bosques, lo que equivale al 33 por ciento de la geografía total nacional. México se sitúa en el penoso segundo lugar en deforestación en la región de América Latina y el sexto a nivel mundial. Cada anualidad, nuestro país destruye 155 mil hectáreas de bosques y selvas, según cifras de la Comisión Nacional Forestal (Conafor)[1].

Muchos pobladores se ven necesitados de aprovechar la madera para construir sus viviendas o la utilizan para vender como un medio de supervivencia ante la falta de empleos; en cambio las compañías explotan en forma irracional los bosques con la colusión de algunas instancias de gobierno.

El árbol siempre ha inspirado a los hombres y a las mujeres desde la antigüedad hasta nuestros días, ya sean árboles frutales o maderables. La industria cinematográfica realiza sus rodajes bajo el manto de inmensas arboledas.

Bajo las inmensas arboledas corren las vírgenes aguas nacidas en los manantiales puros que la Sierra Ofrece. La mayoría de los ríos del Estado de Guerrero tienen sus afluentes principales con nacimiento en las  montañas de la Sierra.

Los árboles son explotados en forma irracional. No hay planes reales de mantener la vegetación, pues las empresas siguen talando a diestra y siniestra, mientras a algunos campesinos les niegan permisos para obtener maderas para construir sus viviendas.

En las ramas y en algunos huecos de los enormes árboles se encuentran unos seres muy productivos, trabajan arduamente y en forma muy disciplinada. Pertenecen al reino animal y son las abejas sin aguijón. Abeja real, abeja sayola y abeja bermeja son las especies más conocidas en la sierra de Guerrero. Muchos cirujanos la recomiendan para aplicar sobre la cirugía y tomarlo para que por dentro los tejidos cierren bien. La miel de palo o miel virgen, también se aplica para sanar úlceras estomacales y en casos de carnosidad o nubosidad en los ojos. Algunos creen que son nativas del sur de México, otros que de república dominicana.



Existen personas que dicen que hay tiempos en hasta la miel amarga, pero no siempre es así, la mayoría de las veces la miel nos endulza la vida.  Los jóvenes que se unían en matrimonio en los pueblos antiguos de Roma y Grecia, bebían miel para aumentar la posibilidad de fertilidad. Creían que consumir miel durante la siguiente lunación a la boda incrementaba la posibilidad de engendrar hijos varones, pues estos defenderían en futuros tiempos a los territorios. De semejante creencia nació el concepto de “luna de miel”[2].

Las hojas de los cuadernos que usan nuestros hijos, las hojas que usan las oficinas de gobierno, de universidades y de empresas, se obtienen de los árboles. El papel en que se imprime el periódico que diariamente circula en las pequeñas, medianas y grandes ciudades se obtiene de los residuos maderables de los árboles.

Nuestra sociedad maneja distintos refranes que aluden al árbol. He aquí alguno de ellos: “el que a buen árbol se arrima, buena sombra le acobija”, “de tal palo, tal astilla”, “árbol que crece torcido, jamás su tronco endereza”, “del árbol caído, todos quieren hacer leña”.



Los suelos forestales son los que mantienen la vegetación de los bosques, son muy buenos porque tienen nutrimentos para las plantas, pero son frágiles y por ende no se recomiendan para la agricultura. En zonas forestales se pierden los nutrimentos del suelo al talar las arboledas, pues las gotas de lluvia caen directamente sobre el suelo con una mayor fuerza que si aquellas gotas hubiesen hecho contacto primeramente con las ramas de los árboles. Entonces el deslave de la tierra es mayor. Para mayor destrucción de nuestros suelos agreguemos la erosión eólica al disminuir las “barreras vivas” que representa cada árbol en la montaña.



El hombre es destructor de la naturaleza, aunque es evidente que los gobiernos influenciados por las políticas neoliberales, cuya meta es obtener mayores recursos monetarios a la mayor brevedad posible, dañan más a la ecología que un ciudadano de a pie. La tierra como planeta tiene una edad aproximada de 4, 500 millones de años y el suelo se forma gracias a cinco factores: el clima, el relieve, la vegetación, el material original o parental y el tiempo. Hace unos 50 mil años hubo volcanes que arrojaron cenizas y fragmentos de rocas que hoy cubren grandes superficies en los maravillosos paisajes.

La edafología[3] es la rama de la Ciencia que estudia las propiedades de los suelos relacionado con  la producción de vegetales. El concepto se deriva del griego "edaphos" suelo y "logos" tratado.

