ESTEBAN HERNÁNDEZ ORTIZ
En medio del Océano Pacífico y aproximadamente a mil doscientos cincuenta kilómetros al sureste de Acapulco se encuentra una Isla que durante varias décadas fue parte de nuestro territorio nacional. Sus dimensiones son de seis kilómetros de largo por dos de ancho en promedio, aunque hay partes que solo tiene cien metros de ancho. Es conocida con varios nombres: Isla de Médanos, Isla de La Pasión e Isla de Clipperton.
La escritora de origen colombiano, Laura Restrepo, publicó el libro LA ISLA DE LA PASIÓN, pero hay otros materiales como LA TRAGEDIA DE CLIPPERTON, escrito por María Teresa Arnaud, nieta del Teniente Ramón Arnaud, personaje que vivió en la Isla. Otro más de los materiales que cuentan sobre Clipperton es: Tecpan, historia de un pueblo heroico, escrito por Ramón Sierra López.
Nos es más común oír comentarios sobre las Islas Marías por ser un lugar donde se encuentra un reclusorio mexicano, conocemos que las Islas Marías pertenecen al Estado de Nayarit, de acuerdo a lo dispuesto por nuestra Ley Suprema, pero poco sabemos sobre la Isla de Clipperton.
El libro “La tragedia de Clipperton” relata que en 1987, el Presidente Porfirio Díaz ordena al Comandante del barco El Demócrata, ir a la Isla y en caso de encontrar habitantes, pedirles que la desocupen en tiempo prudente. El 2 de marzo de 1909 se firmó en la Ciudad de México un convenio sometiendo al arbitraje del Rey de Italia, Víctor Manuel III, la calificación sobre la propiedad de Clipperton. El 11 de octubre, el senado ratifica el compromiso, pero para cuando el árbitro italiano dicta su fallo, Porfirio Díaz ya no era presidente de México, había depuesto su cargo en el Tratado de Ciudad Juárez y había huido a Francia, donde murió de arterioesclerosis, según lo dictaminó el médico que lo atendió hasta el fin de sus días. Dicho juez italiano no tenía la misma amistad con el gobierno de Carranza y optó por favorecer a Francia.
No fue sino hasta el gobierno del Presidente Obregón, cuando se otorgó una pensión a cada una de las familias de la epopeya de Clipperton.
Hasta aquí, la historia puede resultar atractiva para todo mexicano, pero reviste mayor interés para los atoyaquenses y tecpanecos, al conocer que una señora de nombre Tirsa Rendón Hernández, nació en Tecpan, vivió varios años en Clipperton y los últimos años de su existencia los pasó en la Colonia Sonora de Atoyac. .
A doña Tirsa Rendón le sobrevive un nieto de nombre Isaac Reyes Rendón, muy conocido en esta ciudad, pues es dado a la danza y al baile. A él le he pedido su autorización para compartir estos datos históricos en este medio de comunicación con mi compromiso de avisarle anticipadamente de esta transmisión. Un saludo para él, y para usted muchas gracias por su atención.
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