Bienvenidas todas las personas que visiten a este blog, el cual difunde información histórica, económica, cultural y social de la Sierra de Guerrero. También se incluyen textos literarios que ayudan a promover a esta maravillosa parte del mundo que la creación nos dio. Los datos cualitativos y cuantitativos que se ofrezcan serán de acuerdo al alcance de nuestras investigaciones. Reciban un fuerte y caluroso abrazo sierreño. Fraternalmente: Esteban Hernández Ortiz.

jueves, 31 de enero de 2019

Jung Koo Chang UD12 Isidro Perez





Les comparto este enlace mediante el cual podrán ver una pelea boxística de nuestro paisano Isidro Pérez Jiménez en Corea del Sur. Véase como en el minuto uno con dos segundos del primer round, el mexicano mandó a la lona al asiático. Al final de la docena de rounds Jung Koo Chang salió más lesionado, en tanto que Pérez estaba más “entero”. Aun así el jurado dijo que el coreano había ganado la pelea. Los medios internacionales cuestionaron la decisión del jurado.

En mayo de 1964 nació en El Paraíso el boxeador Isidro Pérez Jiménez, quien tuvo 69 combates boxísticos durante toda su carrera. En 57 ocasiones obtuvo el triunfo, de los cuales 41 fueron por la vía rápida, en 9 ocasiones fue derrotado y consiguió tres empates. En agosto de 1990 logró un título de campeón mundial en la ciudad de Ponce, Puerto Rico. Retuvo ese título en dos ocasiones, la primera en Acapulco, y la segunda en Santiago de Chile.

Recuerdo cuando Isidro Pérez iba a El Paraíso a visitar a su abuelita materna, doña Trinidad Vega, la mamá de mi vecino Vicente Marcelo Vega. Según me contó mi vecino Vicente, Isidro Pérez nació en un hogar muy humilde, por donde ahora vive Arturo Martínez Enríquez, en El Paraíso.
Humberto Pérez, hermano de Isidro, me platicó que a los dos les gustaba boxear, pues su papá, el señor Jesús Pérez, fue el primero en llevar guantes a El Paraíso. Cuando Humberto y su hermano Isidro tenían menos de diez años de edad llegaron a vivir a Puerto Marquez, en Acapulco. Dice Humberto que por esos tiempos murió un boxeador en una pelea en Acapulco y que muchas vecinas decían a su mamá, doña Margarita Jiménez Vega, que “ya no dejara boxear a sus hijos”, pues estaba peligroso. “Entonces yo y mi carnal platicamos y quedamos que yo me iba a retirar del boxeo, pero que él iba a seguir adelante”, dice Humberto Pérez.

Sigo con la idea de que en El Paraíso debe crearse la “Unidad deportiva Isidro Pérez Jiménez”. Hace pocos días fui al CREA, un centro deportivo de Chilpancingo. Ahí se encuentran fotografías de varios deportistas que han dado realce a Guerrero, pero no está mi paisano Isidro Pérez. Él debe estar ahí. Alguna petición respetuosa voy a hacer solicitando que se tenga en ese sitio una remembranza del “Sid Pérez”.

miércoles, 30 de enero de 2019


La serranía en el Estado de Guerrero, México.

Primera entrega.



Esteban Hernández Ortiz.

Ahora que en la agenda del Congreso del Estado ocupan un espacio la regionalización y la municipalización de la Sierra de Guerrero es importante ofrecer algunos análisis en los diversos aspectos de estas delimitaciones zonales: histórico, geográfico, político y económico.



Como se ha visto existen generalmente dos posiciones divergentes, una estima que la “balcanización” no sacará del atraso en que estas demarcaciones se encuentran en distintos rubros, el otro punto de vista considera que al reconocerse esta nueva región y al aprobarse la creación de nuevas municipalidades, los pueblos enmarcados en el nuevo organigrama geopolítico podrán combatir los rezagos, dado su acceso a las partidas presupuestales-financieras.



Geográficamente, la Sierra de Guerrero comprende la parte alta de los siguientes municipios: Coahuayutla de José María Izazaga, Zihuatanejo de Azueta, Petatlán, Tecpan de Galeana, Atoyac de Álvarez, Coyuca de Benítez, Chilpancingo de los Bravo, Eduardo Neri, San Miguel Totolapan, Ajuchitlán del Progreso, Coyuca de Catalán y Zirándaro. Se agrega el territorio completo de los dos municipios de General Heliodoro Castillo y Leonardo Bravo.