Los suelos agrícolas son los cultivados para obtener alimentos, de ahí que no pocos investigadores y académicos manifiesten su gratitud por que la tierra sea dadora de productos alimenticios y por ello den en llamarle “la madre Tierra”.



Si los grandes emisores de sustancias contaminantes no disminuyen sus índices de contaminación los daños al planeta disminuirán muy poco si nosotros encendemos menos focos o si se usa racionadamente el agua en el campo y la ciudad. También servirá de poco si reciclamos bolsas de plásticos o si se comparten vehículos para viajar en la ciudad;  si se usa la bicicleta y si usamos menos botellas de plástico.



No he leído otro texto que ilustre tan bien el amor al planeta como el que el Gran Jefe Seattle, de la tribu de los Swamish, escribió Franklin Pierce, Presidente de los Estados Unidos de América, cuando éste intentó comprarle sus tierras en el noroeste de los EE.UU. en 1854.



He aquí extractos de aquel texto: “…El Gran Jefe de Washington puede confiar en la palabra del Gran Jefe Seattle, con la misma certeza que confía en el retorno de las estaciones. Mis palabras son inmutables como las estrellas del firmamento…



Cada pedazo de esta tierra es sagrado para mi pueblo, cada aguja brillante de pino, cada grano de arena de las riberas de los ríos, cada gota de rocío entre las sombras de los bosques, cada claro en la arboleda y el zumbido de cada insecto son sagrados en la memoria y tradiciones de mi pueblo. La savia que recorre el cuerpo de los árboles lleva consigo los recuerdos del hombre piel roja…



Si les vendemos nuestras tierras, ustedes deberán recordar y enseñar a sus hijos que los ríos son nuestros hermanos y también los suyos, y por tanto deberéis tratar a los ríos con la misma dulzura con que se trata a un hermano… Cuando los hombres escupen en el suelo, se están escupiendo así mismos. Esto es lo que sabemos: la tierra no pertenece al hombre, es el hombre el que pertenece a la tierra… Quizás seamos hermanos a pesar de todo, ya se verá algún día…



Hasta aquí la cita de la misiva que el Gran Jefe Seattle remitió al Presidente  Franklin Pierce.

En la Sierra se talan bosques indiscriminadamente. La dupla de vocablos “Desarrollo sustentable” poco tiene de realidad en el caso del aprovechamiento de nuestros bosques. Las dependencias federales otorgan permisos a compañías explotadoras de maderas, pero éstas talan árboles de menor edad a la autorizada.  Desarrollo Sustentable significa elevar o mejorar la producción sin poner en riesgo el sustento de las generaciones que nos van a preceder. Nuestros nietos, bisnietos y tataranietos nos van a agradecer que cuidemos las aguas, las tierras, las maderas y otros recursos naturales.



La tierra debe quererse. Se comete el error de decirles a los niños que estudien para que cuando crezcan se alejen del campo. Es correcto que estudien, pero que vuelvan la mirada al campo. En la Sierra se preserva la vida de la fauna. Los insectos componen dos terceras parte de la fauna mundial, de las cuales existen unas 200 mil especies de mariposas de distintos colores que vuelan libres y posan en las ramas de arbustos y arboledas. Las mariposas son del orden de Lepidopteras.



Otros insectos muy trabajadores son las abejas, que sin vegetación no viven y no producen, pues del néctar de las flores nos regalan la deliciosa miel.



Los suelos tienen erosión hídrica si el efecto es por el agua, y enfrentan erosión eólica por los efectos del viento. Diversos estudios demuestran que el suelo  se erosiona a razón de un centímetro por año.



Partiendo del Cerro Tlacatepec hacia la sierra de Atoyac el cultivo agrícola que predomina es el café, y aunque la producción del grano aromático ha decaído enormemente en la zona, las arboledas aún se conservan en su mayoría, pues los cafetales se cultivan bajo sombra. Muchas parcelas de café se han convertido en potreros para criar ganado vacuno, aun cuando los suelos no sean los más propicios para esta actividad económica.

Cerca del Tlacatepec se encuentra el “cerro de las tres tetas”, que en tiempos de la Colonia servía como punto de guía para los capitanes de la Nao de China y otras embarcaciones que tenían como destino final al puerto de Acapulco.

Existen los llamados ojos de agua. El agua de un ojo de agua puede ser de una temperatura diferente al de otro, si el agua está a una temperatura mayor a 30 grados centígrados (º C) se les denomina termales.

Para 1997 en el estado de Guerrero se consideraban seis regiones geoculturales, pues a Acapulco se le incluía en la región Costa Chica. Así lo precisa la Monografía de referencia en su página 28.



