Cómo investigar académicamente al narcotráfico?
Esteban Hernández Ortiz.
Para Max Weber, el poder es el imperio del hombre sobre el hombre, basado en los medios de violencia legítima. Bobbio, aplicando una hermenéutica a Hobbes, señala que “El Leviatán es sustancialmente el detentador del monopolio de la fuerza legítima, legítima por que se funde en el consenso de los ciudadanos” (Campbell, 2014, pág. 19). El poder lo detenta el gobierno y éste tiene varios monopolios o ejercicios que sólo le pertenecen a él; uno de ellos es el uso legítimo de la violencia.
Gracias a los vacíos de poder, que Edgardo Buscaglia bien apunta, existen condiciones favorables en México para que el crimen organizado cope o acapare espacios del andamiaje gubernamental.
En el verano de 1985, Campbell entrevistó a Leonardo Sciascia, le preguntó respecto a los intelectuales y Sciascia respondió que “el intelectual es siempre un poco cortesano, un poco conformista, casi siempre está con el poder. Es una especie de abono para la planta política. Un intelectual debe mantener la vocación de estar siempre en la oposición (Campbell, 2014, pág. 800 y 805). Este indagador, por su parte, no se imagina como un intelectual, aunque sí como un curioso preguntón y me auto adscribo del lado de la gente marginada de “mi Sierra de Guerrero”, aunque sí anhelo también hacer un pequeño aporte al conocimiento científico universal.
Durante el terrorismo de Estado, en la Sierra de Guerrero, el Estado Mexicano despareció a personas mediante el uso legítimo de la violencia. Secundando los argumentos de oficiales nazis, como Eichmann, dijeron que “ellos sólo obedecieron órdenes”. Hoy día se halconea en los pueblos de la Sierra, existen desde las entradas de las comunidades, personas que vigilan y avisan cualquier “novedad” a sus jefes, utilizando sus radios móviles.
Tal vez el término halcón se retome de Los Halcones que dirigieron la muerte de unas 40 personas el 10 de junio de 1971 en la Ciudad de México. En estas tierras, el Estado Mexicano no garantiza, más que en teoría, la seguridad de las personas y de sus propiedades; aquí la vida cuelga de un hilo y ya no es necesario “andar en malos pasos” para que el cuerpo de la gente sierreña pueda aparecer desmembrado en bolsas de plástico a la orilla de alguna carretera, sino es que nunca se conozca el paradero de una persona. Bajo esta última circunstancia, han desaparecido muchas personas, en una desaparición que ya no dirigen agentes estatales –como sí ocurrió en la desaparición forzada de los años 70´s (Serrano, 2018, pág. 74 y 77)-, pero sigue el Estado conociendo, y probablemente, autorizando la operación de bandas criminales que desaparecen gente. Este comparativo fue parte de la investigación que me proponia realizar en unos estudios de. Doctorado, a los cuales no logre ingresar. Además, en ese Doctorado, se exploraría el tema del desplazamiento forzado, como un multiefecto de las acciones de las redes criminales,
Para Campbell, la REALIDAD rebosa de historias inéditas. Es suficiente salir a la calle, ir al campo y a la sierra, y saberles encontrar. Aparecerá la voz de personas que son personas interesantes, que hablan por supuesto sin conciencia literaria, con la más pura oralidad. Una cosmovisión va formándose mediante su habla, la cadencia de sus frases y el uso de arcaísmos del español (Campbell, 2014, pág. 641). Bajo estas premisas debe investigarse la delincuencia organizada en la Sierra de Guerrero.
La literatura aborda al narcotráfico desde sus propias lentes. El español Arturo Pérez Reverte escribió la novela "La reina del sur", donde la sinaloense Teresa Mendoza viaja a la costa de Andalucía y pasa a ser una figura internacional del narcotráfico. Hasta ahora se desconoce si existe una película o novela que aborde el narcotráfico en la Sierra de Guerrero; lo que si existen son los narcocorridos (Ortiz, La narcoeconomía en la Sierra de Guerrero: 1965-2018. Tesis de maestría., 2019, págs. 91 y 105-106). En corridos de 3 o 4 minutos se aborda el argot del narcotráfico.
Leonardo Sciascio se ganó la medalla de “mafiólogo”, luego de publicar en 1961 El día de la lechuza, y luego de publicar en 1966 A cada quien lo suyo. Él, modestamente rechazaba este adepto.
Sciascio consideraba que por más que el Estado abatiera a la mafia, nunca la aniquilaría porque estaba arraigada en el corazón de la familia siciliana. Acá, en México, el Mayo Zambada declaró a Julio Scherer que “en cuanto a los capos encerrados, muertos o extraditados, sus reemplazos ya andan por ahí […] El narco está en la sociedad., arraigado como la corrupción” (Ortiz, La narcoeconomía en la Sierra de Guerrero: 1965-2018. Tesis de maestría., 2019, pág. 79).
Fuentes de consulta.
Campbell, F. (2014). La era de la criminalidad. México: Fondo de Cultura Económica.
Ortiz, E. H. (2019). La narcoeconomía en la Sierra de Guerrero: 1965-2018. Tesis de maestría. Chilpancingo de los Bravo, Guerrero, México.: Universidad Autónoma de Guerrero.
Serrano, C. E. (2018). La desparición forzada en México como política de Estado soterrada y contínua. En C. E. Gil Arturo Ferrer Vicario, Violencia, memoria y rebeliones hacia una cultura de paz (págs. 73-102). México: Itaca y Universidad Autónoma de Guerrero.
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