Ya desde 1949 Moisés T. de la Peña escribía que “Lo que en Guerrero se llama el filo mayor de la Sierra, y que…forma el eje montañoso a todo lo largo del Estado, está …desde el municipio de Coahuayutla, en donde apenas a 10 Km. al E. de la gran cortadura del Balsas, ya el filo mayor alcanza altitudes superiores a 1000 m.”.  T. de la Peña agregaba que “Con una muy notable uniformidad se mantiene más adelante alrededor de los 2, 300 m. de altitud,…con picos y aún cuchillas de varios Kms. en las que se alcanzan las alturas máximas del Estado, de más de 3, 000 m.”

Según la Monografía de Guerrero que publicó la SEP en 1997 existe un par de placas que surten efectos físicos sobre la superficie de Guerrero; una es la placa de Cocos, ubicada en el Océano Pacífico, la cual penetra por debajo de otra que se encuentra en “tierra”, denominada  “placa continental” o “placa norteamericana”. Esta placa continental dio origen a la Sierra Madre del Sur. Cuando la placa de Cocos se mueve, genera una inercia sobre la placa continental y hace que también se mueva. Se estima que desde hace millones de años las placas se han movido y por esa causa la topografía de la sierra de Guerrero es muy accidentada, presentando extensas zonas rocosas, cuya anchura aproximada es de unos cien kilómetros y una altura media de dos mil metros sobre el nivel del mar. Los dos cerros más altos de Guerrero son el Teotepec y el Tlacatepec; el primero tiene una altura de 3, 705 Metros Sobre el Nivel del Mar (MSNM) y el segundo cuenta con 3, 4 95 MSNM.

En la fauna de la Sierra se encuentran especies en peligro de extinción, como el venado cola blanca. Del lado atoyaquense, en las zonas cafetaleras, dado el abandono de las parcelas se han reproducido especies como los jabalíes y venados; también aves como las chachalacas y palomas moradas.

Por cuanto a la flora existen especies exóticas que en el mercado alcanzan precios muy elevados, por encima de maderas como el pino o el oyamel; se trata de maderas como el granadillo. También existen árboles conocidos como palo maría, tepehuaje, cucucho, palo moreno, laurelillo, magnolia y chipilillo.



martes, 20 de marzo de 2018

Recuerdos de mi infancia.


Recuerdos de mi infancia.

Esteban Hernández Ortiz

En Septiembre de 1980 comenzó sus labores el primer jardín de niños en mi pueblo natal (el kínder General Ignacio Zaragoza). Entonces yo ya andaba por cumplir los seis años de edad, pues nací en noviembre de 1974 y entré a la primaria sin haber cursado el nivel preescolar.

Ahora no recuerdo bien si ese año inició también la Escuela Primaria General Francisco Villa, pero ya desde varios lustros antes habían llegado para quedarse a vivir ahí por muchos años el profesor Salvador Morlet Mejía y su esposa Isabel Andrew León, cuya sangre familiar estaba en Olinalá Guerrero.  El matrimonio Morlet-Andrew había dado solidez a la primera Escuela Primaria, llamada Cuauhtémoc, pues el profesor Morlet admiraba mucho al último emperador azteca y ya había fundado en Tlacotepec, Guerrero (o en algún pueblo cercano) otra escuela primaria a la que también le puso el nombre de Cuauhtémoc. Aunque ya habían llegado algunos profesores al pueblo, ninguno le “había hecho frente” a la escuela y el alumnado quedaba sin clases en cualquier mes del año escolar. Hubo diversos factores por los que la escuela primaria no se establecía bien.

Bien, retomo mis vivencias propias. Ya la “Cuauhtémoc” tenía buena cantidad de alumnos y se justificaba una nueva escuela primaria, que aunque ocupara el mismo edificio, trabajara por el turno vespertino. Entonces la segunda primaria en El Paraíso fue la “General Francisco Villa”, y ahí ingresé yo a estudiar. Ya desde luego el “Director encargado” fue mi profesor Adán Catalán Altamirano, otro educador con relaciones familiares en Tlacotepec, quien había llegado a El Paraíso.

