Bienvenidas todas las personas que visiten a este blog, el cual difunde información histórica, económica, cultural y social de la Sierra de Guerrero. También se incluyen textos literarios que ayudan a promover a esta maravillosa parte del mundo que la creación nos dio. Los datos cualitativos y cuantitativos que se ofrezcan serán de acuerdo al alcance de nuestras investigaciones. Reciban un fuerte y caluroso abrazo sierreño. Fraternalmente: Esteban Hernández Ortiz.

jueves, 10 de diciembre de 2015

5.- Cuando la Sierra se recorría solamente a pie o en bestia.



 

5.- Cuando la Sierra se recorría solamente a pie o en bestia.

En tiempos en que la carretera no comunicaba a los pueblos de lo alto de la sierra se tomaba el té de toronjil, pues el café, cultivado en la sierra de Atoyac, llegó hasta que la carretera fue comunicando a los pueblos, ya que las compañías extractoras de maderas asediaban las riquezas maderables de la región. La compañía maderera Arturo San Román explotó los bosques empezando del cerro Teotepec[1] hacia la Tierra Caliente y del cerro Teotepec hacia la Costa la explotación maderera corrió a cuenta de la compañía Silvicultora Industrial, de inversiones canadienses.

El operador de maquinaria de construcción José Ramales, quien trabajó para hacer llegar la carretera de El Paraíso hasta el Puerto del Ángel[2]. Pobladores cuentan que el trabajo de Ramales llegó unos doscientos metros delante de Puerto del Ángel, con dirección a “El Ranchito” y que el trabajo estaba a cargo de la compañía “maderas Papanoa”.

En El Paraíso, municipio de Atoyac de Álvarez vive el señor Román Abarca Corona y el 12 de Enero de 2015 lo entrevisté, el señor Abarca Corona comentó:

“Mi papá, el señor Francisco Abarca, era un pequeño comerciante que empezó a viajar en bestia desde Arcelia, cruzando por la sierra hasta llegar a El Paraíso, cuando corría el año de 1958. Tardaba seis o siete días el viaje, dependiendo del cansancio de las bestias. En Ocasiones llegaba hasta San Vicente de Benítez. Para entonces Yo tenía diez años de edad y cuando cumplí los doce años, mi papá empezó a traerme.


Me interesé por el pequeño comercio y de San Vicente de Benítez me acompañaba don Esteban Franco[3], paisano de Tierra Caliente, a vender perfumes, hilos de coser y otros productos que yo acomodaba en un cartón a La Soledad, a Puente del Rey, al Cacao, a Los Piloncillos y a otras comunidades. Por aquel entonces un peón ganaba tres pesos por día, si uno ayudaba a cosechar café te pagaban a peso la lata. Después me dio por vender naranjas y algunos días vendía hasta trece pesos por día, quedándome una considerable ganancia. ¡¡Nada que ver con tres pesos a chaponar una huerta de café!! Me quedé en El paraíso en 1962 y desde entonces aquí he vivido”.

La vía terrestre más extensa que comunica a la sierra es la de Casa Verde- Filo de Caballos- Tlacotepec- Puerto del Gallo. De puerto del Gallo, se puede continuar hacia Linda Vista o hacia El Paraíso. Todos los días, a las siete de la mañana, sale una camioneta tipo urvan de Chilpancingo hacia Linda Vista, el costo del pasaje es de trecientos pesos.. En esa ruta se pasa a medio pueblo de El Gallo, municipio de Heliodoro Castillo, la comunidad que se encuentra a mayor altura en el cerro del Teotepec, el más alto de Guerrero. De Linda Vista se puede viajar vía terrestre hacia San Miguel Totolapan.



 
[1] Como ya se ha mencionado, el cerro de Teotepec es el punto más elevado en el Estado de Guerrero y cuenta con 3705 Metros Sobre el Nivel del Mar, seguido del Tlacatepec con 3495 MSNM. Del lado del municipio de Atoyac el primer pueblo junto al Tlacatepec se llama “El Tambor”, hacia el municipio de Heliodoro Castillo el primer pueblo es “Agua Fría”. Guerrero Monografía estatal, edición 1997, página 15.
 
[2]El profesor Jaime Ramales Bonilla es director de la Escuela Secundaria número 14, República de Canadá en la cabecera municipal de Atoyac de Álvarez, Guerrero y es hijo del operador de maquinaria de construcción José Ramales.
 
[3]Por muchos años don Esteban Franco vendió productos como servilletas para tejer, tijeras, sombreros, cadenas y candados, entre muchos más, en el zócalo de El Paraíso, donde acomodaba su puesto ambulante. Don Esteban siempre usaba sombrero de astilla y huaraches. Tenía un hijo de nombre Candelario.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario