Bienvenidas todas las personas que visiten a este blog, el cual difunde información histórica, económica, cultural y social de la Sierra de Guerrero. También se incluyen textos literarios que ayudan a promover a esta maravillosa parte del mundo que la creación nos dio. Los datos cualitativos y cuantitativos que se ofrezcan serán de acuerdo al alcance de nuestras investigaciones. Reciban un fuerte y caluroso abrazo sierreño. Fraternalmente: Esteban Hernández Ortiz.

lunes, 29 de junio de 2015

CLUB DE CAZA, TIRO Y PESCA EN EL PARAÍSO

CLUB DE CAZA, TIRO Y PESCA EN EL PARAÍSO
ESTEBAN HERNÁNDEZ ORTIZ
(escrito el 24 de diciembre de 2014)

Entre los primeros organizadores del club de caza, tiro y pesca en El Paraíso, Municipio de Atoyac de Álvarez, Guerrero pueden mencionarse a los señores Nicolás Pinzón, Dustano Ocampo y Rafael García. Al principio practicaban el tiro en terrenos baldíos cercanos a la casa de don Nicolás Pinzón, en la colonia Ermita; también practicaban en los terrenos del Instituto Mexicano del Café allá por los años sesentas del siglo pasado. 

Otro lugar de práctica fue un potrero del señor Pedro Martínez, ubicado del panteón hacia abajo, rumbo al poblado de Arroyo Grande de El Paraíso. A finales de la décadas de los sesentas fue presidente del Club don Eduardo Sotelo. 

Don Efraín Lucena tenía un familiar que era Capitán de Caballería en el ejército mexicano y se apoyaron en él para recibir orientación sobre los trámites que había que realizar a fin de obtener su legal registro en la Ciudad de México. Cuando lograron conseguir el aval delas dependencias federales, el club registró a 36 integrantes, la mayoría eran del Paraíso, pero había algunos que habitaban en pueblos vecinos como San Vicente de Benítez Y Puente del Rey. Del Puente del Rey ingresó Virginio Ortiz. El club se llamaba “Club de caza, tiro y pesca, cazadores de El paraíso”.

El ex alcalde de Atoyac Evodio Arguello y su hermano Adolfo eran parte del club. Don Evodio vivió por mucho tiempo en El Paraíso y por algunos años estuvo a cargo de la tienda de la CONASUPO, frente al ahora mercado municipal. Otros integrantes del club fueron Eugenio Urioso y Fabián Cortez.
En algunas ocasiones fueron de El Paraíso algunos integrantes del club a practicar la Caza a lugares cercanos a Toro Muerto, municipio de San Miguel Totolapan y a otros pueblos de la Sierra. También participaban en torneos de pesca de pez vela en los las playas de la Costa Grande.

El club participaba en torneos en Petatlán, Acapulco y Atoyac, todos los miembros tenían debidamente registradas sus armas en la Secretaría de la Defensa Nacional. En El Paraíso también había torneos sobre todo cuando el Club adquirió un terreno para el tiro en lo que ahora es la colonia “Campo de tiro”.  Ese terreno lo adquirieron mediante una permuta; Evodio Arguello cedió sus derechos de una parcela de café a la señora Aquilina, propietaria del terreno a cambio de que aquel predio pasara a ser utilizado por el club de tiro. Todos los integrantes del club aportaron una cantidad económica para pagar al señor Evodio Arguello la huerta que él cedió en permuta.

Para el año de 1980 ingresaron al Club los señores Lorenzo Araujo y Silvino Lucena, entre otros. En 1983 don Lorenzo Araujo fue presidente del club y para 1988 fue comisario municipal.




Los caminos se repiten

LOS CAMINOS SE REPITEN
ESTEBAN HERNÁNDEZ ORTIZ
(Escrito el 30 de octubre de 2013)

Decía Carlos Marx que la historia tiende a repetirse.  Aquel pensador alemán, al empezar su obra “El dieciocho Brumario de Luís Bonaparte”, planteaba una de sus más célebres frases: “La historia se repite dos veces, la primera como tragedia y la segunda como farsa”. Este aventurero escribano, hoy ha considerado que no solo la historia se repite, me nace una breve dudilla y considero que también los caminos se repiten. Cuando viajamos a algún lugar por primera vez, nuestro “otro yo” nos habla y nos dice que por ese lugar ya pasamos en alguna otra ocasión de nuestra existencia, pero la realidad es que no, sólo que sí conocimos otro lugar que guarda bastantes parecidos a su gente, sus caminos, sus costumbres y hasta su clima, pero nunca habíamos ido por ese pueblo.