Recuerdo que frente a  la casa de mis padres yo siempre miraba pasar a la hora de la entrada a alumnos y alumnas, ellos siempre con mochila a la espalda y las alumnas con sus libros y útiles en sus bolsos. Muchos y muchas apenas si podían usar una bolsa de nailo y dentro llevaban sus materiales, ni siquiera había dinero para comprar una mochila y ni quien pensara en un portafolio. A esa clase de alumnos pertenecí yo.

En una de esas pasó en friega Modesto Rayo Trujillo. Yo, que aún no tenía la edad para ir a la primaria me fui caminando tras de él y me metí entre los niños y las niñas, pero ya en el patio nomás no sabía para donde darle. Claro que respetuosamente me retiraron de la escuela, pero ya que tuve la edad pues sí logré quedarme, acumulando varios reportes y algunas buenas acciones.

Hice algunas travesuras aún antes de entrar a primer año, pues un día conseguí un pedazo de fierro que se parecía a un pedazo de riel y lo colgué en una rama del ciruelo que tenían nuestro vecino Mateo Jiménez Altamirano y su esposa Cira, luego comencé a pegarle con una varilla y se ocasionaban unos ruidos muy parecidos a los que hacía una pequeña campana que sonaba en la primaria, marcando la hora de la entrada. Bien recuerdo como algunas alumnas y algunos alumnos pasaron “hechos la mocha” para llegar a tiempo a la escuela, pero para su sorpresa aún no era hora de entrar. ¡¡Qué bonitos recuerdos!!

La hazaña que si no fue nada bonita fue cuando, jugando a las “escondidas”, un día varios niños fuimos a dar con un ataúd que se había comprado don Eliseo Araujo. Todos nos asustamos cuando vimos la caja, pero en medio de aquel miedo nos causó curiosidad que no había ningún velorio. La realidad fue que don “Cheo” como le decía la gente, se había comprado un féretro para cuando Dios lo mandara traer, pues él deseaba no dejar muchos gastos a su familia. Así fui entendiendo después, pero mientras, don “Cheo” sí que nos metió en severos aprietos. Recuerdo cuando él pasaba de “mañanita” por la calle con sus calcetines y huaraches, así como su abrigo, un suéter de color cafecito. Ya para entonces tenía sus manos “pecositas”, pues hoy sé que los años no pasan en balde.

Otro día, fui con mi papá a casa de mis abuelos maternos, quienes vivían en El Puente del Rey. Entonces mi papá me preguntó que si quería quedarme ese día y que al día siguiente mi abuelo iría a El Paraíso y que con él yo regresaría a El Paraíso, pues mi abuelo tenía un Jeep. Me la di de valiente y dije que sí, pero ya cuando había pasado un rato a que mi papá se regresó a nuestro pueblo, me arrepentí y sin decir nada me salí rápidamente y me regresé yo solo caminando. Por ese tiempo funcionaban las casetas telefónicas que a raíz de la guerrilla dirigida por el profesor Lucio Cabañas Barrientos, el gobierno había llevado a varias comunidades por medio de cables que pendían de unos postes tubulares colocados a la orilla de las carreteras. Mis abuelos hablaron de El Puente del Rey a la caseta de El Paraíso, que para entonces estaba en casa de doña Justina, la mamá del finado Mario Hernández, frente a la casa de don Dustano Ocampo.  Mis padres fueron a contestar la llamada y dijeron que sí, que ya había llegado el chamaco.

miércoles, 14 de marzo de 2018

GUITARRAS DE EL PARAÍSO: LA HISTORIA DE AXEL SOTELO SALGADO.


Guitarras de El Paraíso: La historia de Axel Sotelo Salgado.

Esteban Hernández Ortiz.




Hoy quiero compartirle la historia de un joven artista nativo de El Paraíso, Municipio de Atoyac de Álvarez, Guerrero, pero antes pasaré a citar algunos pasajes de la historia de la música en esta comunidad. Cuenta mi progenitor, el señor Francisco Hernández Morales que siendo él muy joven se acercaba a unos señores cuando ellos tocaban sus guitarras, dice haberse “grabado” unas partes de un corrido dedicado a nuestro pueblo. Este corrido lo compuso don Andrés Oliveros, aunque mi papá lo escuchó por 1965. La composición dice:




Pueblito de El Paraíso,

Pueblo de bella ilusión,

luego tuvo carretera y

antes campo de aviación…




Se sabe que un día fueron los Cadetes de Linares a El Paraíso y Gumercindo Bautista Oliveros (QEPD), nieto de don Andrés Oliveros, dio la letra al famoso grupo norteño para que lo integraran en un disco. Don Andrés Oliveros y don Gilberto Jiménez Alcaraz eran buenos compañeros de guitarras y buenos compositores. Don Betito, como se le decía a don Gilberto, fue reconocido en la SEDENA como veterano de la revolución mexicana. Según mi padre, el profesor de los señores músicos y compositores fue don Cruz Salas, el papa de don Daniel y de doña Rufina Salas.




