Bienvenidas todas las personas que visiten a este blog, el cual difunde información histórica, económica, cultural y social de la Sierra de Guerrero. También se incluyen textos literarios que ayudan a promover a esta maravillosa parte del mundo que la creación nos dio. Los datos cualitativos y cuantitativos que se ofrezcan serán de acuerdo al alcance de nuestras investigaciones. Reciban un fuerte y caluroso abrazo sierreño. Fraternalmente: Esteban Hernández Ortiz.

lunes, 17 de agosto de 2020

Reflexiones cafeceras

En las parcelas se disfruta el arrullador ruido de barrancas y ríos, viene a nuestra memoria el recuerdo de esa brillante carta que el gran Jefe Seattle envió al Presidente de su país poco antes de 1850, mencionando entre otras excelentes explicaciones que "el ruido de los ríos es la voz del padre de mi padre..." .

Cultivar café, sea en sus plantas originales que de antaño se han cultivado o en sus nuevas modalidades "cruzadas", es favorecer la vida en sus diferentes reinos, es decir, es favorecer la vida de aves y animales cuadrúpedos que encuentran en nuestra selva cafetalera un hábitat agradable. Otros animales viven dentro y a las afueras de ríos y arroyos. Hay vegetales que viven flotando en las aguas, también hay helechos y líquenes, como esos seres que viven "pegados" a las piedras dentro de los ríos. Me disculparan que en materia de biología no se exceptue mi incorrecta denominación de las cosas.

Si en los muy diversos sistemas que en el mundo existen, todo lo que ocurre en un lugar repercute en otro, en los ecosistemas parecen ser más contundentes y visibles los efectos, puea a cada acción cae un reacción. Si nosotros nos enfermamos de la garganta, suele ocurrir que también nos da tos  y/o calentura. Bien, hagamos las siguientes reflexiones. Desde hace varias décadas la producción de café ha disminuido enormemente, seguramente hay causas nacionales e internacionales y hasta locales que han ocasionado la caída. Parte de las tierras que de abolengo eran cafetaleras hoy son pastizales para ganado vacuno, pues la gente de algo tiene que vivir. Asi lo establece nuestra Constitución federal determinando que "Todos los mexicanos tienen derecho a dedicarse al trabajo que más le acomode, siempre y cuando sea lícito". Bajo esa misma premisa otros campesinos han dado el viraje de cultivar café a cultivar aguacate. En Arroyo Grande, ejido de El Paraíso, rumbo a El Edén, se están haciendo algunas parcelas de aguacate y de durazno. Estos cultivos conllevan la necesidad de derribar los árboles en las áreas donde se trabajará, ya que para muchos no hay de otra. Tal vez halla lugares donde  le hagan el quite a la deforestación y estén cultivando bajo cierta sombra de arboledas. Ahora si que mientras son peras o son manzanas, el campesinado busca de que vivir.

En otros lugares de la Sierra como es en Linda Vista, municipio de San Miguel Totolapan, Guerrero, se están cultivando durazno y manzana con buen ahínco. Claro que la Sierra guerrerense tiene diversos microclimas y hay lugares donde las condiciones son más óptimas. En la Sierra tambien se cultivan papa, higos, zanahorias, y flores de alcatraz, entre otros cultivos. El asunto de fondo es encontrar mercado puntual y que ofrezca precios justos, pues se sabe que hace algunos años se nació la papa que una familia cosechó en La Aurora porque no hubo quien comprara el producto.

viernes, 14 de agosto de 2020

Cultivando cafe.

Hoy por la mañana, yo y mi padre sembramos varias plantas de café. Durante esas horas mi papá me platicaba diversas anécdotas de la cafeticultura de los últimos años de la década de los 50's. Él dice que llegó un tiempo en que ya no se encontraba "pachol" de café en las cercanías de El Paraíso, y tenían que ir a traer cafetos hasta La Remonta, adelante de San Francisco del Tibor. Agrega "mi jefe" que en 1960, en San Francisco del Tibor había varios grandes productores de café, entre ellos don Salomón Gutiérrez, quien en algunas ocasiones pedía a sus cosechadores que las "latas" en que midieran el café que habían "cortado" fueran vaciadas en el enorme cajón de un camión de volteo, así, a granel. Luego el camión se trasladó hasta el patio donde se pasaría a la siguiente fase: despulpar el café o secarlo en "bola". 

Acá, en el ejido El Paraíso, hay personas que manejan la idea de hacer viveros de variedades de café no transgénicas, como el arábiga o criollo, el bourbón, y los caturras amarillo y rojo. Un paraiseño que trae esta idea es Mariano Mejía, quien también habla de impulsar un centro experimental del café en El Paraíso.