A la Sierra de Guerrero se le ha considerado como una región geoeconómica, sin embargo es propicio puntualizar que las regiones se caracterizan por sus aspectos culturales, geográficos y económicos.

La población de la Sierra de Guerrero se cuantifica por su población absoluta y por su población relativa, también conocida como densidad de población. La población absoluta se refiere al número total de habitantes de la región, desde los recién nacidos hasta los más longevos[4]. En cambio, la población relativa o densidad de población es el número de habitantes que habitan en un kilómetro cuadrado[5].

En las risquerías de los cerros se encuentran árboles como el chipilillo y el moreno que se usan para construir casas de “horcones”[6]. Llegan a durar hasta cuarenta años enterrados directos a la tierra, máxime si no se mojan. En la construcción de casas también se usa madera de pino a manera de polines, soleras, fajillas, tablas y tablones.



El tejamanil es un árbol del cual se extrae una especie de menudas tabletas de unos quince centímetros de ancho por unos cincuenta o sesenta centímetros de largo. Las tejas que se colocan en el techo de las casas tienen un grosor aproximado de un centímetro.

En la Sierra existe un pueblo llamado Tejamanil, actualmente pertenece al municipio de Heliodoro Castillo, Tiene 366 habitantes y se ubica a 1500 msnm. En México existen otros pueblos que llevan el mismo nombre, como “El Tejamanil”, un pueblo ubicado en el Municipio de Romita, Estado de Guanajuato, con 722 habitantes y a 1730 metros de altitud sobre el nivel del mar[7]. El Tejamanil se usa como material para techar las casas, muchos acostumbran colocar láminas de cartón sobre el tejamanil para proteger más los techos.




[1]Consultado el lunes, 23 de febrero de 2015 en: http://www.sinembargo.mx/25-03-2012/184085

 

[2] El día 25 de septiembre de 2014 subí a mi cuenta de Facebook un texto al que titulé: “la Miel en penca”.De ahí retomo este párrafo.


[3]  Consultado el día jueves, 12 de febrero de 2015 en http://www.agro.uba.ar/catedras/edafo
Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires.

[4] Desde luego que incluye a personas con alguna incapacidad mental, sea permanente o sea que la persona tenga algunos intervalos temporales de lucidez.

[5] Se divide el número de habitantes de la región entre la cantidad de kilómetros cuadrados que corresponden a la región y así se obtiene la “densidad de población” o “población relativa”.

[6]El horcón es un palo generalmente de unos dos y medio metros de largo, de los cuales unos sesenta centímetros quedan enterrados. Se colocan en las esquinas y en las partes medias de la casa.

sábado, 11 de febrero de 2017

La Sierra de Guerrero. Parte tercera.


La Sierra de Guerrero.
Parte tercera
Esteban Hernández Ortiz.



Consultable en


Consultable en http://cafedelparaiso.blogspot.mx/2016/03/un-clasico-sol-o-tal-vez-un-caracol.html




1.- Cuando la Sierra se recorría solamente a pie o en bestia.

En tiempos en que la carretera no comunicaba a los pueblos de lo alto de la sierra se tomaba el té de toronjil, pues el café, cultivado en la sierra de Atoyac, llegó hasta que la carretera fue comunicando a los pueblos, ya que las compañías extractoras de maderas asediaban las riquezas maderables de la región. La compañía maderera Arturo San Román explotó los bosques empezando del cerro Teotepec hacia la Tierra Caliente y del cerro Teotepec hacia la Costa la explotación maderera corrió a cuenta de la compañía Silvicultora Industrial, de inversiones canadienses.

El cerro de Teotepec es el punto más elevado en el Estado de Guerrero y cuenta con 3705 Metros Sobre el Nivel del Mar, seguido del Tlacatepec con 3495 MSNM. Del lado del municipio de Atoyac el primer pueblo junto al Tlacatepec se llama “El Tambor”, hacia el municipio de Heliodoro Castillo el primer pueblo es “Agua Fría”. Guerrero Monografía estatal, edición 1997, página 15.

En Náhuatl, "Teotepec" significa "Cerro de Dios".

El operador de maquinaria de construcción José Ramales, quien trabajó para hacer llegar la carretera de El Paraíso hasta el Puerto del Ángel. Pobladores cuentan que el trabajo de Ramales llegó unos doscientos metros adelante de Puerto del Ángel, con dirección a “El Ranchito” y que el trabajo estaba a cargo de la compañía “maderas Papanoa”.

El profesor Jaime Ramales Bonilla es director de la Escuela Secundaria número 14, República de Canadá en la cabecera municipal de Atoyac de Álvarez, Guerrero y es hijo del operador de maquinaria de construcción José Ramales.