Bien, ahora damos paso a las anécdotas de nuestro joven paisano. Luís Axel Sotelo Salgado nació en El Paraíso, Municipio de Atoyac de Álvarez, Guerrero, el 11 de diciembre de 1991. Es hijo de los señores Aurelio Sotelo y de Dora Luz Salgado, ambos paisanos nacidos también en el mismo pueblo.

Quien esto escribe fue compañero de estudios de primaria de Dora Luz, la mamá de Axel y también es amigo de Aurelio, así como de sus tíos, quienes son varios por sus dos líneas consanguíneas y me abstendré de mencionarlos ahora.




Cuenta Axel que a los cinco años de edad le surgió la pasión por la música, pues como todo buen niño solicito a los Reyes Magos que le donaran un piano, el cual tenía varias sintonías que se asemejaban a animales como caballos y vacas. Resultó ser un maravilloso juguete para él. Ya en primaria se manifestó más su preferencia por la música y participó en dos eventos, en los cuales logró conseguir un cuarto lugar. En nuestra comunidad es costumbre desde hace muchos años, al menos desde que el finado Adalid Araujo Ávila era el principal organizador de los festejos septembrinos. Entonces, Axel participó en estos concursos que se hacían en el pueblo, con motivo de las fiestas patrias. En el año 2000 fue la primera vez que participó con su teclado en el zócalo y él seguía su pasión por la música, aunque no lograra el primer lugar.




Cuando ingresa a la secundaria Axel tenía ya doce años de edad y durante sus estudios de Secundaria concursó los tres años en canto en los eventos regionales que se realizan cada mes de marzo o abril, donde participan las secundarias de la Sierra de Atoyac y de la Costa Grande. Para entonces la suerte ya le empezaba a acompañar y obtuvo el segundo lugar en música instrumental.




En 2007, a la edad de 16 años, Axel emigra a la llamada ciudad de la eterna primavera donde tuvo que trabajar como ayudante de albañil, pintando casas y ofreciendo productos de papelería.




En términos generales puede decirse que Axel se separó de la música, aunque no del todo, pues en la lucha por la vida, tuvo que cantar en camiones. Para 2009 retornó a su pueblo de origen y con unos amigos integraron una agrupación con música ranchera o sierreña. Utilizaban instrumentos como el requinto, bajo eléctrico y una guitarra docerola. En 2010 decidió viajar a Comitán de Domínguez, Chiapas, donde se integró a la agrupación de música “Jerónimo y su sentimiento norteño”.

Dice Axel “Yo tocaba el bajo eléctrico y cantaba, pero en el grupo me preguntaron que si podía tocar el bajo sexto, entonces me armé de valor y les dije que si sabía tocar ese instrumento, pues yo necesitaba trabajar y ganar un dinero. Me entregué con todas mis fuerzas a tocar el bajo sexto y en un mes estaba a la altura de lo que ellos necesitaban. Con ese grupo estuve dos años”.




Corría el año 2013 cuando los padres de Axel le brindaron un apoyo económico para que grabara un disco, pero por falta recursos, el proyecto quedó “a medias”. Ya en 2014, Axel decidió regresar a la Tierra de Zapata, el bello estado de Morelos. La suerte comenzó a sonreír mejora Axel y junto a otros camaradas formaron el grupo “Frisón”. Al principio tocaban en bares y restaurantes, pero no tardó en llegar otro poco de suerte y llegaron a formar parte de la agrupación de Gerardo Ortiz. Entonces empezaron a conocer a artistas de otras agrupaciones de mucho prestigio. Durante tres años formó parte de ese grupo, pero para comienzos de este año 2018 ha tomado la decisión de retomar su proyecto personal que tenía desde 2013 y ha comenzado gravando temas como “amor psicópata” y corridos que él ha compuesto; también integró el tema “te extraño tanto”, creación de otro joven paraiseño llamado Fredy Gómez.

lunes, 4 de diciembre de 2017

Bosques de la Sierra de Guerrero.