En algunas zonas chaguanosas se observan los sauces, árboles que ayudan a mantener los mantos acuíferos. Entre el placer del trabajo y el gusto por la música, cuando miramos los sauces, viene a la mente esa composición cantada por una banda sinaloense que dice "el sauce y la palma se mecen con calma...".

martes, 26 de mayo de 2020

Tiempos adversos.

Tiempos adversos.
Esteban Hernández Ortiz.

Si bien desde hace décadas nuestros pueblos enfrentan megaproblemas como la pobreza, la inseguridad y el calentamiento global, entre otros, la pandemia del COVID-19 ha venido a estremecernos más. Cuando los niños que hoy estudian su primaria vivan su tercera edad, platicarán a su descendencia las adversidades que actualmente vive nuestra sociedad.

Algunas de nuestras amistades colocan sanas bromas en sus muros, mencionando un gabinete en caso de que ellas o ellos fueran presidentes. Unos más se "destapan" y dicen que en las próximas elecciones serán candidatos. Otros colocan una reflexión e imploran a Dios que ayude a nuestra humanidad ante la pandemia. Algunos piden al Creador que ayude a quienes no tienen empleo. Creo que todos buscan generar alegría y esperanza en estos tiempos tan complicados. Otras personas no creen en "ese invento" del Coronavirus. Algunos más han expresado sentirse camino a la depresión.

Ayer, los noticieros televisivos e impresos informaron de cuan difícil está la situación en Guerrero, principalmente en lo que muchos denominan "La perla del Pacífico", nuestro querido puerto de Acapulco. Y es que la infraestructura hospitalaria mejor dotada de estas latitudes, donde se atiende a la ciudadanía de ambas costas guerrerenses, es el bello puerto. Además, en Acapulco viven, aproximadamente, uno de cada tres de los guerrerenses que viven en Guerrero, pues casi "otro Chilpancingo" vive en Chicago, Illinois, la Ciudad de los vientos. Me disculparán si los datos estadísticos que refiero no son tan exactos.

Hoy no es recomendable viajar a Acapulco. Tenemos que abstenernos hasta donde más sea posible y no viajar a esa ciudad portuaria. Esta semana las cosas irán de mal en peor.

Aunque a nivel nacional el lunes próximo termina la Jornada de Sana Distancia, en Guerrero tenemos que reconocer que vamos en desventaja, en relación, por ejemplo con nuestro vecino estado de Oaxaca, donde las trasmisiones del virus han sido menores.

Es indispensable que nuestros chicos, que acceden a la internet y se informan, hagan labor de convencimiento con nuestros adultos, para hacer conciencia del tamaño de la dificultad que vivimos. Están de por medio nuestras vidas.  No está en juego un cargo de elección popular. Este enorme mal no hace distinción alguna. No mira si somos de una religión o de otra; si somos de un partido político o de otro, o si no pertenecemos a ninguno. Son tiempos de cuidarnos mucho entre unos y otros.

Muchos ánimos a todas y a todos.

sábado, 16 de mayo de 2020

Recuerdos de Atoyac.

Recuerdos de Atoyac.
Esteban Hernández Ortiz.

Alrededor de 1985 íbamos a comer al mercado municipal de la ciudad de Atoyac de Álvarez, Guerrero. En el segundo piso estaba el área de cocinas o fondas. Yo iba acompañando a mi padre. Recuerdo que los comenzales se sentaban en unas bancas de madera, donde cabían unas cuatro personas. A veces había bancos individuales, de unos ochenta centímetros de altura. En lugar de mesa, se usaba una barra, a veces decorada con azulejos. Por aquellos tiempos, en mi pueblo natal todavía no se usaba el agua en garrafón, pero en Atoyac ya se usaba ese embasamiento. Algunos años despues, don Silvino Lucena Saldaña comenzó a vender agua embasada de esa forma en El Paraíso, pues instaló su almacén en la colonia La Quebradora.

Volviendo a mis recuerdos de la ciudad de Atoyac, le cuento que la comida del mercado era muy deliciosa. Las cocineras tenían excelente dominio en la gastronomía regional; era muy sabrosa la carne de puerco -de cuche, se acostumbra decir también- acompañada de frijoles. Al centro siempre había un vaso de vidrio con pipisa o papatla, verduras que se acompañan, dando un buen paladar al almuerzo o la comida. Los pescados, fritos o en caldo, eran otros alimentos muy nutritivos y muy sabrosos. La cecina era otro platillo, que acompañado de verduras, se disfrutaba bastante en aquellas fondas. El queso fresco siempre estaba presente y se podían agregar alguna rebanadas al platillo, desde luego que se agregaba una cantidad extra al momento de pagar.
Las tortillas eran hechas en la máquina tortilladora que había dentro del mercado. Ya hace varios lustros, don Leopoldo Cadena, de Atoyac, habia instalado la primera tortillería en El Paraíso. Las aguas de frutas no hacían falta, para "bajarse" la comida. Un día, al subir por las escaleras miré una admirable pintura mural que iba haciendo forma por las paredes de aquel edificio.