El sábado veintiséis de los corrientes fui por vez primera a conocer varias poblaciones, montañas y caminos de nuestra preciosa Sierra Madre del Sur. De Chilpancingo a Casa Verde son cuarenta minutos en vehículo, de ahí empezamos cuesta arriba, el primer pueblo se llama Xochipala, aquí se elabora mezcal, se cultiva maíz y otros productos agrícolas. Xochipala cuenta con una planicie muy hermosa, bien pudiera filmarse una película o fragmentos de una telenovela. Aquí la Secretaría de Desarrollo Social Federal cuenta con un almacén a través de Diconsa. Al salir de Zumpango se acaba la señal de telefonía celular y uno puede volver a usar este servicio en Xochipala. En Xochi hay un lugar de receso ya habituado por la gran mayoría de los viajeros, es el tendajón Noé, aquí se pide un café, refresco o cualquier otro refrigerio. Continuamos nuestro recorrido.

El pueblo que sigue es La Laguna, un pueblo cuyas luminarias se observan por la noche desde Chichihualco, cabecera municipal de Leonardo Bravo. La comunidad que prosigue es El Mirabal. Una de mis compañeras de viaje me pregunta que si yo ya había ido por estos lugares, a lo cual conteste que nunca, que era la primera vez y que me fascinaba la zona, agregué a mi respuesta que en República Dominicana, el régimen autoritario de Rafael Leonidas Trujillo asesinó en forma vil y cobarde a unas hermanas de apelativo Miraval.

La plática sigue y nuestro caminar también. Ya por aquí termina la municipalidad de Eduardo Neri, con cabecera en Zumpango del Río y empieza el territorio de Leonardo Bravo. El primer pueblo es Los Morros, luego sigue Campo de Aviación. En esta comunidad hay una gasolinera de PEMEX. Ya a estas alturas sobre el nivel del mar existe gran variedad de especies vegetales: Cedro Blanco, pinos, encinos y otras. El eno ya las cubre. Un compañero de viaje, recién egresado de agronomía, nos comenta algo sobre la vida de estos seres trepadores que viven sobre los grandes árboles, sobre todo de la familia de las coníferas. A poca distancia está La Torre, otro maravilloso pueblo. A cinco minutos queda Filo de Caballos. De aquí encumbramos a Puentecillas, el pueblo natal de una gran amiga mía de nombre María de la Luz. Puentecillas se me figura Toro Muerto, municipio de San Miguel Totolapan. Aquí el clima es frío, se cultivan peras, tejocotes y duraznos. Las vacas comen mucha pera.

El itinerario contempla seguir a Polixtepec y así lo hacemos; Los bosques de estos lugares son una lindura, hay un letrero que dice: “El Oxígeno que tome es gratis”. Mi compañero ingeniero comenta que en un principio, la Tierra, como cuerpo celeste, fue una inmensidad de volcanes que lanzaron enormes cantidades de lava y fuego, después vino una época de abundantes lluvias hasta lograr un contrastante enfriamiento del planeta y la naturaleza quedó así como hoy podemos observarla, con esa variedad de altitudes y pendientes. Continuamos a Ojo de Agua, este pueblo corresponde a Helidoro Castillo, con cabecera en Tlacotepec. Ojo de agua subyace al pie de un enorme cerro rocoso. Por aquí se cultivan chuladas de flores. Llegamos a una reunión de trabajo en Corral de Piedra, municipio de Leonardo Bravo.

El último pueblo de nuestro recorrido correspondiente a este día fue Yextla, realizamos una reunión breve y retornamos. Al subir, a Polixtepec le encuentro varios parecidos geográficos a El Molote, allá en lo alto de Atoyac. Todos los pueblos que mencionó ahora, desde luego que son parte del sureño estado de Guerrero, entidad que el domingo 27 del presente mes y año cumplió un año más de haberse fundado. 


Don Gilberto Jiménez Alcaraz, un soldado de la Revolución que vivió por varias décadas en El Paraíso.

Don Gilberto Jiménez Alcaraz nació el 20 de agosto de 1897 en la Ciudad de Tixtla de Guerrero, Guerrero. Ocupó el primer lugar de los hijos legítimos del matrimonio compuesto por don Ramón Jiménez Rojas y doña Margarita Alcaraz Nava. Por más de diez años vivió en unión libre con doña Leocadia Bustos Hernández en El Paraíso, municipio de Atoyac de Álvarez, Guerrero.