Fotografías que tomé el día viernes, uno de diciembre de 2017, desde el edificio de la Preparatoria Número 45, de la Universidad Autónoma de Guerrero. En El Paraíso, Municipio de Atoyac de Álvarez, Guerrero, México.

De derecha a izquierda se observan al Cerro de la Señora, seguido de una cadena de montañas, que se encuentran frente al Edén, municipio de Atoyac de Álvarez, Guerrero. Esa cadena montañosa se conoce como el Cerro de las Tres Tetas, puntos georeferenciales para las naves que surcaban las aguas marinas en tiempos de la Nao de China, con destino final al puerto de Acapulco, "la perla del pacífico".

De acuerdo a datos que he recolectado mediante entrevistas a señores y señoras, en la década de los años sesenta (1960) se trabajó por última vez, una mina en la cima del Teotepec, al tiempo en que también se explotaban las maderas a diestra y siniestra.



Al centro se observa el cerro de Tlacatepec, el segundo punto más elevado en Guerrero. Está cerro se ubica también frente al Edén, pero hacia el norte. Bueno, se trata del actual Edén, porque antes el pueblo se ubicaba más hacia arriba, con rumbo a El Tambor. Ahora a ese punto le dicen “El Edén viejo”.  A la izquierda está el Cerro de Teotepec, cuyo punto más elevado tiene 3, 705 metros sobre el nivel del mar. Teotepec es el cerro de mayor altura sobre el nivel del mar en Guerrero.
Del filo mayor, que es esta parte de la Sierra Madre del Sur, emanan los brotes de agua que bajando por sus laderas y montañas, llegan a formar parte de 27 ríos que abastecen a la Costa Grande, a la Tierra Caliente y varias poblaciones del Centro del Estado. 
Muchas ramas agropecuarias pueden impulsarse en estas tierras; en la fruticultura bien se pueden cultivar peras, manzanas, higos, tejocotes. En los tubérculos puede cultivarse hortalizas como rábanos, también papas. 
Por varias décadas, prácticamente todo el siglo XX y los finales del siglo XIX se practicó la cría de chivos, de ahí el mote de "chiveros"; también se practicó la porcicultura y ganado vacuno. Hacia la sierra de Atoyac, Tecpan y Coyuca de Benítez se vivió bien durante la mayor parte del siglo XX, pero hoy, la cafeticultura ha decaído mucho.
 


Por último se observa la Unidad habitacional en La Quebradora. Unidad que se construyó a raíz de las tragedias de Manuel e Ingrid en septiembre de 2013.


martes, 14 de noviembre de 2017

Carreteras, playas y cine de Guerrero.


En las lecturas que realizó dentro de mi investigación de tesis me he encontrado con diversos materiales, los cuales no quiero dejar de compartir.

Carreteras, playas y cine de Guerrero.

Esteban Hernández Ortiz.

En el libro “Guerrero. 1949-1999”, tomo II, Juan Carlos Moctezuma Rodríguez escribe el artículo titulado “La Carretera México-Acapulco” (páginas 37-93). El autor  menciona que esta carretera se inauguró el 11 de noviembre de 1929 y que un par de meses después se estrenó la película “Carreteras y paseos de Acapulco”. Manuel R. Ojeda fue el encargado de la elaboración de este trabajo cinematográfico, mismo que se estrenó en el cine Venecia de la capital federal. El actor principal era Gonzalo de Orizaba un mentado E.E. Deuler se desempeñó como camarógrafo.

Moctezuma Rodríguez dice que aquella misma anualidad se presentó una cinta más con el título de “Carretera México-Acapulco”. De acuerdo a la filmoteca de la UNAM fue tomada durante una excursión que realizó un equipo de funcionarios de alto rango, entre los que se encontraba el General Aarón Sánchez, en su carácter de secretario de Relaciones exteriores, el Doctor José Ma. Puig, secretario de Instrucción Pública y el General Juan Andrew Almazán. La excursión se efectuó algunas semanas después de que el camino quedó en funciones. Andrew Almazán fue de los primeros propietarios de terrenos ubicados frente a la mar de Acapulco.