En El Paraíso, municipio de Atoyac de Álvarez vive el señor Román Abarca Corona y el 12 de Enero de 2015 lo entrevisté, el señor Abarca Corona comentó:

“Mi papá, el señor Francisco Abarca, era un pequeño comerciante que empezó a viajar en bestia desde Arcelia, cruzando por la sierra hasta llegar a El Paraíso, cuando corría el año de 1958. Tardaba seis o siete días el viaje, dependiendo del cansancio de las bestias. En Ocasiones llegaba hasta San Vicente de Benítez. Para entonces Yo tenía diez años de edad y cuando cumplí los doce años, mi papá empezó a traerme.


Me interesé por el pequeño comercio y de San Vicente de Benítez me acompañaba don Esteban Franco, paisano de Tierra Caliente, a vender perfumes, hilos de coser y otros productos que yo acomodaba en un cartón a La Soledad, a Puente del Rey, al Cacao, a Los Piloncillos y a otras comunidades. Por aquel entonces un peón ganaba tres pesos por día, si uno ayudaba a cosechar café te pagaban a peso la lata. Después me dio por vender naranjas y algunos días vendía hasta trece pesos por día, quedándome una considerable ganancia. ¡¡Nada que ver con tres pesos a chaponar una huerta de café!! Me quedé en El paraíso en 1962 y desde entonces aquí he vivido”.

Por muchos años don Esteban Franco vendió productos como servilletas para tejer, tijeras, sombreros, cadenas y candados, entre muchos más, en el zócalo de El Paraíso, donde acomodaba su puesto ambulante. Don Esteban siempre usaba sombrero de astilla y huaraches. Tenía un hijo de nombre Candelario.

La vía terrestre más extensa que comunica a la sierra es la de Casa Verde- Filo de Caballos- Tlacotepec- Puerto del Gallo. De puerto del Gallo, se puede continuar hacia Linda Vista o hacia El Paraíso. Todos los días, a las siete de la mañana, sale una camioneta tipo urvan de Chilpancingo hacia Linda Vista, el costo del pasaje es de trecientos pesos. En esa ruta se pasa a medio pueblo de El Gallo, municipio de Heliodoro Castillo, la comunidad que se encuentra a mayor altura en el cerro del Teotepec, el más alto de Guerrero. De Linda Vista se puede viajar vía terrestre hacia San Miguel Totolapan.



2.- La migración. Un bosquejo histórico de la comunidad de Puente del Rey, municipio de Atoyac de Álvarez, Guerrero.

Recién había iniciado la Revolución convocada por Don Francisco Indalecio Madero, cuando en el año de 1911 don José Isabel Peralta llegó a una zona llena de vegetación y con abundante fauna, donde actualmente se ubica el pueblo de Puente del Rey, municipio de Atoyac de Álvarez, Guerrero. No había ni una sola vivienda y don José Isabel Peralta chaponó un espacio donde ahora vive la señora Margarita Valadez y ahí hizo su casa para vivir con su esposa y sus hijos de nombres Pablo, Julián, Donaciano, Ambrocio, Sotero y la mayor de todos sus hijos, la señora Martha.



Don José Isabel Peralta llegó a fundar el pueblo de Puente del Rey, procedente de la comunidad de Los Valles, perteneciente a este mismo municipio de Atoyac de Álvarez, Guerrero. Platicaba don José Isabel Peralta que cuando él llegó aún no había ni una sola mata de café sembrada en los montes y que cuando él llegó por el rumbo de El Venado venía marcando con su machete en algunos árboles para que le sirvieran como marcaciones cuando tuviera que regresar en aquellos espesos montes. También decía don José Isabel que se impresionó bastante cuando encontró el puente de piedra que se encuentra cerca de Puente de los Lugardo, al ver la forma tan maravillosa que tiene ese puente de unos ocho metros de longitud por unos setenta centímetros de ancho, mismo que se ubica sobre el arroyo que baja del actual pueblo de Puente de los Lugardo. Decía que él se quedó admirando por un buen rato aquel puente y dijo: “seguramente este puente fue hecho para que pasara un rey” y tan pronto como llegaron más habitantes se empezó a manejar la idea de que ese puente era un “Puente del Rey”.



No faltan algunos vecinos del pueblo que cuentan que hubo algunos señores que observaron volar a un zopilote rey y que, junto a la inquietud del puente de piedra, decidieron llamarle Puente del Rey, pero la idea que más prevalece respecto al porqué del nombre del pueblo es la que contaba el señor José Isabel Peralta, el primer jefe de familia que llego al lugar, cuando sólo era monte.



