Bienvenidas todas las personas que visiten a este blog, el cual difunde información histórica, económica, cultural y social de la Sierra de Guerrero. También se incluyen textos literarios que ayudan a promover a esta maravillosa parte del mundo que la creación nos dio. Los datos cualitativos y cuantitativos que se ofrezcan serán de acuerdo al alcance de nuestras investigaciones. Reciban un fuerte y caluroso abrazo sierreño. Fraternalmente: Esteban Hernández Ortiz.

miércoles, 23 de septiembre de 2015

La Isla de Clipperton. El 26 de noviembre de 2012 di lectura a este texto en el noticiero de Cable Costa, Canal 8, en la ciudad de Atoyac de Álvarez, Guerrero. Por aquellos días yo me fijé la meta de ir un día por semana a esa televisora local para compartir algunos textos. Fueron poco más de 2 años.

LA ISLA DE CLIPPERTON
ESTEBAN HERNÁNDEZ ORTIZ

En medio del Océano Pacífico y aproximadamente a mil doscientos cincuenta kilómetros al sureste de Acapulco se encuentra una Isla que durante varias décadas fue parte de nuestro territorio nacional. Sus dimensiones son de seis kilómetros de largo por dos de ancho en promedio, aunque hay partes que solo tiene cien metros de ancho. Es conocida con varios nombres: Isla de Médanos, Isla de La Pasión e Isla de Clipperton.

Clipperton fue descubierta en el siglo XVII por navegantes españoles, era territorio de España, pero cuando México logra su Independencia pasó a formar parte de su territorio. En esta Isla se viven historias de pánico, terror, pero a la vez de patriotismo y defensa del honor. Todo transcurre en una época en que paralelamente se vive la revolución mexicana y la Primera Guerra Mundial. Durante tres largos años ningún barco visitaba a la Isla y finamente cuando la primera Guerra Mundial estaba en su apogeo, un barco alemán rescata a los sobrevivientes que eran sólo cinco, el resto había muerto por Escorbuto, una enfermedad engendrada por falta de calcio. La primera víctima del Escorbuto fue Silverio Rodríguez, u hombre que en Acapulco pidió acompañar a la tropa mexicana, sus encías sangraban fuertemente y los dientes se le caían con facilidad, y aunque el agua de coco fue designada solamente para él, su muerte fue incontenible. Varias de las mujeres fueron asesinadas por el “negro Victoriano”, el Francia se unen en la Triple Entente, a la que pronto se une Rusia; en contraparte se integran Alemania, Hungría y Austria y forman la Triple Alianza. La guerra ya no pudo detenerse cuando asesinan al príncipe de Austria, en Sarajevo, Capital de Bosnia. Para entonces, México llevaba cuatro años en su revolución, la cual había comenzado el 20 de noviembre de 1910 a convocatoria de Francisco Indalecio Madero.

La escritora de origen colombiano, Laura Restrepo, publicó el libro LA ISLA DE LA PASIÓN, pero hay otros materiales como LA TRAGEDIA DE CLIPPERTON, escrito por María Teresa Arnaud, nieta del Teniente Ramón Arnaud, personaje que vivió en la Isla. Otro más de los materiales que cuentan sobre Clipperton es: Tecpan, historia de un pueblo heroico, escrito por Ramón Sierra López.

Nos es más común oír comentarios sobre las Islas Marías por ser un lugar donde se encuentra un reclusorio mexicano, conocemos que las Islas Marías pertenecen al Estado de Nayarit, de acuerdo a lo dispuesto por nuestra Ley Suprema, pero poco sabemos sobre la Isla de Clipperton.

El libro “La tragedia de Clipperton” relata que en 1987, el Presidente Porfirio Díaz ordena al Comandante del barco El Demócrata, ir a la Isla y en caso de encontrar habitantes, pedirles que la desocupen en tiempo prudente. El 2 de marzo de 1909 se firmó en la Ciudad de México un convenio sometiendo al arbitraje del Rey de Italia, Víctor Manuel III, la calificación sobre la propiedad de Clipperton. El 11 de octubre, el senado ratifica el compromiso, pero para cuando el árbitro italiano dicta su fallo, Porfirio Díaz ya no era presidente de México, había depuesto su cargo en el Tratado de Ciudad Juárez y había huido a Francia, donde murió de arterioesclerosis, según lo dictaminó el médico que lo atendió hasta el fin de sus días. Dicho juez italiano no tenía la misma amistad con el gobierno de Carranza y optó por favorecer a Francia.
No fue sino hasta el gobierno del Presidente Obregón, cuando se otorgó una pensión a cada una de las familias de la epopeya de Clipperton.

Hasta aquí, la historia puede resultar atractiva para todo mexicano, pero reviste mayor interés para los atoyaquenses y tecpanecos, al conocer que una señora de nombre Tirsa Rendón Hernández, nació en Tecpan, vivió varios años en Clipperton y los últimos años de su existencia los pasó en la Colonia Sonora de Atoyac. .

A doña Tirsa Rendón le sobrevive un nieto de nombre Isaac Reyes Rendón, muy conocido en esta ciudad, pues es dado a la danza y al baile. A él le he pedido su autorización para compartir estos datos históricos en este medio de comunicación con mi compromiso de avisarle anticipadamente de esta transmisión. Un saludo para él, y para usted muchas gracias por su atención.

No hay comentarios:

Publicar un comentario