En el libro “Guerrero en el contexto de las revoluciones en México”, editado por “Fontamara” en 2010, Esperanza Hernández Arciga, dice que la inauguración de esta carretera fue el 11 de noviembre de 1927(página 72). Agrega que el día 17 de ese mismo mes y año el diario Excélsior publicaba una nota diciendo que “Muchas excursiones estaban saliendo hacia el puerto de Acapulco”. También dice que aún no se contaba con los puentes sobre los ríos Balsas, Mezcala, papagayo y que la carretera finalmente se terminó en 1933. Luego, a estas tierras y playas surianas no solo llegaron excursionistas, también empezaron a venir empresarios madereros de los Estados de México  y de Michoacán para aprovechar el pino, oyamel, cedro y otros árboles maderables de la espesa sierra guerrerense.

Para 1934 la industria hotelera comenzaría a hacer presencia en el bello puerto de Acapulco. Por su parte, Chilpancingo empezó a desempeñar un rol de abastecedor de alimentos y combustibles que los viajeros requerían. En 1955 se rediseñó la carretera y pasaba por afuera de la Ciudad (página 73).

Hernández Arciga también menciona que en 1952 se inauguraron las dos primeras carreteras de cuota en México: la autopista México-Cuernavaca y la carretera Amacuzac-Iguala.

Con el paso de los años, Acapulco ha sido lugar para realizar filmes como: “el coyote emplumado”, “Mamá soy paquito”, “El mofles” y “La Camioneta gris”, entre varias más.


martes, 31 de octubre de 2017

Don José Castillo Adame y su participación como trabajador durante el programa Bracero.


Don José Castillo Adame y su participación como trabajador durante el programa Bracero.
Esteban Hernández Ortiz.

Sábado, 11 de abril de 2015. Comunidad de El Paraíso, municipio de Atoyac de Álvarez, Guerrero, México.

Visito a don “Joselón”, como muchos le dicen en el pueblo. Su domicilio está en Calle Leona Vicario, Colonia Las Flores.

José Castillo Adame nació el 22 de mayo de 1932, en Tlacotepec, cabecera municipal de General Helidoro Castillo. Bueno, yo creo que si nos ponemos a buscar su árbol genealógico, muy probablemente encontraremos que don José tiene algún enlace consanguíneo con aquel general, cuyo nombre le fue asignado a este municipio de la sierra guerrerense, por ser un seguidor fiel del zapatismo en Guerrero. Bien, ahora diremos que los padres de don José fueron Antonio Castillo Reyna y Martina Adame García, ambos radicaban en “Tlaco”, como mucha gente da en llamarle a Tlacotepec.

Don José tenía 24 años de edad cuando fue por primera ocasión a Estados Unidos, a una ciudad del estado de California, que lleva su nombre “San José”. Él dice que recuerda perfectamente el día en que cruzó hacia los Estados Unidos de América; fue el 28 de mayo de 1956. Al año siguiente fue por segunda vez a California, nuevamente mediante el programa Bracero, esa segunda ocasión de ingreso a la vecina nación del norte fue el 15 de mayo de 1957. Eran contratos por seis meses y le tocó trabajar en el cultivo de jitomate, fresa, apio y manzana.

La  tercera vez fue el 15 de mayo de 1964, el año en que dejó de operar el programa Bracero. En esta ocasión le tocó trabajar en Burlington, Colorado. Recuerda haber cruzado la frontera por Ciudad Juárez.

Dice don José que en 1961 conoció a El Paraíso, donde llegó a trabajar por primera ocasión en las labores del café, ayudándole al señor Samuel Lucena Adame y después pasó a trabajar con don Ignacio Sotelo Alarcón, de 1962 a 1963, pues en 1964 tuvo oportunidad de ir por tercera ocasión a trabajar en los campos de Estados Unidos.
Los apellidos Adame, Sotelo y Alarcón forma parte de un conjunto de apellidos que llegaron a El Paraíso, procedentes de Tlacotepec y de Chichihualco, entre otros lugares del centro y del filo mayor de Guerrero.

Estaban estas notas de entrevista en uno de mis cuadernos que por fortuna he tenido la curiosidad de ir archivando.

Este material se irá aglutinando con otros más para publicar un libro que hable de la migración de gente de la sierra hacia los Estados Unidos.