Dado que ya estaba en curso la Revolución Mexicana y como don José Isabel Peralta no quería participar en aquel movimiento armado, trató de estar más seguro en algún lugar lejano y por eso se dispuso a andar hasta llegar al área que ahora ocupa el pueblo de Puente del Rey.

Para 1930 llegó el señor Ricardo Ramírez Escudero, procedente de la región de la Costa Chica de Guerrero. Don Ricardo Ramírez es papá de los señores Ernesto y María Ramírez Serrano.



Don Ambrocio Peralta y su esposa Juana Fierro Nambo tuvieron varios hijos, entre ellos Manuel, Berna y Julián. Un hermano de doña Juana Fierro, llamado Valentín, anduvo en la Revolución en las filas de Amadeo Vidales.



Con la intención de trabajar en la cosecha del café llegó a Puente del Rey don Julián Valdez  en el año de 1947, procedente de su comunidad natal, Los Capires, municipio de Cutzamala de Pinzón, en la Tierra Caliente de Guerrero. De ahí que a don Julio Valdez se le empezó a conocer en Puente del Rey como “El Capire”. Ese mismo año de 1947 llegó el señor José Guadalupe García, también para trabajar en el corte de café. A don Guadalupe García se le conocía con el sobrenombre de “El bolsón”.



El señor Guadalupe Ortiz Luviano, quien nació el día 13 de diciembre de 1932 en la comunidad de Los Capires, municipio de Cutzamala de Pinzón, región de la Tierra Caliente del Estado de Guerrero, llegó a trabajar en la cosecha de café el día dos de enero de 1950.



Recuerda el señor Guadalupe Ortiz Luviano que salió de su pueblo natal el día 24 de diciembre de 1949 y que pasó la noche buena en el poblado de Poliutla, municipio de Arcelia. Ya la noche de año nuevo le tocó pasarla en el poblado de Campo Morado, municipio de San Miguel Totolapan.



En marzo de ese mismo 1950, Guadalupe Ortiz regresó a su pueblo para invitar a sus padres y hermanos a que se trasladaran a este pueblo para vivir aquí y en mayo del mismo año, llegaron sus padres Primitivo Ortiz Martínez y María de Jesús Luviano Gómez, además de sus hermanos Braulio, Virginio, Gonzalo, Hilda y María Eleazar. También les acompañaba la esposa del señor Braulio Ortiz Luviano, Sofía Gómez. Las mujeres viajaron por la ruta de Acapulco y los hombres cruzaron la sierra. Ya en Puente del Rey nacieron los hermanos Ángela, Jacinto y Yolanda de apellidos Ortiz Luviano. El señor Braulio Ortiz sabía hacer pantalones y se empezó a conocer como “el sastre”.



Cuentan que venían varios trabajadores de la Tierra Caliente, pues aún no venían a trabajar los jornaleros de la región de La Montaña. También se dice que venía gente de la Tierra Caliente a vender panocha, también vendían mezcal en castañas; otros traían bestias mulares y caballos para vender. Con el paso de algunos años empezó a venir gente de Otatlán, un pueblo ubicado en plena Sierra. Otros viajeros venían de Tlacotepec hacia Atoyac y otros puntos de la Costa Grande para llevar sal y bocadillos de coco hacia sus lugares de origen y así fue que por aquellos años viajaba gente de la Tierra Caliente y de la Sierra hacia la Costa Grande en función de comercio, llevando y trayendo las mercancías ya comentadas. Otros calentanos traían a vender ganado equino como son caballos y bestias mulares, además, algunos se alquilaban para acarrear costales de café a lomo de sus bestias, de Puente del Rey hacia la cabecera municipal de Atoyac.



En 1953 llegó a Puente del Rey el señor Pedro León, conocido con el apodo de “El baile”. Don Pedro León fue tío de doña Justiniana León, la esposa de don Antonio Bravo. Don Pedro León y familiares, así como don Antonio Bravo, también venían del municipio calentano de Cutzamala de Pinzón, Guerrero.



Para 1946 llega a Puente del Rey otra familia, procedente de la Tierra Caliente; eran los hermanos Manuel, Leonides y Celerino de apelativo Alanís.



Los señores Elenis y Elías Bernal también vivieron en Puente del Rey. Don Elenis es papá del señor Eulalio Bernal, conocido como “el chocolate”. Antes de llegar a Puente del Rey, don Elias Bernal vivió varios años en El Plan del Cuche, un pequeño pueblo situado delante de Arroyo Grande, con rumbo a Los Piloncillos. En Plan del Cuche, don Elias tenía una tiendita de abarrotes.