Finalmente el día 31 de diciembre de 1959, don Gilberto y la señora Leocadia contrajeron matrimonio ante el registro civil número 07 de la población de El Paraíso. En ese tiempo la oficialía del registro civil estaba a cargo del señor Juan Araujo Carrillo; testigos fueron los señores Macario Carrillo Jiménez y Mateo Jiménez Altamirano.

El día seis de noviembre de 1972, el Departamento de Archivo de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), envió un documento al señor Gilberto Jiménez Alcaraz, mediante el servicio de Correos Mexicanos, a través del cual le comunicaba que de manera oficial la SEDENA le reconocía como VETERENO DE LA REVOLUCIÓN. Textualmente dice así el documento:

C. GILBERTO JIMÉNEZ ALCARAZ.
DOMICILIO CONOCIDO EL PARAÍSO,
MUNICIPIO DE ATOYAC DE ÁLVAREZ,
GUERRERO.

Por acuerdo del C. General de División DEM, secretario, con fecha 4 del actual se reconoce a usted oficialmente como veterano de la revolución por los servicios que prestó durante el segundo periodo, comprendido del 20 de febrero de 1913 al 15 de agosto de 1914, concediéndole la condecoración al mérito revolucionario, creada al efecto. Se servirá remitir a este Departamento dos fotografías de frente tamaño visita para que le sea expedido el diploma correspondiente y que ampara la condecoración respectiva.

Atentamente
Sufragio Efectivo. No Reelección.
El General Brigadier
D.E.M.J. de la oficina
Luís Orozco Valdivia (240355).

Hasta aquí la trascripción del texto.

Además de este reconocimiento oficial existen otras constancias que prueban contundentemente la participación activa del señor Gilberto Jiménez Alcaraz en la Revolución Mexicana. Por ejemplo en la Ciudad de Chilpancingo, Guerrero, el día 15 de noviembre de 1969, los CC. Pedro Morales Salazar y Cástulo Don Juan Nájera, Coronel y General de Brigada del extinto Ejército Mexicano Libertador del Sur, extendieron una constancia respecto a los servicios revolucionarios que prestó el C. Gilberto Jiménez Alcaraz. Hacen constar que el día 5 de marzo de 1911, el C. Gilberto Jiménez Alcaraz se incorporó como soldado de armas de infantería a las fuerzas revolucionarias zapatistas del General Mariano Barrios en el campamento de Pueblo Viejo, municipio de Coyuca de Benítez, Guerrero.

Mencionan también que en un combate en el Puerto de Acapulco, el 10 de mayo de 1911, Gilberto Jiménez Alcaraz tomo prisionero a un teniente de las fuerzas del General Silvestre G. Mariscal. En esa misma constancia el General Cástulo Don Juan Nájera manifiesta que en fechas posteriores  Don Gilberto fue llamado por el General Heliodoro Castillo, quien tenía su cuartel en Vinotería, perteneciente al municipio que hoy lleva su nombre, en la sierra de Guerrero, General Heliodoro Castillo, con cabecera en Tlacotepec. Agrega que con mucha decisión y gallardía se presentó con veintidós hombres para seguir luchando en la Revolución.

Además señala fechas y lugares en que sostuvieron combates, entre los que se encuentra la toma del Puerto de Acapulco entre el 4 y el 13 de noviembre de 1911. También se hace constar el repudio a la usurpación y traición de Victoriano Huerta hacia Francisco I. Madero, hechos que terminaron derrocando de la Presidencia de la República y asesinándolo en la llamada decena trágica.

El General de Brigada, Cástulo Donjuan Nájera concluye diciendo que Gilberto Jiménez Alcaraz se retiró de las armas revolucionarias por que solicitó su baja el día 25 de abril de 1917.

El 19 de diciembre de 1985 falleció en El Paraíso, municipio de Atoyac de Álvarez, Guerrero nuestro veterano de la Revolución Mexicana Gilberto Jiménez Alcaraz. Fue sepultado en el panteón de este pueblo.

ESTE ARTÍCULO SE PUBLICÓ CON MI AUTORÍA EL DÍA 7 DE JUNIO DE 2006 EN "PÁGINA ATOYAC" DE EL DIARIO 17, DE ACAPULCO, GUERRERO. ES PARTE DE UN LIBRO QUE DESDE EL AÑO 2000 HE ANHELADO PUBLICAR. ESPERO QUE ESTE 2015 SALGA ESE LIBRO A LA LUZ, SI DIOS QUIERE.
SALUDOS A TODAS Y A TODOS.