No tengo por ahora datos temporales precisos, pero me acuerdo de la tienda de abarrotes, de la SEDENA, que estaba detrás del Ayuntamiento. La fábrica de hielo, frente a donde ahora está la terminal de autobuses, mantenía buen ritmo de trabajo. Ahí iban a comprar las barras de hielo para las fiestas. Un poco hacia abajo, siguiendo la avenida Juan Álvarez, estaba el legendario árbol de tamarindo, un punto muy popular en la ciudad. La Estrella de Oro estaba en la contraesquina de la farmacia del ISSSTE, y a escasos metros también abría la tienda de abarrotes del ISSSTE.

En la calle que cruza por atras de la iglesia había otras pequeñas fondas, junto a la "Superior".

En la década de los ochentas los habitantes de El Paraíso compraban en Atoyac gran parte del material para construir sus viviendas: arena, graba y tabique. Muy poco se usaba el tabicón. Los herreros de Atoyac también hacían las ventanas, puertas y cortinas.

La familia Maya mantenía buena relación de comerciantes en El Paraíso. Cada ciertos días llevaban los productos a los tenderos de El Paraíso.

La última "corrida" de la "flecha" salía de Atoyac a las seis de la tarde, con rumbo a aquel pueblo, y ese autobús "bajaría" de la Sierra a las cinco o seis de la mañana, pues varió el rol de salidas durante los años en que existió ese servicio.

sábado, 2 de mayo de 2020

¿Cuánto depende económicamente El Paraíso de sus migrantes?

¿Cuánto depende económicamente El Paraíso de sus migrantes?
Esteban Hernández Ortiz.

Desde hace unos quince años -más o menos- han migrado jóvenes de la Colonia Vista Hermosa, perteneciente a El Paraíso, municipio de Atoyac de Álvarez, Guerrero, hacia la Ciudad de Guadalajara, Jalisco, y su zona conurbada, la demarcación que demográficamente ocupa la segunda posición en nuestro país. Otro tanto de personas de diversas familias y colonias del pueblo han migrado a Baja California Sur y a Manzanillo, Colima. Por ser zona fronteriza, Tijuana, Baja California, también es lugar de recepción de migrantes paraiseños desde tiempos mas lejanos a los casos anteriormente citados. En menor data han migrado personas a la Ciudad de Puebla.

Bueno, desde hace mucho tiempo han migrado algunos jóvenes con el anhelo de estudiar a distintas ciudades como Cuernavaca, Morelos, y la Ciudad de México. Una menor cantidad de jóvenes han ingresado a trabajar en las Fuerzas Armadas, ya sea en el Ejército o en la Marina, y por la naturaleza de sus funciones, van viviendo transitoriamente en distintas partes de la República. De todo ese total de migrantes hasta ahora comentados, un porcentaje desconocido para mí, constantemente manda recursos económicos a sus padres y/o demas familiares, y a algunas amistades, en caso de cierta emergencia. Quienes se "fueron" con su familia, y luego de probar suerte, se han establecido en los lugares referidos en este breve texto, mandan algún dinero a sus queridos padres, acorde a sus posibilidades.

Seguramente la mayor cantidad de personas que han salido de éste, su pueblo querido, con el propósito de trabajar, han intentado ingresar a los Estados Unidos. Muchas de esas personas han logrado su aspiración de trabajar en el vecino país del norte. Tal vez algunas de ellas hoy se encuentran en proceso para obtener su Green Card (Tarjeta Verde). Hay quienes desde hace algún tiempo cuentan con su permiso de trabajo, residencia o ciudadania. Uno que otro migrante acaricia la idea de tener su Visa "U", pues en alguna Corte se lleva un juicio que versa a cerca de circunstancias donde estuvo en riesgo su vida en los Estados Unidos.

Ante la pandemia del COVID-19 muchos de nuestros migrantes han visto bastantes disminuidos sus ingresos económicos, y por ende, en el caso de quienes se encuentran en Estados Unidos, las remesas hacia sus familiares también han mermado en forma drástica. Ojalá que pronto se reanuden las actividades económicas, aunque sea gradualmente en aquella nación, pues así se retomará el nivel de depósitos hacia la ciudad de Atoyac de Álvarez, Guerrero, qué es a donde van las personas que viven en El Paraíso, para retirar el dinero que a puro sudor les han enviado sus seres queridos. Si las deportaciones de nuestros paisanos aumentaran, a la par se elevaría la crisis económica en nuestros pueblos, y con ello, también irían a la alza distintas causas delictivas. Ojalá que las cosas no sucedan de esta última manera.