Actualmente cuesta 45 pesos el pasaje de Puente del Rey hacia la Cabecera municipal y a la inversa. Un taxi de El Paraíso hacia Puente del Rey cobra entre 250 y 300 pesos, dependiendo del chofer. Al mes de julio de 2015 funcionan dos números telefónicos en Puente del Rey, el 742 103 49 41 se encuentra en casa de la señora María Ramírez Serrano y el número 742 113 64 02 se ubica en casa del señor Enrique Sánchez, comisario municipal de Puente del Rey durante el periodo Julio 2015-junio 2016.

NOTA: Información recabada en Agosto de 2015 mediante entrevistas en Puente del Rey, Municipio de Atoyac de Álvarez, Guerrero.

viernes, 10 de febrero de 2017

La sierra de Guerrero. Segunda parte.





La Sierra de Guerrero
Segunda parte.
(Estos materiales forman parte de un ensayo que elaboré en enero de 2015). La imagen del jaguar se encuentra en la página oficial del portal del gobierno del Estado de Guerrero. Este felino se encuentra en riesgo de extinguirse, pese a que se han encontrado algunos ejemplares en la sierra de Petatlán.

Esteban Hernández Ortiz.

1.    De las culturas prehispánicas a
la conquista religiosa en la Sierra de Guerrero.

Respecto a los primeros habitantes de nuestro Estado se han encontrado vestigios como puntas de flechas, hachas, huesos tallados pinturas y dibujos en cuevas.
También se han hallado esqueletos humanos en Tlacotepec, Chichihualco y otros lugares del centro del Estado con una antigüedad aproximada de entre 30 y 15 mil años, Antes de Cristo (A.C.).
Era el año 400 de nuestra era cuando los purépechas llegaron a la rivera norte del Balsas, frente a la Sierra de Guerrero. Pronto comenzaron a someter a su mando a los pueblos de la zona.
La historia cuenta que los primeros pueblos nahuas partieron de la región Aztlán allá por el año 820 de nuestra era. Dentro de esos pueblos nahuas estaban los Cohuixas o coixcas, los cuales ingresaron por el actual Estado de Michoacán, ubicándose un grupo de ellos en Zacatula, en Atoyac y en Tlacotepec (página 70
Guerrero. Monografía estatal. Edición 1997).

Transcurrieron 210 años desde la salida de Aztlán hasta la fecha en que se realizó la ceremonia de fundación de la Ciudad de México-Tenochtitlan[1]. Se sabe que en el año de 1325, los aztecas cambiaron su nombre y pasaron a llamarse Mexicas.
a)    Conquistas prehispánicas.
La regla es que al hablar de Conquista asociemos el pensamiento y reflexiones con la llegada de los Españoles a nuestro actual territorio nacional, pero es poco común que nos ubiquemos en un contexto temporal previo al arribo de las tropas de Cortés y pensemos en las culturas prehispánicas que también sometían bajo su dominio a otros pueblos, a quienes lograban vencer. En este aspecto tenemos que hacer una excepción a la regla.
La monografía de Guerrero, edición 1997, publicada por la Secretaría de Educación Pública, en su página 75 menciona que los mexicas manejaban tres clases de dominio sobre sus pueblos conquistados. Una era el dominio pleno, el cual se aplicaba cuando la población oponía resistencia militar o bien que su gobernante muriera. En ese caso se nombraba un administrador del tributo  y de quienes tributaban, llamado Calpixque, desde México.
El sojuzgamiento parcial era una segunda clase de dominio, utilizado en aquellos lugares donde, no obstante que se oponía resistencia, su mandatario y ejército aceptaban someterse a los intereses de sus conquistadores. En este caso, los servidores públicos del pueblo dominado se mantenían en sus puestos a la espera de que llegara el recaudador de impuestos. Este caso sucedió en Cihuatlán. Se sabe que los pueblos sometidos por los aztecas pagaban tributo en especie con miel de las actuales tierras serranas. Es de estimarse que así fue, pues la abundante vegetación seguramente facilitaba la producción de miel.
El señorío de Cihuatlán se diseminó desde el río Balsas, en la frontera purépecha, hasta el río Papagayo y desde el litoral del Océano Pacífico hasta el norte de la Sierra Madre del Sur[2]. Cihuatlán estableció fortificaciones en el tramo que va desde la presa de La Villita hasta la presa del Infiernillo.
Izcoatl atacó a los cuitlatecas del Balsas en 1433, entre los ríos Cocula y de los Sabinos. Al morir Axayacátl en 1840, Tizoc pasó a ser el nuevo “Tlatoani mayor” de los mexicas. En su imperio, los mexicas dominaron a los Cuitlatecas y se cree que los mexicas llegaron a tener subyugados a 35 señoríos, entre ellos Cihuatlán.
La página 79 de “Guerrero. Monografía estatal”, edición 1997. Señala que el 4 % de los productos agrícolas recibidos por México-Tenochtitlan eran aportados por Cihuatlán y Tepecoacuilco. En el caso de la miel, el 60 % era aportado a México.tenoctitlan por los señoríos de Cihuatlán y Tepecoacuilco. El incienso que llegaba al imperio mexica era en un 99% de estos señoríos; el incienso se llamaba ecozahuitl. El 50 % del copal que llegaba como tributo al imperio mexica procedía de Cihuatlán y Tepecoacuilco. Tenochtitlan se adjudicaba las tres quintas partes, en tanto que el resto se repartía en dos partes iguales a Tlacopan y a Texcoco. Posteriormente de que se garantizaran los gastos civiles. Militares y demás del servicio público en el gobierno, el resto se repartía entre el pueblo  y sus representantes para las fiestas celebradas durante todo el año.
Cihuatlán también contribuía con pieles, animales vivos  y animales marinos para las ofrendas a los dioses. Luego de la muerte de Tizoc, acaecido en 1486, arribó al cargo Ahuízotl, quien propagó el señorío mexica desde el Golfo de México hasta el Pacífico, combatiendo a la par a los Purépechas. Entre los años de 1486 y 1502, se rebelaron los chontales en contra de los mexicas, sin embargo rápidamente fueron vencidos y los mexicas se encaminaron hacia la Costa Grande, fijando la frontera con los Purépechas en el río Balsas.
La página 71 de la monografía señalada dice los purépechas tenían dos capitales en el año 850, pero al aumentar la población, Hirepan reunió a sus dos hermanos para encaminarse a la conquista de “Coyucan” –hoy día, Coyuca de catalán- y que llegaron hasta Zacatula, prosiguiendo a Coahuayutla, dándole por la cordillera y sometiendo a varios de los pueblos, hasta llegara Mexiquito, municipalidad de Zirándaro.
Los Cuitlatecos extendieron sus dominios por el sur de la frontera purépecha y ocuparon Coyuca de Benítez, Atoyac, así como la zona norte de Tecpan y Petatlán[3], por lo que se hace evidente que los cuitlatecas dominaron gran parte de la Sierra de Guerrero (Página 72. Guerrero. Monografía estatal, edición 1997).

b) La conquista española en la Sierra de Guerrero.
La historia registra que en 1523 el conquistador español Hernán Cortés dio órdenes de construir pequeñas embarcaciones en Zacatula, en las cercanías de Zihuatanejo y rumbo al vecino Estado de Michoacán. El propósito fundamental era que el material que llegaba de Veracruz, vía terrestre hasta el centro del actual Guerrero, fuese transportado por medio de pequeñas “balsas” hasta Zacatula, a través del río que hoy se llama “Balsas”.

El Balsas nace en Tlaxcala, entidad donde se le conoce con el nombre de “Zahuapan”; en Puebla se llama “Río Atoyac”. Poco antes de arribar a los límites entre los Estados de Puebla y Guerrero se le empieza a conocer con el nombre de “Río Mezcala”, hasta que en las inmediaciones de la carretera México-Acapulco se le empieza a llamar “Río Balsas”. Entre Octubre y Noviembre se realiza el maratón náutico del Balsas, una competencia internacional de lanchas, que tiene como punto de partida la población minera de Mezcala y que tiene como meta el océano pacífico. En Guerrero los principales afluentes que alimentan al Balsas, descienden de la Sierra.

El Océano Pacífico también fue conocido como la Mar del Sur. Este Océano atrajo rápidamente la atención de las tropas conquistadoras y en 1520 Cortés pidió a Gonzalo de Umbría que se trasladara a Zacatula, muy cerca de la salida del Balsas hacia el mar, pues le había llegado información de que en esa zona los aborígenes lavaban la tierra para extraer del suelo somero “granos de oro”. Umbría y sus hombres volvieron ricos, relató el cronista español Bernal Díaz del Castillo[4].
c)    La época porfirista en la Sierra de Guerrero.
Para 1890, en Guerrero un peón ganaba al día 21 centavos, a la vez que en el resto del país, el salario diario de un peón era de 36 centavos. En los lugares de la Sierra, los terrenos de cultivo considerados de bajo rendimiento se destinaban al pastoreo de vacas y cabras. Cuando finalizaba el siglo XIX las sierras de Oaxaca, Puebla y Guerrero alcanzaron su cúspide en esta actividad con 900 mil cabras, de las cuales se aprovechaba la carne –ya seca y salada-, así como también la grasa. (Guerrero. Monografía estatal, Página 171, edición 1997).
d)   Estación Toro Muerto.
Suele ocurrir que a la altura de El Ranchito o de la Nueva Delhi, en la Sierra de Atoyac de Álvarez, Guerrero, se vea a uno que otro estadunidense un poco confundidos, pues el mapa indica que está debidamente asfaltada la Carretera Atoyac-Paraíso-Puerto del Gallo-Filo de Caballos-Casa Verde. La realidad de los hechos dista bastante de lo que el mapa señala. Es todavía más inusual que la gente habla de “Estación Toro Muerto”, pues sólo decimos: Toro Muerto, sin el precedente de “Estación”. No es que se refiera a una estación de radio, que bastante bien operaría a los 2691 metros sobre el nivel del mar en que se encuentra enclavada esta población[5]. Estación Toro Muerto se refiere a la estación del ferrocarril que habría en esa comunidad según los planes del gobierno porfirista cuando empezaba el siglo XX.
En su libro “Toro Muerto, Paraíso desconocido”, Ramiro Reyna dice que “en los mapas aparece también como Estación de Toro Muerto, y esto se debe quizá a que durante el porfiriato se tenía el proyecto de comunicar a la Ciudad de México con la costa del Pacífico por medio del ferrocarril, aunque su objetivo principal era dar salida al mineral que se extraía en la región del Balsas, el cual se transportaba en bestias para embarcarse en el Océano Pacífico. Continúa Reyna diciendo que hacia 1980 dio continuidad la línea ferrocarrilera, procedente de Cuernavaca, arribando a Guerrero a través de Buena Vista de Cuellar, Iguala y Cocula, hasta llegar a la comunidad de Balsas Sur. Agrega Reyna que una vez llegadas las líneas férreas a Balsas Sur el plan era atravesar la sierra hasta llegar a la Costa.
Dice que el Presidente Porfirio Díaz había inaugurado el tramo hasta Cocula en 1898 y que en 1900  hizo la inauguración hasta Balsas Sur, pues en ese año ya se había instalado sobre el Balsas el puente de fierro traído desde Nueva York. Reyna dice que Toro Muerto antes se llamó Carrizalillo debido a la abundancia de carrizos en el lugar, pero que se cambió al nombre para ser “Toro Muerto” porque por el lugar descansaban los comerciantes[6] que transitaban de Tierra Caliente hacia la Costa y que en una ocasión los transeúntes encontraron un esqueleto de Toro y colgaron el cráneo en un árbol. Reyna cierra este apartado diciendo que el proyecto de llegar el ferrocarril hasta la Costa feneció en la estación de Balsas Sur (Página 15).
La Monografía estatal de Guerrero, que publicó la Secretaría de Educación Pública en 1997 dice en su página 234 que “Desde hace varios años se suspendió el tráfico entre México  y Cuernavaca; presta servicio solamente con trenes flete. De Cuernavaca a Balsas Sur, en cambio Ferrocarriles Nacionales opera con un tren diario de pasajeros y uno o más trenes de carga”. El artista guerrerense Gerardo Reyes cantaba[7]: “me voy en ese tren que va con rumbo al Sur…”




[1]Consultado el día jueves, cinco de Febrero de 2015 en http://www.mexicodesconocido.com.mx/el-mitico-camino-de-aztlan.html

[2] Página 79. Guerrero. Monografía estatal. Edición 1997.
[3] También habitaron Ajuchitlán del Progreso y el Norte de San Miguel Totolapan.
[4]Bernal Díaz de Castillo fue un conquistador y a la vez cronista español. Nació en Medina del Campo, Valladolid en 1492  y murió en Guatemala en 1585. 

[5]Consultado el día martes tres de febrero de 2015 en: http://www.telepaisa.com/pueblos.php?action=poblacion_ver&poblacion_id=122060

[6] Reyna menciona que los comerciantes que viajaban de la Tierra Caliente hacia la Costa, traían mezcal y que a su regreso llevaban “bocadillo” (dulces de coco) y sal (página 17).
[7] Gerardo Reyes murió el día 25 de Febrero de 2015 a la edad de 79 años, víctima de cáncer de hígado en la llamada Ciudad de la eterna primavera, Cuernavaca, Morelos.